El alcalde de Santander explica los avances de la capital cántabra como Smart City

Íñigo de la Serna, que también preside la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), explicó el “gran despliegue” tecnológico realizado en Santander, con el fin de obtener mayor información y así mejorar el servicio urbano para sus habitantes. La ciudad cuenta con sensores que recaban información sobre la situación del tráfico, su densidad, plazas de aparcamiento, calles cortadas, etc.; sensores instalados en contenedores de basura; en casas para obtener el consumo real de agua y poderlo comparar con históricos, etc. Además, se va a realizar una inversión de cerca de 14 millones de euros en el alumbrado, en tecnología LED y nuevos sensores. Según aseguró el alcalde, Santander también tiene intención de “sacar su propia plataforma para visualizar cada capa de servicios y ver qué se genera de la unión de esas capas”. 

Como explicó de la Serna, estos sensores y aplicaciones “no tiene un gran coste de mantenimiento”, aproximadamente entre 100.000 y 150.000 euros anuales, cifras que, a medida que avance la tecnología, serán cada vez menores. Aun así, reconoció que todavía no se ha encontrado “un modelo de negocio claro” que, además, sea “lo suficientemente atractivo para que el sector privado participe”.

El también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias apostó por la participación ciudadana para el diseño de próximos servicios y tecnologías de las ciudades, ya que sus habitantes son el “fin último” de las Smart Cities. Así, destacó servicios como el pago de las tarifas de aparcamiento o la estimación de próximas llegadas de autobuses como los que dan mayor credibilidad al modelo, ya que son con los que el ciudadano percibe que esta tecnología está “siendo útil”.