Cómo revitalizar el sector TIC europeo

El estudio 'Rebooting the European High-Tech Industry' de A.T. Kearney ofrece una amplia perspectiva de la pérdida de posiciones de Europa en el mercado de las nuevas tecnologías y recoge algunas recomendaciones para revertir la situación.

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Según el estudio, del que ayer publicamos en una primera entrega algunas de sus principales conclusiones, los motivos de la pérdida de terreno de Europa en el campo de las TIC son múltiples,  desde la fragmentación del mercado europeo y la escasez de financiación para que las empresas crezcan y ganen escala, a la falta de estrategias predicativas, innovación, ingenieros preparados y legislación laboral competitiva y flexible, y a la ausencia de alianzas estratégicas entre la UE y las empresas, así como entre las  propias empresas entre sí. 

 

La Comisión Europea ha identificado muchas de estas deficiencias y trata de dar respuestas mediante el programa “Horizonte 2020”, encargado en 2013, así como diversas iniciativas adicionales. “Estos esfuerzos tienden a quedarse cortos, centrándose en la financiación de la investigación, la comercialización y, últimamente, en la incubación de empresas”, afirma Javier Navarro, socio de Telecomunicaciones de A.T. Kearney en Iberia. “Falta un plan estratégico con el que la UE apueste por el crecimiento de los sectores prometedores de las TIC, con una política industrial diseñada para que los actores principales mantengan y amplíen posiciones, y adquieran escala”.

 

Aunque la UE ha comenzado a identificar los sectores adecuados, es necesario contar con una política decidida que combine dirección estratégica, gestión de la demanda, financiación bien enfocada y alianzas precompetitivas.

 

‘Horizonte 2020’ solo es un buen comienzo

Las características especiales de Europa, su historia y su cultura hacen imposible reproducir las condiciones que han permitido a las empresas TIC prosperar en Estados Unidos o Asia. “La estructura diferencial europea es a la vez un factor que fomenta la competencia y que reduce el rendimiento”, afirma Javier Navarro.

 

Pero las instituciones y los gobiernos europeos pueden hacer mucho para emular a sus homólogos en otras regiones y mantener la competitividad de la base industrial europea. “Horizonte 2020” es un buen comienzo pero se puede hacer más. “Los responsables políticos pueden hacer su parte para que rejuvenecer la industria TIC sea una prioridad”, añade Javier Navarro. “Los organismos gubernamentales, las empresas TIC, los inversores y las asociaciones industriales pueden trabajar juntas en torno a un plan maestro a largo plazo".

 

Si no se emprende ya una acción decidida, la industria europea de alta tecnología seguirá su declive, lo que afectaría a la vitalidad, la competitividad y la prosperidad del continente. Pero con los pasos adecuados, Europa tiene la oportunidad de restablecer una posición sólida en el sector tecnológico global. “Se necesita más liderazgo paneuropeo, definitivamente no menos”, concluye Navarro.

 

Modelos para ganar competitividad  

Según A.T. Kearney, es posible emprender distintas acciones para revitalizar el sector TIC europeo por parte de las instituciones comunitarias, los gobiernos nacionales, las asociaciones sectoriales y las empresas individuales para desarrollar los programas actuales y recuperar su vitalidad.

 

Estas acciones incluyen la mejora de la oferta de talento mediante una formación más orientada a la tecnología y una inmigración selectiva, así como la oferta de una financiación más atractiva para la creación y el crecimiento de empresas de alta tecnología (especialmente para la internacionalización). También es necesario mejorar la cultura empresarial abriendo opciones de emprendimiento y apuntalando los éxitos, y generar condiciones equitativas en materia de normativa y regulación.

 

Otro frente de actuaciones es la definición y ejecución de una estrategia para superar la fragmentación europea inherente. En este sentido la UE y los gobiernos nacionales deben desarrollar un plan maestro para toda la región con áreas de aplicación claramente definidas para las TIC, donde los actores europeos puedan triunfar y asumir el liderazgo industrial (normalmente centrado en torno a las necesidades TIC del sector B2B de alta tecnología). Priorizar estas inversiones, basadas en decisiones estratégicas bien informadas, garantiza que no se dispersen demasiado. Europa debe crear auténticos clústeres paneuropeos de excelencia en estas áreas de aplicación clave en torno a compradores claves, y aprovechar su gasto e inversiones públicas para desarrollar estas áreas.

 

Finalmente, es preciso obtener mejores resultados que la competencia mundial con innovación, alianzas y un liderazgo decidido. Al mismo tiempo, las empresas europeas necesitan mejorar su respuesta corporativa a los retos del futuro con una mejor estrategia predictiva y un liderazgo más decidido que les permita evitar los fallos del pasado. Así, han de mejorar su capacidad innovadora aumentando el gasto en I+D y reavivando sus ambiciones de crecimiento orgánico e inorgánico. Recuperar las alianzas entre proveedores y clientes como vehículo de la innovación, donde los grandes compradores de productos de alta tecnología —públicos o privados— adopten un enfoque de colaboración más estratégico, equilibrando las oportunidades de ahorro en costes a corto plazo con el valor estratégico de contar con actores europeos en la alta tecnología, daría al sector el impulso que le falta.

 

 



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