Todo definido por software: la red como epicentro

La era del “Todo Definido por Software” ya ha llegado. El software se aplica a todo, desde servidores, almacenamiento, centros de datos,  e incluso se podría decir que a la pieza más innovadora del puzzle, a la WAN, la red de área extensa.

SDN cambia la forma en que las compañías diseñan su entorno de TI migrando el “plano de control” de la red desde cada dispositivo individual a un controlador central que gestiona todos los recursos, tanto virtuales como físicos. Esto permite a un único administrador configurar o gestionar la red completa, frente a que cada dispositivo gestione su propio funcionamiento y tenga que ser programado individualmente. La tecnología aporta enormes beneficios para las empresas, incluida la reducción de costes en TI y permite cambios en la red de forma rápida y sencilla.   
 
La importancia de la red
Los despliegues de SDN todavía son muy limitados y están en sus fases iniciales de desarrollo. Esto es debido, en parte, al hecho de que aunque las actuales redes corporativas utilizan estándares abiertos tales como el protocolo IP y Ethernet para la conectividad, cuando se configuran las redes se requieren frecuentemente muchas tareas manuales, porque cada dispositivo de la red tiene políticas y consolas separadas. Realizar cambios importantes en la red, incluso con hardware existente, requiere mucho tiempo, pudiendo llegar a una semana o incluso dos. Con la introducción de la virtualización de los servidores y el cloud computing, esto puede convertirse en más complejo aún.
    
Teniendo esto en cuenta, no debe sorprendernos que SDN esté de plena actualidad. SDN se está teniendo en cuenta desde todos los puntos del ecosistema, desde los proveedores de virtualización como VMWare hasta los proveedores tradicionales de redes como Cisco. No implica únicamente cambiar los modelos de negocio de las industrias de redes y servidores, sino también desarrollar la importancia de la red. 

El valor que SDN aporta a las empresas es inmenso. Tiene mayor potencial para aumentar la productividad de TI que cualquier otro desarrollo, debido a la forma en que actúa como una fuerza unificadora entre elementos dispares: informática, redes, virtualización, información y lógica de negocio. No hay duda de que SDN será una fuerza disruptiva en redes Cloud, de operadores y empresariales, y probablemente, en ese orden. La progresión natural del cambio de hardware a software dará lugar a nuevos diseños en redes, centros de datos e infraestructuras.

Lo que depara el futuro
La integración de todo en la red se convertirá en algo común en el próximo año y transformará fundamentalmente la red para ser el epicentro de los servicios TIC. Si bien es cierto que nadie puede predecir el final del juego que proporcionará SDN, nos encontramos en lo alto de una revolución en la forma de diseñar, construir y gestionar las redes globales. 

Aportando más inteligencia en tiempo real e integración profunda con las aplicaciones, SDN permitirá que las empresas se anticipen antes en el proceso de innovación para poder desarrollar aplicaciones en horas en lugar de semanas. Las organizaciones conseguirán niveles de agilidad nunca vistos antes, al mismo tiempo que reducirán la inversión de capital y los costes operativos a los niveles más bajos hasta el momento para sus soluciones empresariales.

Como plataforma, SDN cuenta con el potencial de liderar la siguiente generación de servicios de TI.  Adoptantes tempranos muy conocidos como Google y el reciente aumento significativo de financiación por parte del capital riesgo en el área de SDN están impulsando el surgimiento de la era del “Todo Definido por Software” y todo apunta a que va a cambiar la importancia de la red para siempre. Las empresas deberían considerar muy seriamente la forma en que SDN puede beneficiar a su negocio antes de que sus competidores se adelanten.