El futuro de las WLAN

Antes de adentrarnos en el devenir de las tecnologías wireless a medio y largo plazo debemos detenernos a analizar breve pero concienzudamente la situación actual de la tecnología y su implicación en la sociedad en un breve espacio de tiempo. Hoy, no podemos olvidar que Europa está sumida en medio de una crisis económica que se pronostica prolongada y dura y que está haciendo que todos los sectores económicos hayan sufrido una enorme desaceleración, inclusive el sector de las TI que tan buenos momentos había vivido hasta ahora. Históricamente el desarrollo tecnológico ha tenido una enorme repercusión en la creación de riqueza en la sociedad. El desarrollo de las redes de banda ancha no sólo puede generar un gran volumen de puestos de trabajo sino que además es la base para el desarrollo de la competitividad, la productividad y la capacidad de Innovación de España frente al resto de países de la Unión Europea y de Europa frente al resto del mundo.
Una de las asignaturas del sector a medio plazo será el establecimiento de una red de banda ancha de alta capacidad tanto en las redes cableadas como en tecnología wireless. Dejando de un lado las redes de cable, que están inmersas en un proceso de cambio hacia las redes de fibra óptica, podemos decir que el crecimiento del mundo wireless ha sido espectacular a lo largo de los últimos tiempos. En menos de nueve años hemos multiplicado por seis la velocidad de las WLAN (de los 54 Mbps de 802.11a a finales de 1999 hasta los 600 Mbps de 802.11n en 2008) para dar respuesta a las necesidades de una sociedad más avanzada tecnológicamente (expansión de Internet, movilidad, virtualización, etc).
Nos adentramos ahora en un nuevo universo de comunicación y contenidos digitales (vídeo, audio, datos) marcada por una tendencia hacia la creación de grandes redes convergentes, integradoras e interactivas. De ahí que exista en la sociedad la necesidad clara de crear una infraestructura tecnológica con capacidad de gestionar nuevos modelos de aplicaciones que permitan a los usuarios, tanto corporativos como no, poder estar online las 24 horas del día los 365 días del año.
Hoy, más que nunca, es necesario que todos los países de la UE cooperen en una estrategia de banda ancha que dirija al sector hacia una unificación tecnológica para crear una red Wi-Fi totalmente transparente que se integre en las redes cableadas con flexibilidad, dando lugar a infraestructuras limpias y estables que mejoren la productividad de las empresas para ayudarles, por qué no, a salir de la crisis económica actual. Entre finales de este año y el 2010 se va a producir un desarrollo tremendo del estándar 802.11n debido a la necesidad de contar con una norma que garantice altas tasa de transferencia. Los nuevos modelos de comunicaciones B2B y B2C están exigiendo protocolos de comunicación de alta velocidad. Hoy la norma “n” es ya una realidad en muchas compañías y, desde luego, su introducción en las empresas en cuanto a nivel de integración y difusión no ha tenido precedente con ninguno de los otros estándares. Esta rápida adopción de la tecnología es claramente un síntoma de que existe una necesidad clara de una evolución en las redes que esta vez se ha realizado con la recién incorporada tecnología de la IEEE.
Pero cuando parece que ya no nos queda nada por ver, al menos en un tiempo moderado, comienza a hablarse de algo nuevo, mucho más potente, más pequeño, más rentable, etc. En algunos círculos especializados (convenciones, congresos, blogosfera) comienza a hablarse de la aparición, a corto y medio plazo de un nuevo protocolo de transmisión wireless que podría alcanzar una velocidad 100 veces superior a la de Wi-Fi. Se trata de una especificación para redes de 60 GHz que podría alcanzar tasas de hasta 6 Gbps; eso es Gigabits, ni más ni menos. Serán, por tanto, las llamadas redes Wireless Gigabit (WiGig), que además llevarán incluidas capacidades para funcionar sobre las bandas de los 2,4 GHz y los 5 GHz, por lo que las posibilidades de los dispositivos que se desarrollen con esta tecnología son infinitamente superiores a lo que conocemos hasta ahora. A este ritmo de desarrollo tecnológico es posible que veamos la teletransportación antes de fundir el sistema e ir, como coloquialmente decimos, a criar malvas.


Christian Buhrow
Country Manager de LANCOM System para España y Portugal

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