El éxito de las redes IP depende de su posterior gestión
Estudio "Managing 21 Century Networks"
Según un estudio realizado por Quocirca para CA, los responsables de TI demandan más recursos, más personal y herramientas más rápidas de acceso a información sobre incidentes para conseguir una óptima gestión de las redes IP.
Las redes IP convergentes aportan importantes beneficios económicos, tanto en el momento del despliegue como en su posterior gestión y mantenimiento, ofreciendo una rápida recuperación de las inversiones. Para Reyes Martínez, consulting manager de CA, “el protocolo IP ha alcanzado la madurez suficiente para que las empresas lo tomen como estándar en la transmisión de datos, además de ser la vía para la conexión a Internet. Sin embargo, la convergencia de redes aún debe madurar y las soluciones convergentes han de ser capaces de soportar esta transición”.
La presencia de IP en las redes de empresa es prácticamente total. Así lo demuestra un estudio elaborado por la firma analista Quocirca para CA, “Managing 21 Century Networks”, que concluye que los 473 responsables de TI de Europa y Oriente Medio encuestados cuentan con redes informáticas IP. Pero, además, la mayoría de ellos ya están utilizando o piensan utilizar redes IP también para su telefonía interna y externa y para las comunicaciones de vídeo. Sin embargo, en la implantación de una red IP convergente no todo son ventajas, ya que según revela el estudio, el éxito de estas soluciones depende de la gestión que se realice a posteriori. Aunque las empresas dependen de IP para la mayoría de sus comunicaciones, no existe conexión entre la importancia de las aplicaciones que funcionan bajo este protocolo y la capacidad de los directores de TI para gestionar proactivamente las tecnologías clave de red, como MPLS (Multi-Protocol Label Switching) y la VoIP.
Uno de los problemas a los que se enfrentan los responsables de TI es que sus actuales herramientas no son suficientes para conseguir un acceso rápido a la información relacionada con los problemas de gestión de red y su impacto en el negocio. De hecho, el 40% de las respuestas reconoce que su capacidad para gestionar la VoIP es inadecuada. “Entre los responsables de TI existe la percepción generalizada de que no les es posible acceder con rapidez a la información relacionada con los problemas de la red para averiguar su origen y sus consecuencias. Carecen de las herramientas que les permitan un acceso inmediato a la información básica para resolver los problemas, por lo que no pueden frenar el impacto que tienen en los servicios TI y, por supuesto, en el negocio”, comenta Reyes Martínez. Este inconveniente hace a las empresas más vulnerables, ya que un fallo en la red IP podría provocar una caída total en las comunicaciones.
Esta vulnerabilidad es extensible a las amenazas externas que puede sufrir la estructura de comunicaciones cuando surgen problemas. Las soluciones tradicionales de seguridad optaban por acometer las problemáticas de la protección de la red sectorialmente, abordando cada amenaza de forma independiente con cortafuegos, IPS, antivirus, antispam y antispyware. Y, aunque estas herramientas han ido evolucionando con el mercado, por separado no pueden combatir ataques sofisticados. Para Reyes Martínez, lo que precisan las empresas es “una visión global de los distintos elementos de seguridad , con una gestión de auditoria integrada (SIM- Security Information Management) capaz de detectar cualquier incidencia en tiempo real, y determinar el alcance y las contramedidas a aplicar para contener el ataque”.
Pero todas estas carencias pueden resolverse con las tecnologías de gestión adecuada. “Una buena gestión de las redes IP es una de las tareas más críticas asignadas a los departamentos de comunicaciones y TI. Por ello, habrán de dotarse de soluciones que automaticen los procesos manuales o hasta ahora inexistentes, y liberar al personal para realizar otras tareas de carácter más estratégico. La premisa para gestionar una red convergente es una gestión sana y eficiente de la red IP de datos que permita extender y aplicar las mismas técnicas a la red convergente, ofreciendo mayor capacidad y calidad en el momento de la migración”.
Selección de herramientas
Elegir las herramientas de gestión apropiadas es una decisión crítica para los directores de TI si quieren garantizar la disponibilidad, seguridad y alto rendimiento de la red, manteniendo además la conexión entre el negocio y los usuarios internos y externos. Estas herramientas deben aportar características de gestión proactiva y soportar también las tecnologías heredadas para ayudar a garantizar el rendimiento de las redes de voz antes, durante y después de la migración a VoIP. Asimismo, deben abarcar todos los niveles de la infraestructura de forma integrada: la red de datos en el nivel más básico, la VoIP y la calidad de servicio en un nivel superior, y por encima, el uso del ancho de banda y el rendimiento de las aplicaciones.
Toda esta problemática está haciendo que muchas organizaciones estén optando por la ayuda externa que proporcionan los proveedores de servicios gestionados (MSP). De hecho, el 88% de las empresas encuestadas ya utilizan o piensan utilizar servicios gestionados para garantizar la seguridad de la red, superar las carencias de las capacidades de gestión, obtener información sobre problemas con mayor rapidez y el mantenimiento de los acuerdo de nivel de servicio comprometidos con el negocio. “Considerando la dificultad que entraña gestionar una red con miles de dispositivos, no es sorprendente que las empresas vuelvan su mirada hacia los proveedores de servicios gestionados en busca de ayuda, especialmente en las áreas de seguridad de red, MPLS y VPN”.
El desafío de la convergencia
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“Las ventajas de IP como protocolo común para la voz y los datos son muchas pero hay que admitir que supone un desafío para el departamento de TI, puesto que un fallo en la red convergente puede dejar a la empresa incomunicada, fuera del negocio temporalmente”, explica Reyes Martínez. Como recoge el informe de Quocirca, los responsables de TI sondeados aseguran carecer de los recursos y el personal adecuadamente formado para gestionar de forma proactiva las cada vez más funcionalidades que ofrece una red convergente, como VPN, telefonía interna y externa, wireless o aplicaciones de video.
Las redes IP convergentes aportan importantes beneficios económicos, tanto en el momento del despliegue como en su posterior gestión y mantenimiento, ofreciendo una rápida recuperación de las inversiones. Para Reyes Martínez, consulting manager de CA, “el protocolo IP ha alcanzado la madurez suficiente para que las empresas lo tomen como estándar en la transmisión de datos, además de ser la vía para la conexión a Internet. Sin embargo, la convergencia de redes aún debe madurar y las soluciones convergentes han de ser capaces de soportar esta transición”.
La presencia de IP en las redes de empresa es prácticamente total. Así lo demuestra un estudio elaborado por la firma analista Quocirca para CA, “Managing 21 Century Networks”, que concluye que los 473 responsables de TI de Europa y Oriente Medio encuestados cuentan con redes informáticas IP. Pero, además, la mayoría de ellos ya están utilizando o piensan utilizar redes IP también para su telefonía interna y externa y para las comunicaciones de vídeo. Sin embargo, en la implantación de una red IP convergente no todo son ventajas, ya que según revela el estudio, el éxito de estas soluciones depende de la gestión que se realice a posteriori. Aunque las empresas dependen de IP para la mayoría de sus comunicaciones, no existe conexión entre la importancia de las aplicaciones que funcionan bajo este protocolo y la capacidad de los directores de TI para gestionar proactivamente las tecnologías clave de red, como MPLS (Multi-Protocol Label Switching) y la VoIP.
Uno de los problemas a los que se enfrentan los responsables de TI es que sus actuales herramientas no son suficientes para conseguir un acceso rápido a la información relacionada con los problemas de gestión de red y su impacto en el negocio. De hecho, el 40% de las respuestas reconoce que su capacidad para gestionar la VoIP es inadecuada. “Entre los responsables de TI existe la percepción generalizada de que no les es posible acceder con rapidez a la información relacionada con los problemas de la red para averiguar su origen y sus consecuencias. Carecen de las herramientas que les permitan un acceso inmediato a la información básica para resolver los problemas, por lo que no pueden frenar el impacto que tienen en los servicios TI y, por supuesto, en el negocio”, comenta Reyes Martínez. Este inconveniente hace a las empresas más vulnerables, ya que un fallo en la red IP podría provocar una caída total en las comunicaciones.
Esta vulnerabilidad es extensible a las amenazas externas que puede sufrir la estructura de comunicaciones cuando surgen problemas. Las soluciones tradicionales de seguridad optaban por acometer las problemáticas de la protección de la red sectorialmente, abordando cada amenaza de forma independiente con cortafuegos, IPS, antivirus, antispam y antispyware. Y, aunque estas herramientas han ido evolucionando con el mercado, por separado no pueden combatir ataques sofisticados. Para Reyes Martínez, lo que precisan las empresas es “una visión global de los distintos elementos de seguridad , con una gestión de auditoria integrada (SIM- Security Information Management) capaz de detectar cualquier incidencia en tiempo real, y determinar el alcance y las contramedidas a aplicar para contener el ataque”.
Pero todas estas carencias pueden resolverse con las tecnologías de gestión adecuada. “Una buena gestión de las redes IP es una de las tareas más críticas asignadas a los departamentos de comunicaciones y TI. Por ello, habrán de dotarse de soluciones que automaticen los procesos manuales o hasta ahora inexistentes, y liberar al personal para realizar otras tareas de carácter más estratégico. La premisa para gestionar una red convergente es una gestión sana y eficiente de la red IP de datos que permita extender y aplicar las mismas técnicas a la red convergente, ofreciendo mayor capacidad y calidad en el momento de la migración”.
Selección de herramientas
Elegir las herramientas de gestión apropiadas es una decisión crítica para los directores de TI si quieren garantizar la disponibilidad, seguridad y alto rendimiento de la red, manteniendo además la conexión entre el negocio y los usuarios internos y externos. Estas herramientas deben aportar características de gestión proactiva y soportar también las tecnologías heredadas para ayudar a garantizar el rendimiento de las redes de voz antes, durante y después de la migración a VoIP. Asimismo, deben abarcar todos los niveles de la infraestructura de forma integrada: la red de datos en el nivel más básico, la VoIP y la calidad de servicio en un nivel superior, y por encima, el uso del ancho de banda y el rendimiento de las aplicaciones.
Toda esta problemática está haciendo que muchas organizaciones estén optando por la ayuda externa que proporcionan los proveedores de servicios gestionados (MSP). De hecho, el 88% de las empresas encuestadas ya utilizan o piensan utilizar servicios gestionados para garantizar la seguridad de la red, superar las carencias de las capacidades de gestión, obtener información sobre problemas con mayor rapidez y el mantenimiento de los acuerdo de nivel de servicio comprometidos con el negocio. “Considerando la dificultad que entraña gestionar una red con miles de dispositivos, no es sorprendente que las empresas vuelvan su mirada hacia los proveedores de servicios gestionados en busca de ayuda, especialmente en las áreas de seguridad de red, MPLS y VPN”.
El desafío de la convergencia
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“Las ventajas de IP como protocolo común para la voz y los datos son muchas pero hay que admitir que supone un desafío para el departamento de TI, puesto que un fallo en la red convergente puede dejar a la empresa incomunicada, fuera del negocio temporalmente”, explica Reyes Martínez. Como recoge el informe de Quocirca, los responsables de TI sondeados aseguran carecer de los recursos y el personal adecuadamente formado para gestionar de forma proactiva las cada vez más funcionalidades que ofrece una red convergente, como VPN, telefonía interna y externa, wireless o aplicaciones de video.
