¿WiMAX o LTE?

Como tecnología emergente, durante los últimos meses WiMAX está ampliando considerablemente su presencia, pero el éxito de HSPA y, a más largo plazo, de LTE, podría restarle oportunidades.

Como ha sucedido con otras tecnologías en otras ocasiones, la historia de WiMAX ha venido marcada por la búsqueda de su propio hueco de mercado, al surgir como tecnología puente entre los sistemas wireless y los móviles. Sobre todo desde la aparición de su versión móvil (802.16e-2005), esta alternativa y su industria asociada lucha por sobrevivir frente a un Wi-Fi cada vez con mayores velocidades y una 3G que, poco a poco, se consolida como medio de acceso móvil a Internet y a las redes corporativas. Es comprensible que en este emparedado tecnológico y comercial en el que se mueve WiMAX, las expectativas sobre su viabilidad a largo plazo sean contradictorias. Tan fácil es encontrar prospectivas optimistas como pesimistas, si bien no siempre las conclusiones de expertos y analistas estén tan enfrentadas como pudiera parecer en un principio. Simplemente, unos ven el vaso medio lleno y otros medio vacío. Y lo que para algunos es una solución que logrará consolidarse no sólo en los mercados emergentes, donde escasean las infraestructuras fijas, para otros sólo conseguirá un nicho limitado ante la imparable evolución de los sistemas móviles de tercera y cuarta generación. También los hay que abogan por la integración de las dos opciones como vía unificada hacia la 4G.
En el bando de los escépticos, pese a reconocer que WiMAX está viviendo un buen momento, muchos creen que nunca llegará ser una tecnología masiva mundialmente, ni siquiera a largo plazo. Estos expertos y firmas consultoras ponen su éxito en entredicho ante la superioridad de HSPA y las prometidas ventajas de LTE (Long Term Evolution). Según Informa Telecom & Media, en 2013 HSPA tendrá 1.000 millones de usuarios, casi 10 veces lo que WiMAX, que contará con 103 millones de abonados en ese año.

Pros y contras
De acuerdo con las conclusiones de la segunda edición de “WiMAX Broadband Convergence: Emerging Fixed, Portable & Mobile Internet Markets”, recién publicada por la firma consultora, el mercado asociado a WiMAX está avanzando considerablemente en los últimos meses, especialmente por la aparición de productos certificados, el lanzamiento de servicios por parte de grandes operadores y la tan esperada llegada de la tecnología a los portátiles y otros tipos de dispositivos. Por encima de todo, WiMAX está cobrando fuerza en muchos mercados emergentes, gracias a la concurrencia en estas regiones de tres factores: la disponibilidad de frecuencias, la existencia de una enorme demanda de banda ancha y la creciente disponibilidad de dispositivos a precios asequibles. De hecho, la consultora espera que, en 2013, el 24% de los usuarios de banda ancha de India utilicen accesos WiMAX, cuando ahora no superan el 7%.
Sin embargo, Informa Telecom & Media cree que durante los próximos años la industria que apoya a WiMAX se verá forzada a cambiar sus estrategias, ante el éxito creciente de HSPA en muchos mercados de todo el mundo, así como al gran respaldo que está consiguiendo LTE por parte de los principales operadores, como Vodafone y China Mobile. Como ejemplo, en el estudio se recoge el caso de Korea Telecom, cuyo servicio WiBro –una modalidad coreana de WiMAX– contaba con 200.000 abonados el pasado mayo, una cifra muy inferior a la prevista por el operador cuando lo abrió comercialmente en junio de 2006. Por el contrario, los servicios HSDPA que KTF –la división móvil de KT– puso en marcha en marzo de 2007 ya contaban con 4,8 millones de usuarios sólo un año después.
WiMAX se enfrenta además a la grave crisis financiera actual, puesto que este tipo de servicios está entrando en una fase de despliegue que requiere inversiones intensivas de capital hoy difíciles de conseguir. Obviamente, la crisis crediticia también puede retrasar los despliegues de los sistemas rivales, pero al día de hoy HSDPA ya tiene una presencia consolidada y los de LTE no comenzarán hasta 2010.
Ante estas circunstancias, la consultora recomienda a los operadores de WiMAX utilizar este tipo de servicios como plataforma para nuevos modelos de negocio, dispositivos y aplicaciones innovadoras, a fin de poder superar los retos competitivos que supone la generalización de los servicios móviles de banda ancha. Una opción que presenta numerosas ventajas sobre WiMAX, como su compatibilidad con los equipos GPRS y UMTS, su cobertura prácticamente global y el volumen de inversiones puesto en marcha para su despliegue.
Las conclusiones de Informa Telecom & Media suponen un jarro de agua fría sobre las altas expectativas generadas en torno a WiMAX por algunos sectores de opinión, aunque no impiden que durante los dos o tres próximos años este tipo de servicios alcancen ciertos avances, sobre todo en los merados emergentes y en las zonas rurales de los países más avanzados. Así lo veía ABI Research en un estudio lanzado en octubre de 2007, donde –pese a coincidir con Informa Telecom & Research en datar en 2012 el inicio de la decadencia de WiMAX– se reconocía que, sobre todo durante 2008 y 2009, esta tecnología vivirá una época de gloria antes de ceder su puesto a la banda ancha móvil y especialmente a la nueva generación LTE. Para ABI Research, esto será posible gracias a los dos años que WiMAX lleva por delante a LTE, ventaja que le permitirá disponer de una base, para 2012, de 95 millones de equipos conectados y 200 millones de periféricos móviles.

Dos años de espera
Sin embargo, los buenos pronósticos de la consultora sobre el estado de WiMAX en 2009 no parece que, un año después de ser planteados, vayan a cumplirse tan alegremente. Pese a la apertura de cada vez más servicios basados en este tecnología en todo el mundo, no se está siguiendo el ritmo previsto inicialmente. Una ralentización en la que también influirá la actual crisis financiera y en la que en Estados Unidos tuvo mucho que ver el parón dado por Sprint Nextel y Clearwire al deshacer en noviembre de 2007 el acuerdo que les unía para la construcción de la que hubiera sido la primera red WiMAX a escala nacional. La decisión enfrió una de las mayores esperanzas puesta por la industria en la viabilidad a gran escala de este tipo de soluciones wireless.
La verdadera realidad de los despliegues de WiMAX durante 2008 lleva a Gartner incluso a recomendar a las empresas paralizar sus inversiones en esta tecnología hasta que esté más ampliamente desplegada en el mundo y hasta que los fabricantes tengan más dispositivos duales compatibles con las redes de telefonía móvil. En general, la consultora no cree que las redes WiMax estén comercialmente disponibles hasta dentro de dos años, por lo que, hasta entonces, estaremos ante una tecnología de nicho que tendrá más utilidad en zonas rurales donde todavía no ha llegado la banda ancha.
Uno de los grandes inconvenientes contra los que ha de luchar WiMax, según Gartner, es su falta de cobertura global, ya que, por lo general, las operadoras comienzan su despliegue en un número limitado de ciudades. Asimismo, la consultora está convencida de que los usuarios profesionales prefieren disponer de terminales de voz y datos tanto sobre redes WiMAX como de telefoní

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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