El auge de los smartphones plantea nuevos retos a las empresas
Aunque en una magnitud menor que el enorme potencial de crecimiento de las economías emergentes, un factor que está contrarrestando los efectos negativos de la saturación del mercado de móviles en los países más desarrollados es el auge de los dispositivos inteligentes para uso profesional. El pasado abril, IDC publicaba un estudio donde se afirmaba que “el continuo crecimiento en el segmento de bajo coste hará que el precio medio de venta sea inferior que en el pasado, pero se verá compensado de algún modo con la fuerte expansión que se espera en el segmento de terminales móviles convergentes o smartphones, especialmente en los mercados maduros”. Ahora, en el informe “Movilidad Corporativa 2008: el reto de la gestión”, recientemente publicado en colaboración con Sybase, la consultora insiste en tal pronóstico, adelantando que en 2011 el número de dispositivos móviles para la empresa se habrá multiplicado por cinco. Evolución sin duda positiva para el mercado, pero que plantea serios retos de gestión para los responsables TI. Valga como ejemplos sólo estos dos datos: según el citado estudio, el 50% de las empresas que ha sufrido una fuga de información corporativa se debió a un ordenador portátil robado o perdido, y el 33% a la pérdida o robo de un dispositivo móvil.
La compra de móviles a partir de criterios personales provoca en la empresa una divergencia de dispositivos convergentes que operan bajo distintos sistemas operativos y que han de ser gestionados integralmente y protegidos por criterios de seguridad corporativa. Para resolver esta problemática, Sybase e IDC proponen un enfoque proactivo que, anticipándose a los problemas, implante en la empresa una estrategia global de movilidad capaz de dar respuesta a las diferentes necesidades de cada usuario. Esta política de movilidad ha de segmentar a los trabajadores móviles por perfiles para pasar, más tarde, a definir las necesidades empresariales y tecnológicas de cada uno de ellos. A este objeto, se han de seguir criterios como el grado de movilidad requerido por cada usuario, la necesidad de acceso a la información, las aplicaciones necesarias y el nivel de confidencialidad de la información que se maneja. Las empresas que instalen cualquier aplicación móvil, incluido el correo electrónico, han de tratar los dispositivos móviles convergentes como cualquier otro dispositivo que se conecte a la red con capacidad para almacenar información crítica.
En cuanto a los aspectos de gestión, se han de tener en cuenta factores como la compatibilidad con la infraestructura existente, la escalabilidad, la capacidad para cumplir las normativas vigentes y la facilidad de uso. Por lo que se refiere a la seguridad, es importante que el dispositivo ofrezca funcionalidades de borrado y bloqueo en caso de pérdida o robo. Disponer de una funcionalidad de copias de seguridad y recuperación reviste idéntica importancia para mantener la productividad de los trabajadores móviles. Esto motiva que la demanda de estas funcionalidades sea cada vez mayor.
Consolidación de los sistemas operativos
La diversidad de sistemas operativos móviles es uno de los retos de gestión a los que se enfrentan los responsables de TI de las empresas. Un problema que, pese a la tendencia hacia una cierta consolidación de estas distintas plataformas, seguirá presente mucho tiempo. Aunque los expertos participantes en la conferencia CTIA Wireless IT & Entertainment, celebrada el mes pasado en San Francisco (Estados Unidos), pronosticaban la reducción del número de plataformas móviles de código abierto hoy disponibles, ésta sería sólo una más de las múltiples alternativas en el mercado, entre las que también aparecen Windows Mobile de Microsoft, el software iPhone de Apple y otras soluciones propietarias que corren sobre teléfonos de gama media y baja.
En el ámbito del código abierto, tanto LiMo Foundation como Google trabajan por separados en el desarrollo de sistemas operativos basados en Linux incompatibles entre sí. Además, Symbian anunció recientemente sus planes para convertir su sistema operativo en software de código abierto. Sin embargo, algunos observadores especulan sobre la posibilidad de que se esté trabajando oficiosamente en la convergencia de diversas combinaciones de todas estas plataformas abiertas.
