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¿Cloud computing para todo?

El nuevo modelo cloud computing puede ser una alternativa atractiva y rentable para muchas aplicaciones y procesos corporativos, pero no cuando las competencias centrales del negocio están en juego.
Cloud computing ha sido uno de los temas candentes del sector y quizá el más popular durante todo 2009; un fenómeno que durante 2010 no hará sino crecer. Y no sólo dentro de los departamentos TI. Directivos y empleados de otras áreas de la empresa comienzan a interesarse por este nuevo modelo de entrega de las TI. Los CEO, siempre con el presupuesto en mente, están animando a los responsables TI a evaluar la opción de cloud computing como un modo de reducir el volumen del caro hardware presente en sus centros de datos. Una preocupación que comparten los CFO, los más preocupados por contener los costes asociados a los nuevos proyectos. Hasta los empleados con más experiencia en tecnología se están dejando llevar por el lado más cool de esta nueva tendencia.
Pero lo cierto es que el numero de empresas que ya han desplegado cloud computing sigue siendo pequeño. De hecho, el Infraestructure Executive Council del Corporate Executive Board no espera que hasta 2012 se produzca una adopción masiva del modelo, considerando como tal su implementación por al menos el 50% de las empresas. E incluso entonces, su presencia en las organizaciones no será generalizada, pues sólo se utilizarán algunos de los servicios que caen bajo el paraguas global de cloud computing.
En cualquier caso, los departamentos TI, grandes y pequeños, se sienten hoy obligados a conocer el potencial de cloud computing para ahorrar dinero, reducir sobrecargas e incrementar eficiencia y flexibilidad.
Es más, aquellos responsables de tecnología que todavía no sienten tal necesidad pueden encontrarse con la sorpresa de que algunos de sus usuarios ya lo estén haciendo por su cuenta. Valga de ejemplo el caso de los desarrolladores de aplicaciones, que, según Forrester Research, ya están utilizando en muchos casos la informática en nube de espaldas al departamento TI. Por ello, asegura la consultora, conviene que los responsables tecnológicos tomen la iniciativa antes de perder el control de la incursión de sus organizaciones en el nuevo modelo, como ha ocurrido antes con otras tecnologías y servicios. Todo este interés por cloud computing –tan inmaduro aún en muchas áreas– está animando la aparición de las primeras best practices con las que acercarse al modelo. En un informe publicado el pasado septiembre, Forrester Research identificaba las siguientes: realizar pruebas funcionales y de escalabilidad; desplegar aplicaciones Web enormemente volátiles y de corta vida; y efectuar análisis de computación de alto rendimiento de tipo grid.
Pero ¿por dónde empezar? ¿Cómo saber si la cultura corporativa se adapta bien a dejar en manos de terceros ciertos procesos y aplicaciones a través de la Web? ¿Qué expectativas deben cumplir los proveedores de servicios a contratar? ¿Cómo medir el éxito -o el fracaso- de un proyecto de cloud computing? No son cuestiones para tomar a la ligera, puesto que el futuro del modelo cloud en la empresa dependerá de como sea percibido en un primer momento. Network World ha reunido los consejos de directivos TI, analistas y expertos sobre cómo determinar qué aplicaciones, tareas y servicios corporativos son más idóneos para la nube.

Identificando el proyecto correcto
Corporate Executive Board, a través de sus Infrastructure Executive Council y Data Center Operations Council, liderados por Mark Tonsectic, ha estudiado el modo de adoptar cloud computing en la empresa. Para Tonsectic, resulta fundamental encontrar un proyecto que soporte una oportunidad de negocio y pueda ser fácilmente pasado a la nube a fin de ahorrar costes y recursos, pero que no afecte a las competencias centrales de la organización para que no implique riesgos de seguridad. En otras palabras, un proyecto que lleve a la nube algunas o todas las funciones mejorando los resultados de la compañía, pero que no aboque al desastre a laorganización si la disponibilidad o la seguridad se vieran comprometidas.
Tonsetic no es el único en aconsejar a las empresas introducirse con prudencia en la nube. Es un hecho que en los departamentos TI cunde la preocupación sobre las posibles implicaciones de cloud computing en los temas de seguridad al llevar información sensible más allá de los límites del centro de datos. No son miedos injustificados, teniendo en cuenta los fallos de gran calado registrados recientemente por Google y Microsoft, por citar sólo dos. La disponibilidad es un problema real.
The Scooter Store, fabricante estadounidense de sillas de ruedas eléctricas y otros medios de desplazamiento para personas con movilidad limitada, ha reemplazado la hoja de cálculo Excel utilizada por sus representantes de ventas remotos para guardar contactos por una aplicación de cloud computing de gestión de relaciones con el cliente de Salesforce.com. Además, el departamento TI ha trabajado en colaboración con el departamento jurídico para lanzar una aplicación de seguimiento de documentos basado en la nube que los usuarios pueden compartir con abogados externos. También el departamento de recursos humanos de la compañía utiliza el modelo para mantener los registros de formación de los empleados.
Ninguno de estos proyectos son de misión crítica o sensibles al tiempo, ni comprometen información altamente confidencial o que haya de ser integrada en sistemas residentes en el centro de datos interno. Por ello resultan idóneos para cloud computing. Y así debería ser en todos los casos, según Forrester Research, si las funcionalidades creadas internamente son maduras, seguras y protegen la información. Un caso distinto son las empresas de nueva creación porque, en esas circunstancias, con sólo ser prudente y garantizar la seguridad y la disponibilidad, pasar a la nube incluso las funciones de misión crítica puede ser una solución rentable.

Lo fundamental, dentro
Incluso las organizaciones que han pasado a la nube grandes porciones de su negocio se muestran reacias a confiar a cloud computing funciones que suponen una ventaja competitiva. La firma de software Modevity LLC utiliza el modelo cloud como software-as-a-service para dos de sus tres aplicaciones de gestión de derechos digitales (DRM). Después de dedicar mucho tiempo buscando un proveedor de servicios cloud con un servicio al cliente suficientemente fiable como para no jugarse su reputación, la compañía eligió Verizon Business. Según Thomas Canova, uno de los fu

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