Dentro de la nube

Cloud computing

El auge de cloud computing es tal que pocos ven ya el futuro de las TI sin reservar a esta tendencia uno de los espacios protagonistas. Pero como sucede con las tecnologías de moda, los mensajes se multiplican añadiendo confusión. Por ello, queremos volver a las bases de este nuevo modelo de entrega de hardware y software de la forma más didáctica para aclarar conceptos y despejar el camino de adopción.

Todo el mundo habla de cloud computing, sin que ello signifique que todo el mundo hable de lo mismo. Y si en el propio concepto de esta nueva tendencia no siempre se coincide, menos cuando se habla de los retos y problemas que introduce. Una buena manera de empezar a ponernos de acuerdo es acercarse a esta tecnología en la forma básica de preguntas y respuestas, recurso didáctico tan elemental como útil. A partir de diversos trabajos de la edición norteamericana de NW y de nuestro servicio internacional IDG News Service, así como de informaciones propias, agrupamos tales cuestiones en tres apartados que consideramos básicos y que tratan de dar una respuesta clara y concisa a qué es y qué aporta cloud computing, sus pros y contras, y las cuestiones a considerar a la hora de contratar este tipo de servicios.

Qué es, qué aporta
¿Qué es cloud computing? Definiciones de cloud computing hay muchas. Cada experto, cada firma de análisis de mercados tiene la suya propia. Pero ninguna, por pura economía lingüística, abarca todos los matices a tener en cuenta. Para partir de una idea básica común, se podrían extraer los conceptos centrales de la definición de Gartner, que entiende por cloud computing un modelo de computación bajo demanda el que, en la forma de servicio, múltiples clientes acceden a capacidades TI por medio de tecnologías Internet. Si añadimos a esta descripción la utilización de interfaces de autoservicio que permiten a los clientes adquirir recursos en cualquier momento y dejar de usarlos al instante cuando ya no sean necesarios, habremos dibujado una imagen muy aproximada de lo que hoy se puede entender por cloud computing.
Como se desprende de la anterior definición, cloud computing no es realmente una tecnología en sí misma. Más bien es un enfoque para construir servicios TI que saquen el máximo partido a la potencia creciente de los servidores y a las tecnologías de virtualización. Gracias a la virtualización, varios servidores agrupados en grandes pools pueden ser divididos en múltiples máquinas virtuales fácilmente accesibles.
¿En qué se diferencia de los modelos bajo demanda, utility y grid computing? Por su propia naturaleza, cloud se ofrece bajo demanda e incluye atributos previamente asociados a los modelos grid y utility. Grid computing es la capacidad de dedicar grandes cantidades de recursos informáticos independientes a realizar tareas complejas, y por utility computing se entiende el suministro de recursos informáticos como un servicio bajo el modelo de pago por uso. La llegada conjunta de todos estos atributos está haciendo más excitante el modelo de entrega de TI de cloud computing.
Para Nicholas Carr, autor de “The Big Switch” y “Does IT Matter”, “la expresión cloud computing no comunica lo que realmente es este nuevo enfoque, mientras que la palabra utility al menos ofrece una analogía con la realidad. Sin embargo, creo que grid computing, utility computing y cloud computing son todas parte de la misma tendencia”. Carr no es el único que piensa que cloud no es la mejor palabra para describir la transición actual a modelos de entrega de las TI basados en la Web. Para Frank Gens, analista de IDC, tendría más sentido referirse a cloud computing como servicios de negocio online.
¿Qué es una cloud pública? En pocas palabras, potencialmente un servicio cloud computing está a disposición de cualquiera que disponga de una conexión de red y una tarjeta de crédito válida. “Las nubes públicas son infraestructuras compartidas bajo el modelo de pago por uso. En concreto, son infraestructuras fácilmente accesibles, virtualizadas, compartidas y gestionadas a través de un portal de autoservicio”, explica James Stten, analista de Forrester Research.
¿Qué es una cloud privada? Las clouds privadas siguen los mismos modelos de entrega de los proveedores de clouds públicas, pero lo hace de firewall para adentro, en beneficio exclusivo de los usuarios de la empresa. En general, se trata de entornos altamente virtualizados, con pools de recursos de TI masivos fácilmente gestionables. Y como en las clouds públicas, la entrega de servicios puede realizarse a través de una interfaz web y atributos de autoservicio. En definitiva, este tipo de clouds, aunque aportan muchos de los beneficios de cloud computing, son de propiedad privada, se gestionan internamente y su acceso se ve limitado a la propia empresa o a su cadena de valor (socios, proveedores, clientes).
Si bien el modelo de informática en nube cada vez tiene mayor predicamento entre las organizaciones, las grandes empresas se muestran más interesadas por su vertiente privada, ya que las nubes públicas todavía no son lo suficiente escalables ni fiables como para pasar todos los recursos TI corporativos a los proveedores de servicios cloud. Para Nicholas Carr, “lo primero que debe hacer una gran empresa antes de que llegue el momento de pasar todos sus recursos a una nube pública es reconstruir las propias TI internas siguiendo una arquitectura de tipo cloud computing, ya que los servicios cloud de terceros todavía no ofrecen ni la escalabilidad ni la fiabilidad requerida”.
¿Es lo mismo cloud computing que SaaS? Se podría decir que el software-as-a-service (SaaS) está evolucionando hacia cloud computing aprovechando la facilidad con que se puede acceder a los servicios TI a través de la Web. Aunque los proveedores de SaaS originalmente no utilizaron la palabra cloud para describir sus ofertas, los analistas ahora consideran este modelo de entrega como uno de los diversos segmentos del mercado cloud computing.
¿Qué tipos de servicios ofrece el modelo cloud? Los servicios cloud se dividen en tres grandes categorías: software-as-a-service, infrastructure-as-a-service, and platform-as-a-service. SaaS es bien conocido y consiste en aplicaciones de software suministradas por la Web. Infrastructure-as-a-service se refiere al acceso remoto a capacidad de servidor y de almacenamiento, mientras que platform-as-a-service es una plataforma de software y de computación que permite a los desarrolladores construir y desplegar aplicaciones web sobre una infraestructura hospedada.
¿Cómo se cobran estos servicios? Los proveedores de SaaS llevan tiempo vendiendo software según el modelo de pago por uso, evitando así a los clientes quedar bloqueados en acuerdos de licencias a largo plazo. Los proveedores de infraestructura cloud como Amazon están haciendo lo mismo. Por ejemplo, el servicio Elastic Compute Cloud de la compañía carga por uso y hora en función de la capacidad de servidor utilizado. Un pequeño servidor Linux cuesta alrededor de unos cuantos céntimos la hora, cifra que para un servidor Windows de mayor capacidad puede llegar al euro. Las clouds de almacenamiento se mueven en una banda de precios parecida según capacidad. Por ejemplo, Nirvanix parte de alrededor de 20 céntimos por gigabyte al mes, con incrementos adicionales para cada carga y descarga.
¿Qué tipos de aplicaciones pueden corr

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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