Wi-Fi público: en busca de modelos de negocio

En nuestro país, los servicios de acceso público basados en redes locales inalámbricas Wi-Fi (Wireless Fidelity) constituyen un mercado con un gran potencial pero todavía incipiente. La oferta está fragmentada, y destacan los jugadores de pequeño tamaño, aunque los grandes operadores no pierden de vista esta oportunidad. Pero los modelos de negocio en muchos casos están aún por definir.

La clave del que se ha dado en llamar Wi-Fi público está en cómo sacarle rendimiento a la tecnología, que parece subir como la espuma. La cuestión es que el acceso a los hotspots en muchos casos es gratuito. Hay empresas que prefieren dar este servicio a sus clientes como un complemento de su oferta. También hay usuarios que emplean Wi-Fi para compartir sus conexiones a Internet de banda ancha sin ánimo de lucro.
Las barreras de entrada son bajas. En primer lugar, Wi-Fi no precisa la obtención de licencias por uso del espectro radioeléctrico, sobre todo cuando emplea las frecuencias de uso libre de 2,4 GHz; por lo que respecta a la banda de 5 GHz, se espera que durante la conferencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que se estaba celebrando al cierre de este número también se deje libre en Europa. Asimismo, es baja la barrera que suponen las inversiones necesarias para montar hotspots. Según Carlos Riopedre, director comercial de Kubi Wireless, hacer una instalación sencilla en un hotel de unas 150 habitaciones supone alrededor de 25.000 euros, aunque dependiendo de cada caso, ya que se esa cifra "se puede multiplicarlo por 1,5 ó 2, o podría reducirse a la mitad".

Crecimientos y estrategias
Todo esto hace que los hotspots proliferen: según IDC, en 2007 en el mundo habrá más de 186.000 hotspots comerciales, de los cuales el 17,5 % estarán en Europa, con tasas de crecimiento acumulado del 57%. En España, de los 15 modestos hotspots comerciales que la consultora calcula para 2002 pasaremos a 1.218 dentro de cuatro años. 2003 se cerrará en nuestro país con 55.597 usuarios de Wi-Fi de pago, de los cuales dos tercios lo serán de forma esporádica. La situación, según IDC, cambiará en 2007, momento en que habrá 443.774 usuarios de Wi-Fi de pago, de los que el 68% serán suscriptores y tan sólo el 10% usuarios ocasionales. En cuanto a ingresos por servicios, IDC prevé para este año que los proveedores de accesos públicos de este tipo obtengan 6,6 millones de euros, cifra que en 2007 ascenderá a 87,4 millones, de los que el 80% provendrá de suscriptores, y el 16% de clientes de prepago.
Las estrategias para abordar la explotación de puntos de acceso público inalámbrico de pago son diversas. Hay compañías que optan por instalar hotspots en lugares de alto tránsito de viajeros. Otras no le hacen ascos al mercado residencial y al empresarial. Las hay con vocación de operadores de redes Wi-Fi, o también con ganas de convertirse en WISP (Wireless ISP). Además hay fabricantes, suministradores e instaladores que trabajan para estas compañías que ofrecen servicios Wi-Fi, y que también venden o instalan accesos privados para las empresas que no pueden o no quieren redes de área local basadas en cables.
En España los primeros en ofrecer servicios Wi-Fi han sido pequeñas empresas. Suenan nombres como Kubi Wireless o AWA. Telefónica también ha reaccionado rápido y el pasado mes de junio presentaba su propia oferta. Hasta BT Ignite está estudiando una estrategia para introducirse en este negocio, al igual que lo ha hecho ya en su país de origen. Otro WISP que acaba de incorporarse al mercado español es Big Wireless, que ha llegado a un acuerdo con el suministrador PicoPoint. Big Wireless tiene intención de centrarse en dar servicio a viajeros en aeropuertos, hoteles, centros de conferencias y exposiciones.

Usuarios viajeros
Uno de los pioneros, Kubi Wireless, también tiene un público objetivo similar: las 300.000 personas con portátil que viajan por motivos de trabajo. "Nos centramos en crear una red de acceso inalámbrica a Internet para las personas que viajan por razones de trabajo en lugares públicos como hoteles, aeropuertos, palacios de congresos, etcétera", afirma Carlos Riopedre, de Kubi Wireless. La compañía cobra 9 euros la hora de conexión, o 15 euros por 24 horas seguidas. Sus suscripciones de 300 minutos mensuales cuestan 30 euros, y las mensuales de uso ilimitado, 90 euros.
Kubi se constituyó en 2001 e inició su actividad comercial en enero de 2002 con la instalación del primer hotspot en el Hotel Majestic. Entre sus accionistas están dos sociedades de capital riesgo, Finavest e Invertec, está última perteneciente al entorno de la Generalitat de Cataluña. También son accionistas, su fundador, Anindya Ghosh, y el presidente de la compañía, Luis Malagarriga. A la redacción de este reportaje la compañía estaba cerrando una ampliación de capital.
En la actualidad Kubi tiene operativos 55 hotspots, en agosto tendrá 70, y espera llegar a fin de año con 150. Estos hotspots están ubicados sobre todo en hoteles y aeropuertos, principalmente en Barcelona y Madrid. También están instalados en menor número en Baleares, Canarias, Bilbao, Valencia y Sevilla. Unos dan cobertura total a todo el hotel donde están instalados, mientras que otros sólo parcial para zonas comunes, como recepción, salas de reuniones y cafetería.
Kubi monta sus redes con un ancho de banda de hasta 11 Mbps desde cada antena, a repartir entre 30 ó 40 usuarios, sobre un acceso ADSL de 2 Mbps. Para aumentar de capacidad allí donde sea necesario se estudia la instalación de otro acceso ADSL de 2 Mbps, aunque también están evaluando ofertas de LMDS de 4 Mbps. Trabajan con diversos proveedores de ADSL, como Colt o Comunitel; con este último tienen un acuerdo de comercialización para que sus clientes puedan acceder a los hotspots de Kubi. Emplean equipos de Cisco, y HP proporciona la consultoría de implantación de los hotspots. La instalación la subcontratan con HP o bien con otros instaladores, pero es el personal de Kubi quien supervisa todo el proceso.
La facturación de la compañía todavía es baja, aunque "este año estamos registrando un crecimiento del 20% mensual en las conexiones, cuando el año pasado esa tasa era del 4% ó 5% acumulado", explica el director comercial de Kubi, que espera alcanzar el punto de equilibrio en el segundo trimestre de 2004. En cuanto a inversiones, si 2003 es un año clave en el despliegue de la red, para 2004 también manejan planes ambiciosos. "El objetivo para el próximo año es seguir ampliando la red y sobre todo implantar el servicio de suscripción a través de partners, como ya hemos hecho con Comunitel". La idea es hacer una especie de marca blanca para que sean otros quienes vendan las suscripciones; de hecho, la compañía pronto hará públicos nuevos acuerdos con operadores e integradores.

Zonas rurales
AWA (Accesos Web Alternativos) es una empresa fundada en marzo de 2001, participada por cuatro inversores particulares españoles y presente, a través de sus filiales regionales, en el medio rural. La compañía inició la comercialización de sus productos y servicios a mediados de 2002, año en el que casi facturaron 250.000 euros, cifra que podría ascender a 2 millones de euros en 2003, según las previsione

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