Tendencias
“Algunas cosas cambian tan deprisa que las líneas entre el hoy y el mañana parecen desdibujarse. Hubo quienes predijeron hace una década –y ya es mérito– que la red acabaría siendo el ordenador, y muy descaminados no irían cuando los profetas oficiales hoy en candelero repiten la misma consigna cual visionarios. Otros apostaron por el mundo de la movilidad y lo remoto, y el auge actual de los laptops y de todas las tecnologías y productos relacionados con el acceso remoto avalan su puntería.
Pero a pesar de que en algunas ocasiones los vaticinios se cumplen, por lo general las líneas del presente y el futuro corren paralelas, nunca se cruzan. ¿Dónde está hoy la tecnología pen computing? ¿Por qué, como parecía inevitable e inminente hace una década, el PC todavía no ha relegado al olvido al viejo mainframe? ¿Qué nos movió a creer que la historia acababa en ATM, ciegos a la capacidad de regeneración y supervivencia de Ethernet? ¿Cómo todos los que estuvimos anunciando durante muchos años la muerte de TCP/IP a manos de OSI podemos seguir haciendo nuestro trabajo sin sonrojarnos?
Si pretendemos vislumbrar el futuro centrándonos exclusivamente en tecnologías concretas, lo más probable es que acabemos perdiendo el norte. Las tecnologías de la información, por mucho que nos pueda parecer cuando nos ponemos cara a cara frente a ellas en el trabajo diario, no son un fin en sí mismas, no son una isla. Al igual que todo en la vida, también están condicionadas por un conjunto de fuerzas globales interdependientes (economía, cultura, política, sociedad...) que dibujan en la práctica el contexto. Jugar a adivinos olvidando esta premisa básica puede ser divertido, pero nada más.”
Comunicaciones World, 1996
Es difícil saber si la actual crisis económica, más aguda aún en nuestro sector, acabará por postergar durante mucho tiempo las principales tendencias que ya se apuntan en el horizonte, pero lo cierto es que, al día de hoy, un manojo de novísimas tecnologías pujan por dominar el mercado.
Teniendo en cuenta los principios establecidos en la larguísima autocita que precede estas líneas, perfectamente válidos aún hoy, asumimos el riesgo de identificar ocho de las tecnologías que más ruído harán en los tiempos venideros. No están todas las que son, pero, desde luego, sí son todas las que están. Y para separar el grano del marketing, se abordan desde todas sus perspectivas, es decir, incluyendo también sus puntos flacos e incertidumbres. Sirva como una breve guía para acercarse con precaución al futuro inmediato.
Pero a pesar de que en algunas ocasiones los vaticinios se cumplen, por lo general las líneas del presente y el futuro corren paralelas, nunca se cruzan. ¿Dónde está hoy la tecnología pen computing? ¿Por qué, como parecía inevitable e inminente hace una década, el PC todavía no ha relegado al olvido al viejo mainframe? ¿Qué nos movió a creer que la historia acababa en ATM, ciegos a la capacidad de regeneración y supervivencia de Ethernet? ¿Cómo todos los que estuvimos anunciando durante muchos años la muerte de TCP/IP a manos de OSI podemos seguir haciendo nuestro trabajo sin sonrojarnos?
Si pretendemos vislumbrar el futuro centrándonos exclusivamente en tecnologías concretas, lo más probable es que acabemos perdiendo el norte. Las tecnologías de la información, por mucho que nos pueda parecer cuando nos ponemos cara a cara frente a ellas en el trabajo diario, no son un fin en sí mismas, no son una isla. Al igual que todo en la vida, también están condicionadas por un conjunto de fuerzas globales interdependientes (economía, cultura, política, sociedad...) que dibujan en la práctica el contexto. Jugar a adivinos olvidando esta premisa básica puede ser divertido, pero nada más.”
Comunicaciones World, 1996
Es difícil saber si la actual crisis económica, más aguda aún en nuestro sector, acabará por postergar durante mucho tiempo las principales tendencias que ya se apuntan en el horizonte, pero lo cierto es que, al día de hoy, un manojo de novísimas tecnologías pujan por dominar el mercado.
Teniendo en cuenta los principios establecidos en la larguísima autocita que precede estas líneas, perfectamente válidos aún hoy, asumimos el riesgo de identificar ocho de las tecnologías que más ruído harán en los tiempos venideros. No están todas las que son, pero, desde luego, sí son todas las que están. Y para separar el grano del marketing, se abordan desde todas sus perspectivas, es decir, incluyendo también sus puntos flacos e incertidumbres. Sirva como una breve guía para acercarse con precaución al futuro inmediato.
