Fuerzas Directrices
El pasado año fue testigo de un conjunto de
importantes acontecimientos en el mercado de las telecomunicaciones que determinarán el
contorno de la evolución de la industria durante los próximos cinco años. Estos cambios
incluyen el comienzo de una expansión masiva en el ancho de banda disponible en el
corazón de las redes. De hecho, se está instalando actualmente una enorme cantidad de
infraestructura de fibra para satisfacer la creciente demanda de capacidad. Entre los
proyectos hoy en día en desarrollo dentro de esta área cabe destacar la red Hermes, que
ofrece 100 Gbps y cuya capacidad se espera sea ampliada hasta 320 Gbps en 1999. Otro
consorcio liderado por France Telecom y Deutsche Telekom está también comprometido en el
tendido de un cable transatlántico de fibra, denominado TAT-14, que proporcionará 640
Gbps en el 2000. Por último, el proyecto Oxygen supone el desarrollo en diferentes fases
durante los próximos cinco años de una red mundial de fibra que proporcionará 640 Gbps
en cada uno de sus segmentos.En segundo
lugar, entre los recientes desarrollos más significativos para el sector se encuentra la
tecnología de multiplexación por división de onda (WDM - Wavelength Division
Multiplexing), que permitirá a los operadores incrementar en hasta 30 veces la capacidad
efectiva de sus infraestructuras de fibra. Además de su importancia en lo que se refiera
a la capacidad para aumentar el ancho de banda, WDM ofrece un alto potencial para el
desarrollo de redes completamente ópticas, en las cuales la conmutación y la
multiplexación se producen directamente sobre la señal luminosa en la fibra, sin
necesidad de conversión entre las señales ópticas y electrónicas.
También será fundamental como factor
transformador la liberalización en algunos países de la Unión Europea. En Alemania, por
ejemplo, las bajas tarifas de interconexión fijadas por los organismos reguladores han
llevado a una sustancial perdida en la participación de mercado de Deutsche Telekom.
El espectacular crecimiento en la importancia de
la voz sobre IP será asimismo uno de los fenómenos que marcarán la evolución del
sector a medio plazo. Aunque en un principio se consideraba poco más que un
"juguete" para internautas, la voz sobre IP ha ido progresivamente adquiriendo
un tratamiento más serio llegando a convertirse en una parcela de mercado con derecho
propio en la industria de las telecomunicaciones. De hecho, los operadores han comenzado a
tomar conciencia de las ventajas que ofrece este tipo de telefonía gracias a la inmunidad
frente a los regímenes de reglamentación de las telecomunicaciones de que todavía
disfruta, fenómeno que se traduce en la posibilidad de ofrecer llamadas de larga
distancia e internacionales a un bajo precio, tanto en la modalidad mayorista como
minorista.
Otro de los rasgos más destacables será el
continuo incremento en el tráfico de Internet, motivado principalmente por los usuarios
de correo electrónico y la World Wide Web. También contribuirá a ello la emergencia del
comercio electrónico. En Europa, alrededor de un uno por ciento de las transacciones
entre empresas se realizan a través de Internet, porcentaje que se espera llegue a
multiplicarse por diez en los próximos cinco años.
Por último, se producirá un considerable
desarrollo de los servicios de televisión digital, con la posibilidad de que ésta se
convierta, a largo plazo, en la forma de acceso a Internet elegida de manera generalizada
por el mercado de consumo.
|
Más datos que voz
Sin embargo, el desarrollo más
importante si atendemos a sus implicaciones a largo plazo es la inversión que se
producirá en la proporción entre los dos tipos de tráfico soportado por las redes de
las compañías de telecomunicaciones. Algunos operadores, como BT, ya han detectado que
sus redes llevan más datos que voz. El operador británico anunció el pasado mes de
octubre que su infraestructura nacional transporta hoy más datos que llamadas vocales, a
pesar del continuo crecimiento de estas últimas.La oleada de datos, además, no muestra indicios de un posible debilitamiento. El
tráfico de voz está creciendo a un ritmo del cinco por ciento anual, mientras que el de
datos lo hace en un 30 por ciento. La línea de equilibrio entre ambos está a punto de
cruzarse en los países desarrollados: en estas regiones, los datos serán claramente el
tráfico dominante antes del año 2003.
Según Ovum, para adaptarse al cambio los
operadores desarrollarán nuevas estrategias. El objetivo será migrar sus
infraestructuras actuales, orientadas a la voz aunque también soportan datos, a
plataformas multimedia especialmente diseñadas para datos con capacidades de transporte
de voz y otros tipos de tráfico. |