¿Qué piden los profesionales a Linux?

Más prestaciones en gestión de sistemas, seguridad mejorada, mayor soporte de drivers de terceros y una mayor integración entre sus distintas distribuciones son las principales reivindicaciones de los usuarios profesionales de Linux. También les gustaría ver una mayor adopción de los sistemas de fuente abierta por sus colegas, a medida que la evolución de este tipo de software les va convirtiendo en plataformas capaces de soportar incluso las tareas más críticas de los centros de datos.

Aunque Linux va entrando poco a poco en las empresas, para que llegue a convertirse en una de las principales alternativas en los centros de datos habrá de superar las barreras que en inglés recogen en el acrónimo FUD (fear, uncertainty, doubt), es decir, el miedo, la incertidumbre y la duda que todavía despierta en buena parte de los responsables de tecnologías de la información. Estos obstáculos de orden psicológico –pero no sólo–, siguen representando una traba en el camino de Linux hacia las corporaciones, pese a sus ventajas demostradas en cuanto a fiabilidad, rendimiento y ahorro de costes.
En este proceso, el compromiso de fabricantes como Dell, HP o IBM con el sistema operativo supone un impulso fundamental que jugará en su favor, pero antes tendrá que mejorar algunas cuestiones fundamentales para los usuarios profesionales y los responsables de TI. Lo que sigue es una lista de las principales demandas que hoy piden las empresas a Linux, extraídas de un debate realizado por IDG con doce profesionales de redes en Estados Unidos, cuyas conclusiones tienen validez universal.

1- Herramientas de monitorización. A medida que Linux va siendo desplegado en cada vez más áreas de los centros de datos, los usuarios demandan más y mejores medios de gestionar los sistemas, así como formas más sencillas de conseguir tales herramientas. Así, cuando una máquina se cuelga, les gustaría poder crear volcados del sistema por sí mismos o mediante terceros. Además, las herramientas de seguimiento del sistema deberían ser más útiles a la hora de señalar e identificar los problemas. No es que tales herramientas no existan; el problema fundamental es que muchos usuarios las desconocen. Es preciso una mayor difusión y un mejor marketing de las características del kernel de Linux para que los administradores de sistemas puedan localizarlas más rápidamente.
También deberían surgir más herramientas de gestión focalizadas en las máquinas Linux conectadas en red que hagan posible automatizar completamente la gestión de un gran número de sistemas. Estas herramientas permitirían reducir las tareas de administración del día a día para poder centrarse en tareas de mayor nivel. Es cierto que ya están apareciendo este tipo de soluciones y que la propia naturaleza de Linux está abierta a ellas, pero debería aumentar su número y prestaciones.

2- Fiabilidad. Las nuevas versiones del kernel de Linux han mejorado la fiabilidad del sistema operativo, pero los usuarios sigue pidiendo plataformas más robustas que aporten más opciones, por ejemplo, de recuperación de desastres. Así, habría que mejorar el software de backup y LVM 2 (Logical Volume Management)/EVMS (Enterprise Volume Management System). Igualmente, algunas aplicaciones de uso común deberían estar disponibles para ser utilizadas en cluster, como OpenLDAP, la implementación de fuente abierta de LDAP (www.openldap.org).

3- Seguridad. La seguridad sigue siendo una de las grandes cuestiones que Linux ha de afrontar para competir en igualdad de condiciones con Unix y Windows en las redes de empresa. En esta apuesta, es fundamental que los fabricantes apoyen las iniciativas que se están llevando actualmente para reforzar el sistema, como el proyecto Security-Enhanced Linux (SELinux), respaldado por la National Security Agency de Estados Unidos. Algunos usuarios ven en SELinux la promesa de un sistema operativo en general mucho más seguro capaz de sacar partido de los recientes ataques producidos contra los sistemas de Microsoft, que están suponiendo un punto de reflexión para los usuarios actuales de Windows. También ha de aumentar la formación de los administradores en estas cuestiones.

4- Simplicidad. Linux tiene fama de ser muy complejo y los usuarios del sistema operativo están deseando que esa imagen desaparezca. Es muy común oír hablar sobre la dificultad que entraña instalar y configurar Linux, comentarios que suelen ir unidos a la recomendación del sistema sólo para profesionales informáticos que sean, además de muy experimentados, verdaderos entusiastas del software de fuente abierta. Pero esta percepción podría variar con un marketing y una formación adecuados. Además, la disponibilidad de interfaces más intuitivas y de una buena documentación podría ayudar a crear un Linux más amigable. El Linux ideal sería un sistema más sensible y más sencillo de configurar por el usuario, con menos exigencias de mantenimiento y una más fácil actualización.

5- Soporte de hardware. Los usuarios demandan un mejor soporte en cuestiones como drivers de terceros, gestión de impresoras e interfaces gráficas. Existen ciertos drivers que exigen una versión específica del kernel de Linux, lo que dificulta integrar piezas diversas en el mismo sistema y la adaptación a las actualizaciones de seguridad. En cuanto a la impresión, habría que eliminar la necesidad de tener que crear y gestionar impresoras individualmente en cada sistema Linux. Sería deseable, pues, disponer de alguna clase de directorio que permita a los usuarios localizar y conectarse a las impresoras por sí mismos.

6- Cohesión. Los usuarios no quieren que suceda con Linux lo que pasó con Unix, del que los fabricantes crearon sus propias versiones, dificultando así portar aplicaciones entre ellas. Un enfoque más cohesivo daría como resultado un mejor sistema operativo.
El desarrollo de Linux debería estar más unificado. El carácter de mosaico que tienen hoy las distintas distribuciones del sistema operativo frenan la confianza en él de los profesionales, limitando su difusión. En este sentido, destaca la alianza UnitedLinux, consorcio de suministradores de productos y servicios en la que se integran los distribuidores del sistema de código abierto SuSE Linux (recientemente adquirido por Novell), Conectiva y TurboLinux. Este consorcio, en el que también participaba The SCO Group hasta hace pocos meses, nace de un esfuerzo por conseguir un conjunto básico común de características de configuración, funcionalidad y código estándar para distribuciones de Linux, de modo que las aplicaciones desarrolladas bajo UnitedLinux puedan beneficiarse de una tecnología base estandarizada en todos y cado uno de los productos que cubre la iniciativa.

7- Aplicaciones. A algunos usuarios que corren Linux y se enfrentan a algunas limitaciones a la hora de desplegar software les gustaría que el rango de aplicaciones soportado fuera más amplio, tanto en el cliente como en el servidor. El soporte de aplicaciones basadas en Windows podría ser un impulso definitivo para el sistema operativo. Existen ya organizaciones que se están planteando la adopción de Linux como solución de sobremesa, pero todavía es limitado el soporte de aplicaciones de terceros, aunque se está avanzando mucho en áreas como la emulación

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