Pago con tarjetas
Una de las primeras cuestiones por la que deben optar las firmas que pretendan vender sus productos a través de la Red es si aceptarán o no el pago mediante tarjetas de crédito por parte de personas desconocidas. Algunas deciden no hacerlo para evitar consecuencias indeseadas, como las operaciones fraudulentas, y prefieren establecer cuentas registradas para los clientes después de verificar determinadas informaciones básicas sobre sus antecedentes.
Aquellos que, por el contrario, consideren que merece la pena asumir el riesgo de posibles fraudes y aceptar números de tarjetas, han de procesar las órdenes utilizando encriptación de sesiones mediante Segure Sockets Layer (SSL). Esta tecnología, cuyo soporte está muy extendido entre los navegadores y servidores Web, presenta, no obstante, el inconveniente de dejar la información desencriptada en el servidor. Así, pues, los datos quedan expuestos a eventuales piratas informáticos e incluso a empleados poco escrupulosos, lo que justifica en cierta medida la reticencia de muchos usuarios a utilizar Internet como una plataforma para llevar a cabo determinadas compras de una forma rápida y cómoda.
Algunas grandes firmas como Visa International y MasterCard International han manifestado sus supicacias ante la utilización de tarjetas de crédito en Internet hasta que el estándar denominado Secure Electronic Transaction (SET), finalizado el pasado mes de junio, sea implementado masivamente en los servidores y navegadores Web. Para poder beneficiarse de las ventajas que supone la utilización de SET, comerciantes, bancos y usuarios de tarjetas de crédito necesitarán recibir previamente los denominados “certificados digitales”, cuya principal función consiste en autentificar a los agentes involucrados en una transacción comercial; esto es, a vendedores y compradores.
La actualización de los servidores comerciales con el soporte de este estándar exigirá considerables inversiones a las empresas que realizan actividades comerciales online, pero se espera que las firmas de tarjetas compensen en cierta medida este gasto mediante la reducción de las tarifas que cobran a los comerciantes. La explicación de esta generosidad radica en la confianza de que SET logre reducir el riesgo de las transacciones de crédito erróneas o improcedentes sobre la Red, y, en consecuencia, el coste que representan para las firmas expendedoras de tarjetas. SET hará posible la estandarización de los procesos de autenticación encriptados de extremo a extremo entre consumidores, comerciantes, bancos y entidades de tarjetas.
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