Presente y futuro del Vídeo Bajo Demanda (2)

El Vídeo Interactivo Bajo Demanda (IVoD) es un servicio por el que cada abonado puede elegir, en cualquier momento, el contenido audiovisual que desee y reproducirlo como lo haría al emplear un vídeo doméstico o un DVD. Para que este servicio se haga realidad, hace falta una gran capacidad de almacenamiento para el material audiovisual que ofrece el operador, así como un sistema de transmisión hasta el abonado, conocido como red.
Para que todo el servicio sea plenamente operativo es necesario contar con una solución que aporte alta disponibilidad, robustez, flexibilidad y protección de la inversión del operador. Basado en los conceptos de tiempo real, tanto su electrónica como su sistema operativo y su software están ajustados para sacar el mayor partido a la infraestructura. Para conseguir este rendimiento, cada elemento o Módulo de Vídeo Interactivo (IVM) tiene la autonomía suficiente para almacenar contenidos, procesar peticiones de usuarios y bombear el vídeo y el audio. Cuando varios IVM se interconectan se produce un intercambio de información de configuración del que resulta la agregación de todos. A partir de ese instante un software especializado se encarga de balancear la carga entre los elementos de forma automática y transparente, incluyendo la recuperación frente a posibles fallos de los componentes.

Protección de accesos y contenidos. Existe otro aspecto fundamental que debe tenerse en cuenta: la seguridad. Con el nivel de Protección de Acceso, o primer nivel, se evita que los usuarios no abonados al servicio se introduzcan en la red, utilicen recursos y puedan provocar destrozos. El nivel de Protección de Contenidos, o segundo nivel, evita que se utilicen con fines lucrativos (duplicación ilegal, creación fraudulenta de DVD, etc) los contenidos que adquieren como abonados de pleno derecho al servicio.
Los sistemas de Vídeo Bajo Demanda modernos utilizan codificaciones digitales de alto rendimiento que mantienen los niveles de calidad capaces de satisfacer a los espectadores más exigentes y reducen los costes de infraestructura de los operadores. Como el material audiovisual que entregan los servidores de los servicios de Vídeo Bajo Demanda están en formato digital y cifrado, es necesario que los abonados al servicio dispongan de un terminal decodificador. Con este terminal el usuario interactuará mediante un teclado o mando por infrarrojos, que se encargará de dialogar con los sistemas de información, presentar la Guía de Programación Electrónica, aceptar órdenes de navegación y controlar la sesión de Vídeo Bajo Demanda.

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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