Operadores móviles virtuales

La decisión de la UE de aceptar la recomendación de la CMT por la cual se obliga a los operadores móviles de red a atender las peticiones de acceso de terceros ha significado la vuelta al primer plano de la actualidad de los operadores móviles virtuales (OMV). Estos agentes, según su grado de complejidad, pueden ser simples proveedores de servicios, cuando poseen una infraestructura mínima destinada a la gestión básica de los clientes y carecen de infraestructura de red, o proveedores de servicios avanzados,cuando cuentan con mayor infraestructura para la gestión de clientes e incorporan infraestructura de red que les permite ofrecer servicios diferenciados del operador de red. Finalmente, también pueden ser operadores móviles virtuales completos, en el caso de que dispongan de una infraestructura de red completa, diferenciándose del operador sólo por el hecho de carecer de espectro radiológico y por tanto de la red de acceso asociada.
Uno de los factores clave a la hora de posicionarse en uno u otro tipo de OMV es el nivel de inversión requerido, que varía entre los miles de euros necesarios para un revendedor hasta las decenas de millones para un OMV completo. Asociado a lo anterior y también factor importante es el grado de dependencia del OMV respecto a su operador de red a la hora de definir una oferta diferenciada tanto en precio como en servicios. Dicha dependencia será tanto mayor cuanto menor sea el número de procesos soportados por el OMV o, lo que es lo mismo, existe una relación directa entre la inversión realizada y el grado de independencia frente al operador de red.
Frente a la concepción generalizada de que la irrupción de los OMV no supone ningún beneficio para los operadores de red, ha de señalarse que existen oportunidades tangibles para ambas partes. Desde el punto de vista de los operadores de red podríamos hablar de aspectos como la generación de nuevas fuentes de ingresos, así como de la venta de “airtime” sin coste de adquisición asociada de clientes. Otras ventajas para el operador es la consecución de ingresos marginales por clientes de difícil acceso y el incremento de la cuota de mercado.
Desde la perspectiva de los OMV podríamos destacar como beneficio la incorporación del componente móvil a los servicios de comunicación existentes, generando una oferta completa (cuádruple play), así como el acceso a mercados móviles para lo que no se dispone de licencia y la generación de nuevos canales de venta de servicios a los clientes ya existentes.
No obstante, los OMV pueden encontrar una serie de barreras para su desarrollo, entre las que podríamos destacar la resistencia por parte de los operadores de red al ser percibidos como una amenaza en lugar de una nueva fuente de ingresos, y el incremento continuado de los costes de marketing y adquisición de clientes. Además, podría haber dificultad para alcanzar una masa crítica de clientes en un mercado muy competitivo donde en algunos casos el mercado está saturado.
En resumen, la irrupción de los OMV en nuestro mercado puede ser beneficiosa para ambas partes, siempre que se basen en acuerdos de interés mutuo con compromisos de inversión y permanencia que permitan superar la reticencias iniciales que los operadores de red puedan tener.

Jesús Humanes, Director de Negocio de Telco de Atos Origin

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