Microsoft choca frontalmente con Europa

Tras el fracaso de las conversaciones entre Mario Monti, comisario de la competencia de la Unión Europea, y el director ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, para llegar a un acuerdo que corrigiera la política, a los ojos de Bruselas, anticompetitiva de Microsoft, el miércoles 24 de marzo, la Comisión Europea emitía una resolución antimonopolio contra el fabricante. Esta resolución incluye una multa, la mayor impuesta por Bruselas en toda su historia, de 497 millones de euros, así como la obligación de Microsoft de revelar determinadas partes de Windows a otros fabricantes de software, comercializar dos versiones de su sistema operativo –una con el reproductor multimedia Media Player y otra sin él– y dejar de incluir nuevas funcionalidades como parte integral de Windows en futuras versiones. Inmediataente Microsoft reaccinaba interponiendo un recurso a la resolución ante el Tribunal de Primera Instancia de Luxemburgo, abriendo así un nuevo proceso que, sin duda, se extenderá durante varios años.
En su resolución, la Comisión Europea acusa a Microsoft de abusar de su posición de claro dominio en el mercado de sistemas operativos con su plataforma Windows para jugar con ventaja en otros dos segmentos: el de software de servidor y el de reproductores multimedia. En primer lugar, escondiendo información vital sobre Windows a los fabricantes de software para servidores, dificultando así la interoperatividad de terceros con el omnipresente Windows y ganando por tanto una ventaja injusta sobre sus competidores en el mercado de software de servidor. A este punto, Microsoft alega su derecho a proteger su propiedad intelectual sobre Windows.

Windows debe ser sólo Windows
El segundo conflicto ha surgido en relación con la inclusión del software de reproducción multimedia Media Player como parte de Windows, pero es una expresión más del mismo problema que ya se manifestó en el caso del navegador Explorer. Se trata de la continua incorporación de nuevas funcionalidades en Windows –Explorer, Instante Messenger, Outlook, etc.–, una plataforma que acapara el 90% del mercado de sistemas operativos.
Microsoft presentó a la Comisión una propuesta según la cual cualquier ordenador personal vendido con el sistema operativo Windows habría podido incorporar tres reproductores multimedia distintos al suyo. A lo que no accedió fue a la exigencia de Bruselas de que el fabricante se comprometiera a suministrar en el futuro cualquier tipo de innovaciones middleware de forma separada de su sistema operativo.

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