Llega Bluefin

Gestión multimarca de redes de almacenamiento

A mediados del próximo mes de junio, Storage Network Industry Association (SNIA) lanzará la versión 1.0 del estándar que normalizará la gestión de redes de almacenamiento SAN. Conocido coloquialmente como Bluefin, Storage Management Interface Specification (SMIS) aportará a las empresas, con el apoyo de prácticamente toda la industria, un modo común y abierto de controlar y gestionar los dispositivos de las redes de almacenamiento corporativas, con independencia de marcas.

No estaría nada mal poder, por ejemplo, utilizar la última versión de Enterprise Control Center Open Edition, de EMC, para pasar datos de un grupo de discos StorageWorks de HP a Shark de IBM O realizar una replicación mediante un navegador Web entre un Lighting de Hitachi y un Symmetrix de EMC. Suena bien, tan bien como irreal. Pero el primer estándar de gestión abierta del almacenamiento que lo hará posible –al menos teóricamente– está ya a la vuelta de la esquina.
Según tiene previsto la Storage Network Industry Association (SNIA), la versión 1.0 del estándar que normalizará la gestión de redes de almacenamiento (SAN), conocido como Bluefin aunque denominado oficialmente Storage Management Interface Specification (SMIS), aparecerá a mediados del próximo mes de junio, tras casi cinco años de desarrollos. Y más de 200 firmas de almacenamiento, entre las que se encuentran fabricantes como EMC, Hitachi Data Systems, HP, IBM y Sun, ya están calentando motores para ofrecerle soporte bajo el paraguas de SNIA, donde también participan un buen número de usuarios.

Principios y prestaciones
SMIS incorpora la arquitectura Web-Based Enterprise Management (WBEM) de la Distributed Management Task Force, que proporciona la base tecnológica para ofrecer servicios a través de la Web, siguiendo los principios definidos en el Common Information Model, un esquema que permite interoperar entre sí a distintas soluciones software de gestión. Asimismo, ofrece un modelo de datos, un mecanismo de transporte que utiliza HTTP y codificación basada en XML. Al combinar todas estas herramientas y técnicas, SMIS recoge y muestra datos procedentes de recursos de almacenamiento multimarca en un mismo formato, aportando una interfaz de gestión común a todos los componentes de una SAN, desde arrays de discos y conmutadores a adaptadores y servidores.
En resumen, y de acuerdo con SNIA, algunas de las funciones clave de SMIS 1.0 son la aportación de un modelo común de transporte de gestión extensible e interoperativo, “descubrimiento” automatizado (cuando los productos basados en la norma se conectan a la SAN, “anuncian” su presencia y capacidades al resto de los componentes de la red) y compartición de todos los recursos que soporten el estándar con independencia de marcas.

Algunas reticencias...
Algunas firmas de almacenamiento, como EMC, ya se han comprometido a lanzar productos basados en SMIS 1.0 para mediados de año, y, según SNIA, las primeras demostraciones y pruebas de certificación e interoperatividad se están saldando con éxito. Sin embargo, pese a estos avances prometedores, algunos expertos no dudan en mostrar un cierto escepticismo sobre la velocidad a la que lograrán introducirse los estándares abiertos en las redes de almacenamiento corporativas. Tal es la opinión de Giga Information Group: “A pesar de que a final de año ya serán muchos los fabricantes que hayan lanzado –o lo estén haciendo para entonces– productos basados en SMIS 1.0, no se verán resultados tangibles entre los usuarios hasta dentro de dos o tres años”.
Entre los usuarios también cunden las incertidumbres. No son pocos los que, pese a reconocer la necesidad de disponer de estándares, muestran su incertidumbre sobre las capacidades reales de la gestión abierta del almacenamiento a corto plazo. Sus dudas van fundamentalmente desde el modo en que funcionarán en la práctica los productos basados en SMIS 1.0 en las infraestructuras existentes al coste real que suponga finalmente adoptar normas de gestión abierta; incluso se plantean si los estándares convertirán en obsoletos las soluciones ya instaladas. Otros van más allá en las reticencias y aseguran que SMIS se queda corto, puesto que sólo soporta entornos SAN.
También hay opiniones que incluso ponen en tela de juicio la propia necesidad de disponer de estándares abiertos en esta área, achacando a SNIA moverse más por las políticas y estrategias comerciales de los fabricantes y suministradores que por imperativos tecnológicos. De hecho –aduce este sector de la opinión–, existe peligro de que con la aparición de los estándares, que representan un “mínimo común denominador”, los usuarios pierdan la posibilidad de disfrutar de algunos de los factores diferenciadores que les hicieron decantarse por una determinada marca. Temen además de que, en el caso de que los fabricantes añadan mejoras propias a las funcionalidades de la norma, acaben por aparecer en la práctica problemas de interoperatividad real.

...Y algunos consensos
Con todo, hay un cierto consenso en que, tarde o temprano, las SAN heterogéneas gestionadas centralmente acabarán siendo algo común. La alta cooperación conseguida por SNIA para lograr estándares de gestión representa sólo uno de los pasos que están dando los fabricantes para asegurarse su futuro en este nuevo escenario de interoperatividad. Otra iniciativa con idéntico objetivo es el intercambio de API, que el pasado verano se plasmó en un buen número de acuerdos. HP, por ejemplo, cerró alianzas de este tipo con EMC, Hitachi e IBM.
Con esta clase de intercambios tecnológicos se consigue que los usuarios puedan administrar dispositivos de almacenamiento de diferentes suministradores desde una misma consola de gestión. En general, la industria considera estos acuerdos de licenciación de API como un paso muy eficaz hacia la interoperatividad mientras se alcanzan los estándares abiertos, avanzando a los usuarios sus ventajas. Con todo, como advierte Giga Information Group, el intercambio de API no deja de ser un parche frente a la solución global que aportan los estándares universales. En opinión de la consultora, “los acuerdos tecnológicos entre fabricantes cubren el hueco que supone la ausencia de estándares al aportar grandes ventajas a los usuarios de las marcas implicadas, pero como no abarcan toda la industria, son muchos las áreas y los clientes que quedan fuera”.
Los fabricantes ven también en los estándares de gestión un modo de acortar los ciclos de desarrollo, con lo que pueden hacer llegar más rápido a los usuarios nuevas características y prestaciones. Y es que compartir la carga total del desarrollo con otras firmas les permite dedicar recursos de I+D a otras áreas. De hecho, no es insignificante el esfuerzo realizado por los fabricantes de almacenamiento para desarrollar software que permita a sus clientes gestionar soluciones de otras firmas, tanto mediante I+D como con acuerdos de intercambios de tecnología.
Al día de hoy, parece una meta casi inalcanzable, pero la gestión abierta de las SAN comienza a plasmarse en un objetivo factible en el que se afana la industria. Además de la especificación de almacenamiento SMIS 1.0, otras iniciativas de normalización se encuentran en marcha en el campo de la gestión del almacenamie

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