"Las SAN de segunda generación exigen un integrador"

Alejandro Diez, responsable de Desarrollo de Negocio del área de Conectividad del Grupo SIA

Consolidar las diversas islas SAN (Storage Area Networks) corporativas facilitando su convergencia en una misma red inteligente puede proporcionar muchos beneficios a la empresa, como señala Alejandro Diez, responsable de Conectividad en el Grupo SIA. Pero para la creación de un entorno de estas características, “resulta crítica la figura del integrador”.

Recientemente SIA ha lanzado su oferta de redes SAN de segunda generación ¿Cómo definiría este tipo de infraestructuras?
- Son entornos de almacenamiento donde la inteligencia se traslada de los discos, subsistemas y servidores de almacenamiento a la propia red, al switch fabric. Básicamente, se trata de redes inteligentes, multitecnología y multifabricante, justo el tipo de infraestructuras que los clientes reclaman hoy en día.
Con una infraestructura de estas características, las empresas pueden reducir los costes de gestión, incrementando al mismo tiempo el valor y la flexibilidad de los recursos de almacenamiento, garantizando la continuidad del negocio. Se distinguen de las primeras redes de almacenamiento en que la única funcionalidad proporcionada por la SAN tradicional giraba en torno a la conectividad, mientras que nuestra propuesta de segunda generación se basa en trasladar las funcionalidades proporcionadas por el software, hasta ahora instalado en servidores y subsistemas, a la propia red, que en muchos casos está integrada por múltiples “islas SAN” heterogéneas, con tecnologías heredadas y componentes multifabricante. Gracias a la optimización de la gestión es posible aprovechar al máximo la capacidad disponible, independientemente de su ubicación o de las tecnologías que soporten cada recurso, como si de un todo virtual se tratara.

¿Cuál es el papel de una compañía como SIA en la creación de un entorno de estas características?
- En los nuevos entornos de almacenamiento en red, la figura del integrador desempeña un papel crítico. Como he dicho, tradicionalmente la única funcionalidad proporcionada por la red de almacenamiento giraba alrededor de la simple conectividad, no exigía especialización, y por lo general era suministrada como una commodity por los propios proveedores de almacenamiento o infraestructura. Pero con el tiempo, los clientes han ido creando diferentes islas SAN homogéneas internamente pero heterogéneas entre sí. Cada una de ellas está generalmente dominada por la tecnología de un determinado fabricante para evitar el impacto de la falta de interoperatividad.
Como, por lo común, estas islas han sido desarrolladas para soportar servicios concretos de la empresa, y, en muchos casos, el crecimiento de los servicios no ha sido el previsto, acaban convirtiéndose en una infraestructura sobredimensionada. Es frecuente que dentro de una gran organización, los recursos de una determinada SAN se encuentren al borde de la saturación, mientras los de otra estén en niveles de ocupación inferiores a un 20%. Aumentar la capacidad en una SAN disponiendo de excedente en otra no resulta, evidentemente, una solución eficiente. Lo lógico en estos casos es emprender proyectos de consolidación del almacenamiento, pero esto exige un importante esfuerzo de integración. SIA proporciona integración multifabricante y multitecnología, haciendo posible la comunicación entre diversos protocolos, como Fibre Channel y iSCSI, y tecnologías de almacenamiento NAS, SAN y CAS.

¿Esta necesidad de integración puede considerarse consecuencia de la carencia de estándares?
- En parte sí. Por ejemplo, se habla de Fibre Channel como un estándar, pero lo cierto es que, en las fases iniciales de todo proyecto de almacenamiento, es necesario el chequeo minucioso de las matrices de compatibilidades entre plataformas. Probablemente el estándar sirva de fundamento a la interoperatividad para determinadas funcionalidades, pero “todo no se habla con todo”, depende de versiones, configuraciones, fabricantes, etc. Además, es frecuente que las limitaciones del producto no estén establecidas en el nivel básico por el fabricante del switch fabric, como un Brocade, sino por los que las comercializan con su propia marca, como un Sun Microsystems o un HP. Esto, que suele ser desconocido por el cliente, se debe a que los procesos de certificación son costosos y suponen un esfuerzo considerable. En caso de problemas, el suministrador recurre a las matrices, y si la función en cuestión no está incluida en ellas, el cliente no tiene nada que hacer. Conocer todos estos detalles y llevar a cabo paso a paso la configuración adecuada de los productos exige tiempo y conocimientos. Nosotros actuamos en este ámbito como una extensión del departamento de tecnología del cliente.

¿Qué beneficios puede aportar a una empresa el trasladar la inteligencia de los dispositivos de almacenamiento a la propia red?
- Pongamos el caso de un entorno corporativo con cien servidores. En una red SAN tradicional, las capacidades de virtualización, copia remota, mirroring de discos, replicación de datos, y, en general, todo el software de gestión son implementadas a nivel de servidor y/o subsistema de almacenamiento. Hoy por hoy, por ejemplo, para establecer “disk mirroring” las soluciones más extendidas están basadas en funcionalidades de las unidades de control de discos o en software instalado en los servidores. En el primer caso, el cliente está condicionado a invertir exactamente en la misma tecnología de discos que tiene. En el segundo, el número de licencias y dificultades de gestión, además del retardo en el procesamiento, son condicionantes a tener en cuenta.
Por otra parte, puede darse la circunstancia de que una empresa de estas dimensiones tenga una cuarta parte de servidores Dell, y otros tantos de Sun, IBM y HP. La compra, instalación y mantenimiento de software específico en cada una de estas máquinas supone una inversión considerable; estamos hablando de cien licencias, algunas NT, otras Solaris, etc. El resultado es un centenar de puntos de gestión para el administrador. Frente a esto, si se traslada esa misma pieza de software a uno o dos conmutadores SAN, los beneficios en costes de adquisición, escalabilidad y sencillez de gestión y mantenimiento resultan evidentes. Además, se logra conectividad mallada entre todos los usuarios y sistemas.

¿Cuáles son los principales competidores de SIA en este mercado?
- Como he comentado antes, en un principio la conectividad SAN era proporcionada por los propios fabricantes de almacenamiento o de infraestructura de red porque no exigía ingeniería. Son principalmente ellos los que continúan siendo nuestros principales competidores en esta nueva oferta. Muchos suministradores intentan seguir encargándose de la integración de los recursos, pero, claramente, ya no son la figura más indicada. No hay que olvidar que viven de la venta de su tecnología y tiene poco sentido que el control de una red de este tipo esté en manos de alguien que, al final, se convertiría en juez y parte.
En una fase inicial, SIA siempre realiza una labor que podríamos considerar de consultoría. Analizamos la infraestructura con que ya cuenta el cliente, estudiamos la oferta disponible, y recomendamos la opción que más se adecue a sus necesidades en cada punto. Puede tratarse de una solución basada en la combinación de diferentes productos y tecnologías. Me cuesta imaginar al comercial

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