Las redes del mañana con el presupuesto de hoy

Tecnología era antes sinónimo de innovación, pero, debido a los problemas surgidos en los últimos años, los proveedores de servicios creen hoy en día que existe una asociación directa entre ‘innovación’ y ‘carga financiera’.

La tecnología ideal convierte el “servicio” en el núcleo de la operación, y relega la red al papel de invisible actor secundario. Sacar más provecho a la infraestructura sin tener que hacer un sobrepago es hoy un desafío fundamental, sobre todo para las operadoras tradicionales de telecomunicaciones que, a menudo, deben gestionar una gran cantidad de redes heredadas y equipos de voz que requieren abundantes recursos humanos. Teniendo todo esto en cuenta, el consejo de cambiar de enfoque y concentrarse en el servicio y no en la red les parecerá a muchos poco serio, pero estos problemas acentúan precisamente la necesidad de hacerlo.
Para tener éxito, los operadores de red deben cambiar su enfoque en la construcción de redes y centrarse en la prestación de servicios. La disponibilidad actual de soluciones que garantizan el servicio, fáciles de instalar y que pueden consolidar rápidamente los diferentes sistemas de redes, plataformas, aplicaciones, equipos de hardware y el mejor software caracterizan a las redes de Nueva Generación. Estas soluciones son la clave para integrar inversiones millonarias en sistemas BSS con la nueva adquisición de IP. Los gestores de red pueden contar con soluciones que mantengan al mínimo los costes de equipo, la implantación del software y la formación, mientras que se automatizan las acciones rutinarias y se consigue parte de la funcionalidad que prometen las redes de Nueva Generación.

Gestión proactiva. Para poder gestionar satisfactoriamente el estado de la red, debemos conocer antes las prioridades y establecer para qué aplicaciones y dispositivos un fallo en la red supondría un mayor perjuicio en el servicio. Ello permitirá a los operadores de red determinar cuáles son los fallos que deben considerar prioritarios antes de que éstos ocasionen un colapso total de la red. La mayoría de los proveedores de servicios ya tienen la capacidad de centrarse más en la gestión de servicios sin preocuparse tanto de la gestión de fallos gracias a una integración relativamente sencilla.
Mediante la generación automática del seguimiento e información específica sobre cada cliente, los operadores de red pueden asociar rápidamente los tiempos improductivos de la red con los servicios que se ven afectados y, en consecuencia, priorizar los servicios en función de cada cliente, región o producto. Así, podrán aprovecharse de nuevas oportunidades de negocio, establecer acuerdos de nivel de servicio más proactivos y lanzar nuevos productos al mercado más rápidamente.
Las redes de Nueva Generación cuentan con un sistema inteligente, inherente a la infraestructura, que permite que la red permanezca en un segundo plano y destaquen en su lugar el servicio, el producto y el cliente. Mientras que las redes que se reparan por sí solas y la gestión de redes a distancia están aún lejos de nuestro alcance y de nuestros presupuestos, el software orientado al servicio, aquél que puede hacer que sus redes y sus operadores de red sean más inteligentes, ya se encuentra disponible.

Alejandro Mezcua, Director de Ventas de Micromuse para el sur de Europa y Oriente Medio

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