La UE y el derecho a la privacidad
El objetivo danés es modificar la Directiva sobre la privacidad en las telecomunicaciones aprobada en 1997, donde se recoge que los datos solamente podrán ser almacenados por las compañía en beneficio de los usuarios y con propósitos relacionadas con la factura, teniendo la obligación de borrarlos una vez comprobada la no existencia de errores. El cambio propuesto establece una nueva normativa en la que se autorice a los ISP a almacenar los datos durante un periodo indefinido, aunque limitado, que deberá establecer cada estado miembro y que variará entre los 12 y los 24 meses. El acceso a los datos, siempre mediante orden judicial, se podrá realizar desde cualquier estado miembro.
Las críticas, como estaba cantado, no se han hecho esperar. El grupo pro libertades civiles Statewatch ha sido el promotor de una campaña europea en contra de la aprobación de la propuesta. Y es que lo que en España ya está aprobado por ley, se discute, sin embargo, a escala europea al considerar la retención de datos una violación contra el derecho a la privacidad de las telecomunicaciones.
La asociación Statewatch considera que aunque en teoría el acceso a los datos se hará sólo con el fin de combatir el terrorismo y otros delitos, en la práctica puede suponer una violación de la intimidad ya que todas las comunicaciones de los europeos estarán bajo vigilancia. A fin de evitar que la propuesta se convierta en ley, la asociación ha puesto en marcha una campaña de información para que los ciudadanos europeos tengan acceso a documentación relacionada con la iniciativa desde su Web, así como al proceso que deben seguir para protestar ante los órganos competentes europeos. Es de suponer que, si finalmente vencen los críticos, las consecuencias podrían dejarse ver también en España.