La fusión TPI-Terra, cada vez más cerca
El proyecto de fusión entre Terra y TPI va tomando cuerpo. Aunque es cierto que todavía ningún órgano de gestión de Telefónica ha tomado ninguna decisión al respecto, entre los ejecutivos del grupo va ganando peso la idea de que las dos filiales son complementarias y ganarían con la fusión; especialmente Terra, la filial de Internet.
El mensaje del consejero delegado de Telefónica, Fernando Abril-Martorell, a finales de febrero, en unas jornadas organizadas por el diario ABC, pusieron al sector en alerta. Abril-Martorell insistió en la idea de que ningún órgano con capacidad de decisión de Telefónica había tomado ninguna resolución sobre la fusión de TPI y Terra, aunque entendía que en el sector se considerara este tipo de operaciones como lógica.
La máxima cúpula de Terra, la compañía teóricamente más interesada en la fusión, contempla una hipótesis de fusión a muy corto plazo. No más lejos de finales de año. La razón es muy sencilla. Para presentar públicamente la fusión es necesario poner de relieve las ventajas. Hoy por hoy, Terra, con un volumen de pérdidas multimillonarias, y con los negocios de Internet en plena revisión, tiene poco que ofrecer. Sin embargo, hacia finales de año, si todo va según lo previsto, Terra puede alcanzar el equilibrio financiero. Entonces, se podría presentar no como un lastre, sino como una oportunidad. Para entonces, posiblemente habrá escampado la tormenta que azota en estos momentos a todo lo que lleva el apellido Internet. Faltaría resolver el problema del equipo gestor. Joaquim Agut ha dado muestras de querer llevar toda la iniciativa en la gestión. El organigrama que ha diseñado para la nueva Terra Lycos está hecho a su gusto y su medida.
Nadie le hará sombra. Belén Amatriaín, la máxima responsable de TPI, por su parte, cuenta con toda la confianza de la máxima cúpula de Terra. Aunque no tiene la trayectoria profesional tan deslumbrante que ha conseguido Agut, merced a su paso por General Electric, Amatriaín se está ganando a pulso una fama de profesional implacable que pesará mucho si se produce una eventual fusión TPI-Terra.
El mensaje del consejero delegado de Telefónica, Fernando Abril-Martorell, a finales de febrero, en unas jornadas organizadas por el diario ABC, pusieron al sector en alerta. Abril-Martorell insistió en la idea de que ningún órgano con capacidad de decisión de Telefónica había tomado ninguna resolución sobre la fusión de TPI y Terra, aunque entendía que en el sector se considerara este tipo de operaciones como lógica.
La máxima cúpula de Terra, la compañía teóricamente más interesada en la fusión, contempla una hipótesis de fusión a muy corto plazo. No más lejos de finales de año. La razón es muy sencilla. Para presentar públicamente la fusión es necesario poner de relieve las ventajas. Hoy por hoy, Terra, con un volumen de pérdidas multimillonarias, y con los negocios de Internet en plena revisión, tiene poco que ofrecer. Sin embargo, hacia finales de año, si todo va según lo previsto, Terra puede alcanzar el equilibrio financiero. Entonces, se podría presentar no como un lastre, sino como una oportunidad. Para entonces, posiblemente habrá escampado la tormenta que azota en estos momentos a todo lo que lleva el apellido Internet. Faltaría resolver el problema del equipo gestor. Joaquim Agut ha dado muestras de querer llevar toda la iniciativa en la gestión. El organigrama que ha diseñado para la nueva Terra Lycos está hecho a su gusto y su medida.
Nadie le hará sombra. Belén Amatriaín, la máxima responsable de TPI, por su parte, cuenta con toda la confianza de la máxima cúpula de Terra. Aunque no tiene la trayectoria profesional tan deslumbrante que ha conseguido Agut, merced a su paso por General Electric, Amatriaín se está ganando a pulso una fama de profesional implacable que pesará mucho si se produce una eventual fusión TPI-Terra.
