La empresa móvil

Retos de implementación y soporte

Para muchas profesiones y actividades, estar atado al ordenador de la oficina no tiene ningún sentido cuando existe la posibilidad de elegir entre una amplia gama de laptops, PDA, redes inalámbricas y redes privadas virtuales (VPN), tecnologías todas ellas que aportan altos niveles de libertad y flexibilidad. Suena bien... es útil, cómodo, productivo, pero, a medida que crece el número de trabajadores móviles, se complica más la vida de los responsables de TI. Hoy, la movilidad se ha convertido en un factor de agilidad, competencia y optimización del negocio de las empresas, pero ¿cómo controlar la creciente proliferación de dispositivos móviles? ¿Qué hacer para garantizar la seguridad de la red ante el cada vez mayor número de empleados que se conecta desde cualquier lugar y mediante diferentes tipos de dispositivos? ¿Cómo asegurarse de que los usuarios acceden única y exclusivamente a los recursos a los que están autorizados? A partir de las conclusiones de consultoras como AMR Research, The Yankee Group, Gartner, IDC e Infonetics Research, en este informe se exploran éstos y otros problemas con un enfoque más estratégico que tecnicista, tratando de llegar a algunas conclusiones prácticas.


En cualquier momento, en cualquier lugar
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Los responsables de TI se enfrentan a la dura tarea de proporcionar a los empleados acceso a los recursos de la empresa desde cualquier lugar, en cualquier momento y mediante cualquier dispositivo, al tiempo que se preserva la seguridad de los datos corporativos.

En la actualidad, ya no se trata de desde dónde se puede trabajar, sino desde dónde no. Para cada vez más actividades, los empleados han adoptado una actitud de “en cualquier momento, en cualquier lugar” que se está viendo impulsada además por avances como las redes sin cables y las redes privadas virtuales (VPN). Así, los trabajadores pueden acceder a los recursos de la red corporativa con independencia de dónde se encuentren, ya sea en la sala de juntas, en el aeropuerto, en el restaurante o en su hogar.
Estas nuevas posibilidades de movilidad están cambiando el perfil de la fuerza de trabajo. Según IDC, en 2004 habrá en todo el mundo 114 millones de empleados móviles que usen dispositivos inalámbricos, de los que 37 millones serán europeos, cifra que supone el 28% del total del número de trabajadores. Datos más recientes de la consultora referidos a Estados Unidos indican que, mientras el número de los trabajadores no móviles pasará de 55,3 millones en 2003 a 53,8 millones en 2006, el de empleados móviles ascenderá de los 92 millones que había en 2001 a 105 millones cinco años después. También el número de trabajadores móviles dentro de los edificios corporativos crecerá; en concreto, un 10% anual hasta alcanzar la cifra de 13 millones en 2006.
¿Conclusión? De acuerdo con los datos de IDC, para finales de ese año, aproximadamente dos tercios de los trabajadores de Estados Unidos serán móviles, y en muy diferentes escenarios.

Siempre conectados
Pero no sólo está aumentando la necesidad de trabajar desde cualquier parte, sino también de hacerlo además con conexión a la red corporativa. Se trata, según Infonetics Research, de ser más productivos, fórmula hoy imprescindible para la supervivencia de las empresas.
Esta tendencia creciente hacia la movilidad ha provocado una demanda sin precedentes de accesos a la información corporativa. Como regla general, el correo electrónico es la herramienta de negocio más popular utilizada por los trabajadores móviles, ya que les proporciona comunicaciones vivas mediante las que colaborar e intercambiar información crítica. Así lo ve IDC, que identifica el correo electrónico como la aplicación que primero se “moviliza” en una organización. No en vano, es fácil de usar, resulta atractivo para muchos usuarios y ya se conoce lo suficientemente bien como para sacarle el máximo partido.
Sin embargo, según aparecen nuevos desarrollos en movilidad, así crece la demanda de acceso a otros tipos de aplicaciones corporativas. Según la consultora, es creciente el número de empleados que acceden desde fuera de la oficina a información de contactos de clientes, datos de inventario, información de precios y otros sistemas críticos, como CRM, aplicaciones de automatización de la fuerza de ventas (SFA), bases de datos y mainframes. En realidad, la “movilización” de los sistemas CRM, SFA o ERP es el último objetivo, puesto que son las aplicaciones que mayores retornos proporcionan a las empresas. Adaptar CRM a la movilidad, al servicio de la fuerza de ventas, puede ayudar a reducir el ciclo de ventas. Y eso supone un ROI concreto muy valioso.

Los retos
Los responsables de TI se enfrentan a algunos serios retos en su tarea de implementar el concepto a un nivel más amplio: proporcionar conectividad sencilla y segura a los trabajadores con independencia de la localización y del dispositivo que se utilice. Y a medida que aumenta el número de empleados “sin ataduras”, se intensifica la presión.
Gestionar y monitorizar la conectividad móvil a escala corporativa no es sencillo, y, tal como señalan los analistas, la tarea se complica por la falta de experiencia en este terreno. Por ejemplo, cada vez hay más dispositivos móviles privados en las oficinas comprados por los propios empleados (PDA, teléfonos móviles, teléfonos inteligentes, laptops...), de los que la gestión TI no tiene ningún control. IDC ha puesto cifra al problema: sólo el 30% de todos los dispositivos de mano de voz y datos suministrados durante 2003 ha sido comprados por empresas. Y esto continuará siendo así durante los próximos años, puesto que sólo en 2007 se conseguirá invertir la tendencia.
Según crece la diversidad de dispositivos, redes y contenidos, lo hacen también los problemas que representan para los responsables de TI. Estos son los mayores:
Dificultad de controlar varios dispositivos por usuario. La situación descrita anteriormente lleva a una pérdida de control de los dispositivos presentes en las actividades corporativas por parte del personal de TI. Incluso cuando son las empresas las que compran los dispositivos como parte de un programa de movilidad corporativo, no faltará la resistencia por parte de los empleados, que querrán seguir decidiendo personalmente el tipo de terminal a utilizar.
Se incrementan las tareas de soporte. Un escenario posible podría ser el formado por empleados que acceden a los recursos corporativos tanto desde laptops de la empresa como desde sus ordenadores domésticos, configurados de acuerdo a los perfiles corporativos, al tiempo que utilizan teléfonos móviles o PDA para chequear el correo electrónico. Es decir, el departamento de TI ha pasado de controlar un solo ordenador por persona a casi un número infinito de máquinas. Y eso significa que ha de formarse en nuevas herramientas que alivien el trabajo adicional que implica dar soporte a la proliferación de dispositivos en la oficina.
Múltiples plataformas de movilidad. Dar el soporte requerido por los distintos tipos de terminales móviles no será posible con una sola plataforma. Las WLAN y las VPN tienen sus propias necesidades.
Problemas de seguridad. Los empleados se conectan desde fuera de la ofic

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