Hay dos constantes respecto de las
direcciones IP. Primera, nadie es capaz de recordar una dirección IP numérica
tan fácilmente como si se tratase de un nombre de dominio; segunda, la mayoría
de las redes no tiene suficientes direcciones IP para todos los usuarios. Estas
son las razones por la que son necesarios los servidores Domain Name Systems (DNS)
y Dynamic Host Configuration.
Un servidor DNS se ocupa de traducir
los nombres de dominio en direcciones IP. La responsabilidad de un servidor DHCP,
por su parte, consiste en asignar temporalmente a los usuarios direcciones IP
cuando acceden a una red. Para ser más efectivas, estas herramientas han de trabajar
juntas, manteniendo las bases de datos DNS en sincronización con los servidores
DHCP a medida que reparten direcciones IP de usuario. La integración entre dominios
DNS y pools DHCP –bancos de direcciones IP disponibles para ser asignadas a los
clientes– se denomina Dynamic DNS (DDNS).
Con el ánimo de conocer en profundidad
cómo operan estos dispositivos, LANQwest Labs ha probado para IDG Communications
cinco servidores DNS/DHCP basados en Windows NT. De todos ellos, Shadow IPserver
3.023, de Network Telesystems (NTS), fue, por un estrecho margen, el que mejor
puntuación obtuvo gracias a su fácil instalación, soporte efectivo de DDNS y buenas
características. Muy cerca se situó NetID 4.0, de Nortel Networks, que mostró
una instalación más complicada y una integración de DNS y DHCP menos efectiva
que el producto de NTS. En tercer lugar, Meta IP 4.1 Standard Edition, de Check
Point Software, fue más fácil de instalar y configurar que NetID, pero aporta
un conjunto de prestaciones menos completo.
QIP Enterprise 5.0 de Lucent dispone
de un amplio conjunto de herramientas, entre las que hay que destacar las funciones
de seguridad, las mejores de las probadas. Pero, globalmente, el producto perdió
puntos debido a su tediosa instalación. En último lugar se situaron los gestores
DHCP y DNS de Microsoft que vienen integrados en Windows NT Server 4.0, cuyo punto
fuerte reside en resultar gratuitos; su principal desventaja se encuentra en su
limitada funcionalidad y en no estar integrados.
BANCO DE PRUEBAS
Las herramientas de gestión de direcciones IP se
evaluaron según los criterios de facilidad de instalación y configuración, funciones
de monitorización y gestión, integración de servicios DNS y DHCP, arquitectura,
escalabilidad, soporte de protocolos, tolerancia a fallos y seguridad.
Se instaló cada servidor en una red de Clase C
enlazada a una red de Clase B mayor mediante un router. Se utilizó un dominio
diferente para cada red y se conectaron los clientes DHCP para asegurar que la
configuración era la apropiada. Donde fue posible se configuraron los servidores
por consola remota. Los servidores eran Intel Pentium II con Windows NT Server
4.0 Service Pack 3.
CONFIGURACIÓN Y ADMINISTRACIÓN
Puesto que la automatización de la administración
IP es el objetivo de estos productos, sus herramientas e interfaces de administración
constituyen un criterio de evaluación clave. Configurar Shadow IPserver mediante
un navegador Web o el software IPmanager que ofrece NTS es muy sencillo, y ambos
métodos pueden utilizarse en forma remota. La integración de dominios DNS y pools
DHCP fue casi automática. Tan pronto como finalizó el proceso, el servidor comenzó
a asignar direcciones DHCP. Antes de dar una dirección IP, Shadow IPServer comprueba
que no ha sido ya ha asignada con anterioridad.
La gestión del producto no es difícil, pero, con DNS, NTS sigue un enfoque
no estándar que podría ser problemático si se quieren añadir servicios DHCP de
otros fabricantes. En vez de soportar el formato estándar Berkeley Internet Name
Daemon (BIND), que enlaza una dirección DHCP a una dirección IP disponible, usa
un sistema de gestión propietario desarrollado por la compañía. Shadow IPserver
soporta SNMP y NetBIOS Naming Service (NBNS), que proporciona mapeado de nombre
a dirección para las aplicaciones basadas en NetBIOS.
Desde el punto de vista del diseño, el producto de NTS no pasa de una tarea
a otra tan suavemente como NetID, que tiene una interfaz de navegador Web sorprendente.
Su utilidad de configuración basada en la Web simplifica la actualización dinámica
de las bases de datos DNS; apenas hubo que acudir a la documentación. Además de
DDNS, NetID soporta SNMP y BIND 8.
Para la configuración de Meta IP se utilizó un navegador; la tarea resulta
fácil tanto con los asistentes de configuración del producto como sin ellos. Sus
características de monitorización son sorprendentes. El programa corre estadísticas
de disponibilidad de pool DHCP e incluye un monitor de rendimiento NT. Como Shadow
IPserver, Meta IP puede chequear la disponibilidad de una dirección antes de que
sea asignada a un cliente. Soporta además DDNS, BIND 8 y SNMP.
La configuración inicial de QIP fue lenta y dificultosa. Con frecuencia hubo
que recurrir a los manuales para, primero, definir y, luego, configurar los servidores
DNS y DHCP. Una vez en marcha, es excelente. Soporta DDNS, SNMP, BIND 8 y NBNS,
además de routing Open Shortest Path First.
En cuanto a los gestores de Microsoft, la configuración resulta un poco complicada.
El mayor inconveniente es que carecen de integración de DNS y DHCP. Y como Microsoft
no soporta DDNS, el servidor DHCP no puede actualizar dinámicamente el servidor
local DNS cuando una dirección IP se asigna a un nuevo cliente DHCP. En lugar
de ello, hay que introducir manualmente el pool DHCP de direcciones en la base
de datos de la consola del servidor. Sin embargo, el servidor DNS mira en el servidor
WINS (NetBIOS) cuando corre un nombre desconocido. No obstante, si Microsoft dispusiera
de soporte de DDNS (lo que será un hecho en Windows 2000), este proceso sería
innecesario. Además, no soporta administración remota, SNMP ni BIND.
CRECIMIENTO POTENCIAL
En una red en crecimiento, es necesario saber cómo puede escalar cada producto
a medida que aumentan los nombres de dominio y los usuarios. Shadow IPserver afronta
la escalabilidad con un modelo de base de datos distribuid
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