Galileo consigue salir a flote
La UE se compromete a su desarrollo
Uno de los logros más importantes alcanzados en la pasada Cumbre de la Unión Europea en Barcelona fue, sin lugar a dudas, el apoyo al desarrollo del sistema de navegación por satélite europeo Galileo. El proyecto, venía atravesando tiempos difíciles que hacían peligrar su futuro, además de enfrentarse a la oposición de Estados Unidos.
Después de atravesar durante los primeros meses de 2002 un momento de dificultad financiera crítica, el proyecto europeo para la construcción de una versión propia del sistema de posicionamiento global (GPS), conocido con el nombre Galileo, ha logrado finalmente salir adelante.
El desarrollo de Galileo ha sido estructurado en cuatro fases; en concreto, definición, desarrollo y validación, despliegue y operaciones. Concluidas todas ellas, se habrán desplegado treinta satélites antes de 2008. Reino Unido, Alemania, Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca han aceptado continuar financiando este proyecto, cuya segunda fase fue lanzada el pasado 26 de marzo con una inversión de 1.100 millones de euros. La UE había impulsado el desarrollo de este sistema con la idea de evitar la dependencia de nuestro continente del sistema GPS, creado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, argumentando la necesidad de autonomía en esta tecnológica, muy vulnerable a la manipulación en épocas críticas o de conflictos internacionales.
Muchos expertos habían considerado que el abandono del proyecto hubiera sido motivo de vergüenza para Europa, no sólo desde un punto de vista político y económico, sino también tecnológico. De hecho, según aseguran, presenta ventajas importantes respecto a GPS. Galileo soporta receptores duales para ambos sistemas y su arquitectura basada en un sistema de navegación global de constelación dual proporciona mayor precisión, integridad, disponibilidad y continuidad. A él se han dedicado ya importantes recursos de investigación y desarrollo.
La oposición de Estados Unidos. La industria implicada, diversos países y 160 diputados del Parlamento Europeo, habían también protestado por la posibilidad de anulación del proyecto. Incluso había llegado a interpretarse la oposición a la aprobación del presupuesto de algunos miembros, como Reino Unido y Alemania, como una muestra de su tradicional relación de complicidad con Estados Unidos. En España, diversas empresas –Indra, Aena, Hispasat, GMV y Sener– estaban firmemente comprometidas en el proyecto.
La Comisión Europea tenía de plazo hasta marzo para conseguir la mitad de los fondos que se necesitan para la creación de Galileo. La otra mitad ya ha sido presupuestada como ayuda al proyecto por la Agencia Espacial Europea (ESA-European Space Agency). Por su parte, el presidente francés, Jacques Chirac, había urgido a seguir adelante con Galileo para demostrar que Europa no se convertirá en vasallo de Estados Unidos.
Por su parte Oficiales del Pentágono habían expresado a principios de año su preocupación respecto a la probabilidad de que el sistema de navegación por satélite europeo Galileo pudiera interferir con las señales del sistema GPS estadounidense, empleado, además de en aplicaciones comerciales, en operaciones militares, como la reciente contra el régimen talibán de Afganistán. En esta campaña, el sistema ha servido a las bombas inteligentes a localizar los blancos deseados.
Mientras Estados Unidos prepara la actualización de sus sitema GPS mediante una inversión de 4.545 euros, el Pentágono manifestaba sus reservas contra el proyecto europeo en una carta de la Secretaría de Defensa a sus homólogos europeos el pasado 4 de diciembre. Además, argumentaban al otro lado del Atlántico que, dado que la OTAN –donde Europa tiene una presencia relevante– disfruta de los beneficios proporcionados por GPS y realiza operaciones conjuntas con Estados Unidos, este país deseaba participar en las discusiones de la Unión Europea relativas al desarrollo de Galileo. La UE interpretó el contenido de la misiva como un intento de obstaculizar los planes europeos para el desarrollo de un sistema de navegación por satélite completamente independiente del control del Pentágono.
Alemania ha jugado un papel fundamental en el desbloqueo del proyecto cuando, durante la Cumbre, decidió levantar su veto al mismo, dejando a Reino Unido como único opositor. Sin embargo, también Reino Unido ha aceptado apoyar el proyecto europeo siempre y cuando su uso no sea militar.
Integración de iniciativas privadas
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El consorcio español Galileo Sistemas y Servicios (GSS) –joint venture de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, Hispasat, Indra Espacio, Sener Grupo de Ingeniería, Alcatel Espacio y EADS CASA Espacio- y el europeo Galileo Industries (Galn) , con sede en Bélgica e integrado por la francesa Alcatel Space, la italiana Alenia Spazio, la alemana Astrium y la británica Astrium, han llegado a un acuerdo que supondrá la participación de un 14% de GSS en Galn. En conjunto, Galileo Industries aportará una inversión de 18 millones de euros
La firma del acuerdo se produjo la víspera de la aprobación del programa Galileo por el Consejo de Ministros de Transporte Europeos durante un evento organizado por el CDTI, que contó con la participación de representantes tanto de la Agencia Espacial Europea como de los ministros españoles de Transporte y Ciencia y Tecnología. El Gobierno español destinará a la financiación de Galileo 360 millones de euros. “El acuerdo entre GSS y Galn constituye la respuesta industrial al apoyo político y financiero español a Galileo. En los últimos meses, España se ha mostrado como un agente esencial en el proyecto”, ha declarado Lis Mayo, presidente de Galileo Sistemas y Servicios.
Por otra parte representantes de Hispasat e Indra (España), Eutelsat y Thales (Francia), Hongsberg-Seatex (noruega), FDC (France Developpement Conseil), Septentrio (Bélgica), y Telespazio (Italia) firmaron en Bruselas un principio de acuerdo para la constitución de Galileo Services, otro grupo industrial creado con el propósito de soportar y promover el proyecto europeo de navegación por satélite.
www.galileo-pgm.org
Después de atravesar durante los primeros meses de 2002 un momento de dificultad financiera crítica, el proyecto europeo para la construcción de una versión propia del sistema de posicionamiento global (GPS), conocido con el nombre Galileo, ha logrado finalmente salir adelante.
El desarrollo de Galileo ha sido estructurado en cuatro fases; en concreto, definición, desarrollo y validación, despliegue y operaciones. Concluidas todas ellas, se habrán desplegado treinta satélites antes de 2008. Reino Unido, Alemania, Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca han aceptado continuar financiando este proyecto, cuya segunda fase fue lanzada el pasado 26 de marzo con una inversión de 1.100 millones de euros. La UE había impulsado el desarrollo de este sistema con la idea de evitar la dependencia de nuestro continente del sistema GPS, creado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, argumentando la necesidad de autonomía en esta tecnológica, muy vulnerable a la manipulación en épocas críticas o de conflictos internacionales.
Muchos expertos habían considerado que el abandono del proyecto hubiera sido motivo de vergüenza para Europa, no sólo desde un punto de vista político y económico, sino también tecnológico. De hecho, según aseguran, presenta ventajas importantes respecto a GPS. Galileo soporta receptores duales para ambos sistemas y su arquitectura basada en un sistema de navegación global de constelación dual proporciona mayor precisión, integridad, disponibilidad y continuidad. A él se han dedicado ya importantes recursos de investigación y desarrollo.
La oposición de Estados Unidos. La industria implicada, diversos países y 160 diputados del Parlamento Europeo, habían también protestado por la posibilidad de anulación del proyecto. Incluso había llegado a interpretarse la oposición a la aprobación del presupuesto de algunos miembros, como Reino Unido y Alemania, como una muestra de su tradicional relación de complicidad con Estados Unidos. En España, diversas empresas –Indra, Aena, Hispasat, GMV y Sener– estaban firmemente comprometidas en el proyecto.
La Comisión Europea tenía de plazo hasta marzo para conseguir la mitad de los fondos que se necesitan para la creación de Galileo. La otra mitad ya ha sido presupuestada como ayuda al proyecto por la Agencia Espacial Europea (ESA-European Space Agency). Por su parte, el presidente francés, Jacques Chirac, había urgido a seguir adelante con Galileo para demostrar que Europa no se convertirá en vasallo de Estados Unidos.
Por su parte Oficiales del Pentágono habían expresado a principios de año su preocupación respecto a la probabilidad de que el sistema de navegación por satélite europeo Galileo pudiera interferir con las señales del sistema GPS estadounidense, empleado, además de en aplicaciones comerciales, en operaciones militares, como la reciente contra el régimen talibán de Afganistán. En esta campaña, el sistema ha servido a las bombas inteligentes a localizar los blancos deseados.
Mientras Estados Unidos prepara la actualización de sus sitema GPS mediante una inversión de 4.545 euros, el Pentágono manifestaba sus reservas contra el proyecto europeo en una carta de la Secretaría de Defensa a sus homólogos europeos el pasado 4 de diciembre. Además, argumentaban al otro lado del Atlántico que, dado que la OTAN –donde Europa tiene una presencia relevante– disfruta de los beneficios proporcionados por GPS y realiza operaciones conjuntas con Estados Unidos, este país deseaba participar en las discusiones de la Unión Europea relativas al desarrollo de Galileo. La UE interpretó el contenido de la misiva como un intento de obstaculizar los planes europeos para el desarrollo de un sistema de navegación por satélite completamente independiente del control del Pentágono.
Alemania ha jugado un papel fundamental en el desbloqueo del proyecto cuando, durante la Cumbre, decidió levantar su veto al mismo, dejando a Reino Unido como único opositor. Sin embargo, también Reino Unido ha aceptado apoyar el proyecto europeo siempre y cuando su uso no sea militar.
Integración de iniciativas privadas
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El consorcio español Galileo Sistemas y Servicios (GSS) –joint venture de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, Hispasat, Indra Espacio, Sener Grupo de Ingeniería, Alcatel Espacio y EADS CASA Espacio- y el europeo Galileo Industries (Galn) , con sede en Bélgica e integrado por la francesa Alcatel Space, la italiana Alenia Spazio, la alemana Astrium y la británica Astrium, han llegado a un acuerdo que supondrá la participación de un 14% de GSS en Galn. En conjunto, Galileo Industries aportará una inversión de 18 millones de euros
La firma del acuerdo se produjo la víspera de la aprobación del programa Galileo por el Consejo de Ministros de Transporte Europeos durante un evento organizado por el CDTI, que contó con la participación de representantes tanto de la Agencia Espacial Europea como de los ministros españoles de Transporte y Ciencia y Tecnología. El Gobierno español destinará a la financiación de Galileo 360 millones de euros. “El acuerdo entre GSS y Galn constituye la respuesta industrial al apoyo político y financiero español a Galileo. En los últimos meses, España se ha mostrado como un agente esencial en el proyecto”, ha declarado Lis Mayo, presidente de Galileo Sistemas y Servicios.
Por otra parte representantes de Hispasat e Indra (España), Eutelsat y Thales (Francia), Hongsberg-Seatex (noruega), FDC (France Developpement Conseil), Septentrio (Bélgica), y Telespazio (Italia) firmaron en Bruselas un principio de acuerdo para la constitución de Galileo Services, otro grupo industrial creado con el propósito de soportar y promover el proyecto europeo de navegación por satélite.
www.galileo-pgm.org
