El mercado europeo empieza a levantar cabeza

X Informe de Implementación de la Comisión Europea

Los últimos datos sobre telecomunicaciones en Europa son esperanzadores. Por fin, se vislumbran símbolos claros de recuperación. Así se desprende del X Informe sobre Implementación de la Comisión Europea, que, por primera vez, abarca los 25 estados miembros de la UE.

Según el X Informe de Comisión Europea, la competencia se ha intensificado en la mayor parte de los mercados, con lo que esto tiene de beneficio para los usuarios, en forma de mejores precios, más calidad y nuevos servicios. El crecimiento del sector, estimado en el 4,6% este año, se ha estabilizado, alcanzando un volumen de 277.000 millones de euros anuales. Se trata, pues, de un crecimiento mayor que el de 2003, año en el que se registró una tasa de incremento del 4,4%, pero aún lejos de las tasas del 6% de los años 2001 y 2002, y muy lejos del 12% de 2000.
El gran motor ha sido la banda ancha. Del total del volumen de negocio de las comunicaciones electrónicas en la UE, 51.000 millones de euros corresponden a transmisión de datos, frente a los 45.000 millones de hace un año. En cambio, las telecomunicaciones fijas tradicionales han pasado de 91.000 a 90.000 millones. Es la única partida que retrocede. La telefonía móvil, en cambio, sigue imparable, pasando de 114.000 a 122.000 millones de euros. El resto del mercado corresponde a los servicios audiovisuales a través del cable, que permanecen invariables en torno a los 14.000 millones de euros.

3G, a marchas forzadas
En cuanto a telefonía móvil, destaca sobre todo el impulso que se percibe en la implantación de la tercera generación. De los 75 operadores de la UE que cuentan con licencia para UMTS, 30 han empezado a dar servicios de este tipo. Otros 21 están a punto de empezar y ya se encuentran en la fase precomercial. Aproximadamente, puede haber en toda la UE 2,6 millones de usuarios que ya utilizan servicios de 3G.
También destaca la alta competitividad que empieza a existir en la portabilidad del número. Más de doce millones de usuarios en Europa han utilizado este procedimiento para cambiar de operador, lo que significa más del 3% de la base de clientes. Especialmente relevante es el caso español. Con datos de agosto, España ocupaba el tercer lugar en volumen de números móviles portados, con más de dos millones. Sólo le superaba el mercado italiano, con 2,5 millones, y el británico, con tres millones.
Con todo, la telefonía móvil en la UE sigue creciendo entre los usuarios a pesar de que ya está en niveles próximos a la saturación. En la UE de los 25 se contabilizan un total de 379 millones de usuarios de móviles, lo que supone un 83% de la población. Si sólo se tuviera en cuenta la UE de los 15, habría 329 millones de ciudadanos con móvil, lo que supone una penetración del 87%. Este porcentaje representa seis puntos más que hace un año, un crecimiento similar al que se produjo entre 2002 y 2003.
Por países, sólo uno supera la penetración celular del cien por cien de la población, Luxemburgo, que supera el 120%. La explicación es que hay muchos clientes que tienen varios terminales, especialmente aquellos que se están conectando a la nueva tecnología 3G.

Banda ancha, la revelación
Aunque la telefonía móvil y sus futuros servicios siguen siendo la estrella del mercado de las telecomunicaciones, durante el último año ha habido una clara revelación: los servicios de banda ancha, sean a través de cable, ADSL o cualquier otra tecnología. En estos momentos, el mercado se aproxima rápidamente hacia los 30 millones de líneas en los veinticinco países miembros de la UE. Ha sido un crecimiento interanual superior al 70%. España, con 6,7 líneas por cada cien habitantes, está por encima de la media (6,5 líneas), pero a gran distancia del país líder, Dinamarca, con más de quince conexiones.
Hay que tener en cuenta que prácticamente todo el volumen de líneas de banda ancha que existen en estos momentos funcionando se han instalado en los tres últimos años. En 2002, el volumen de líneas apenas llegaba a los ocho millones. Pero, a pesar del aluvión de líneas en estos años, Europa permanece muy alejada aún de los países que van a la cabeza del desarrollo de la banda ancha, especialmente Corea y Japón. En Corea, la penetración de la banda ancha alcanza las 44 líneas por cada cien habitantes, mientras que en Japón el porcentaje es del 13%.
Por tecnología de acceso de banda ancha, la que se está llevando la palma es con diferencia es ADSL. De los cerca de 30 millones de líneas instaladas en Europa de banda ancha, más de 23 millones son de ADSL, seis millones más que en 2003. Poco más de 5,8 millones de líneas pertenecen al cable, un millón más que en 2003. Tan sólo 755.000 líneas pertenecen a otras tecnologías también consideradas como de banda ancha, como la fibra óptica, el satélite o PLC.

Menos poder de los más grandes
La competencia en telecomunicaciones no sólo se ha visto en la bajada de precios y la introducción de nuevos servicios. También en la pérdida de poder que están sufriendo los viejos monopolios europeos. Los antiguos dominantes, tanto en telefonía fija como en móvil, han ido perdiendo cuota de mercado. En móviles por ejemplo, y si se considera sólo la Europa de los 15 para tener una visión más cercana a España, los dominantes han pasado de tener una cuota de mercado media del 46% en 2003 al 43% en 2004. En telefonía fija, los dominantes han seguido perdiendo cuota en todo tipo de llamadas. En las locales, por ejemplo -donde más cuota tenían-, han pasado del 80% al 76% en un año.
España es, con 252 operadores, el segundo mercado europeo que más compañías autorizadas tiene para dar servicios de telefonía fija, por detrás de Dinamarca, con 422. Por otra parte, el éxito de la portabilidad de móviles en nuestro país es todavía más evidente si se mira a la telefonía fija. España, con más de un millón de números fijos portados, es el líder europeo, muy por encima del segundo país, Holanda, con cerca de novecientos mil. A pesar de ello, nuestro operador dominante, Telefónica, - mantiene una cuota de mercado en ingresos de telefonía fija relativamente alta (74%). No obstante, en España los operadores alternativos no se pueden quejar, puesto que ocupamos una posición media. Hay un bloque de una decena de países donde los dominantes mantienen cuotas de poder por encima del 74%.


Atasco normativo
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Aunque España ha cumplido desde el punto de vista legislativo con lo esencial (la transposición de las directivas europeas a una nueva ley general), está fallando en los flecos, es decir, en su desarrollo reglamentario. De hecho, estamos entre los países europeos que todavía no lo han hecho plenamente. Curiosamente, y junto con Francia, somos los más desarrollados de los países que han fallado en este punto.

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