"El mercado de móviles está perdiendo oportunidades por no ser más abierto"

Luis Álvarez, presidente de BT España

BT España acaba de cerrar “el mejor ejercicio de su historia”, con un crecimiento en ingresos del 29% y del 90% en rentabilidad. La compañía abre ahora su estrategia a la convergencia fijo-móvil, para lo que aspira a prestar servicios de operador móvil virtual (OMV). “Los OMV acelerarán el despliegue de servicios de movilidad y BT puede aportar ventajas competitivas en el segmento empresarial a los operadores que quieran trabajar con nosotros”, afirma Luis Álvarez, presidente de la compañía.

Recientemente, BT daba a conocer los resultados de su último año fiscal, calificándolos como los mejores de la historia de la filial española. ¿Cuáles han sido los principales logros?
- De los 16 años que llevamos en España, ha sido el que más hemos crecido en valor absoluto y en rentabilidad. Asimismo, hemos avanzado mucho en la consolidación e integración de las adquisiciones de Dinsa y de la parte de soluciones de negocio de Cable & Wireless. Esto ha redundando en una actividad cada vez más orientada a la convergencia de la informática y las telecomunicaciones que factura 419 millones de euros, con un ebitda de casi 20 millones y con lo que para nosotros es fundamental, una cuota del 18,3% del mercado de transmisión de datos, un 2,4% más que el año pasado. Todo ello nos coloca entre las 250 principales compañías españolas y entre las 20 primeras del sector de las TIC.

¿Qué áreas son las de mayor crecimiento y en cuáles ponen mayores expectativas?
- Aunque el núcleo de actividad sigue estando evidentemente en las redes de telecomunicaciones, a su alrededor han ido apareciendo nuevas demandas de los clientes. Así, este año hemos crecido mucho en servicios gestionados de hosting y de seguridad, tanto en protección como en cumplimiento de la normativa legal. También ha evolucionado positivamente el negocio asociado a CRM, fundamentalmente en lo que se refiere a integración de plataformas, así como aplicaciones específicas, como la gestión de identidades y la gestión del correo electrónico. Otra área que se está desarrollando muchísimo es el teletrabajo y el acceso remoto a las aplicaciones, donde ofrecemos acceso a las aplicaciones corporativas desde múltiples plataformas (como Wi-Fi, ADSL o red telefónica conmutada) y desde cualquier lugar.

El mercado de servicios en el que BT se está centrando en España está copado en la actualidad por multitud de firmas con distintos orígenes y perfiles, desde operadores y compañías de TI tradicionales a integradores y proveedores de servicios de Internet. ¿Qué valor diferencial ofrece la compañía en este segmento?
- Nuestro elemento diferencial se basa en tener y gestionar la mejor red IP, tanto desde el punto de vista global como local. Pero, además, ofrecemos el valor añadido de que nuestra red está pensada y diseñada exclusivamente para dar servicio al mundo empresarial, de acuerdo a sus necesidades específicas. Asimismo, nuestro objetivo siempre es diferenciarnos en la calidad del servicio que ofrecemos. Para ello, cuidamos al máximo nuestros equipos humanos, desde los comerciales y técnicos a los de soporte, gestión y atención al cliente. Nuestro éxito en este mercado se basa en esa combinación de red propia y de un equipo de personas totalmente dedicado.

Los operadores siempre han denunciado la dificultad de entrar en la Administración, que tradicionalmente ha sido un coto cerrado de Telefónica. ¿Se ha avanzado en este sentido o los métodos de contratación siguen primando al dominante?
- Es cierto que la Administración Pública española tiene vocación de mejorar los servicios y adoptar cada vez más tecnología. Y es cierto también que, tanto la parte política como la de gestión y técnica, quieren que exista la competencia porque se han dado cuenta de que les es favorable. El año pasado, de los 325 millones de euros que salieron a concurso la adjudicación final se quedó en sólo 219 millones. Es decir, gracias a la competencia la Administración pudo ahorrar 106 millones que ya estaban presupuestados.
Percibimos que los responsables de la Administración ven con buenos ojos que exista la competencia pero necesitamos que nos ayuden si quieren que esa competencia sea efectiva. Para ello, se deberían tomar decisiones alternativas que garanticen que la competencia se mantenga a lo largo del tiempo. Para nosotros, competencia significa que el cliente pueda elegir, y difícilmente podrá hacerlo si nunca se da entrada a nuevos operadores que puedan demostrar la calidad de sus servicios y que, de este modo, puedan seguir presentando ofertas.

¿Se prevén nuevas compras durante este año fiscal?
- No somos compradores compulsivos. Las operaciones realizadas han sido excelentes para la compañía pero, en principio, no tenemos una predisposición especial por las adquisiciones. Lo prioritario ahora es consolidar las que hemos hecho y asegurar que nuestros clientes perciben el valor añadido que representan en nuestra oferta.

La movilidad y la integración fijo-móvil es ahora un área estratégica para BT. Sin embargo, el ser un operador de servicios fijos podría verse como una desventaja competitiva en este negocio.
- Dentro de unos años no existirán los conceptos de operador fijo y operador móvil, sino el de operador de servicios, y esta es la dirección en la que nos movemos. Ya el año pasado lanzamos en Reino Unido BT Fusion, un servicio de convergencia fijo-móvil para el mercado residencial que ahora estamos extendiendo a Wi-Fi, ya que permite un despliegue más económico. Este servicio estará disponible para las empresas españolas a principios de 2007. El siguiente paso será integrar todas estas posibilidades con la prestación de servicios móviles, para lo que necesitamos que los operadores móviles virtuales (OMV) sean una realidad en nuestro país.

Pero los OMV no acaban de arrancar. Los operadores móviles están poniendo trabas, aún no hay acuerdos y la CMT amenaza con intervenir.
- Somos de los primeros en conseguir la licencia para prestar servicios como OMV y está claro que queremos llegar a acuerdos con los operadores móviles para completar nuestra oferta. Pero creo que es muy importante que no se vean obligados a llegar al mismo tipo de acuerdo con todos los que se acerquen a ellos, aunque sí se debería asegurar que aquellos que vayan en las mismas condiciones tengan los mismos servicios.
Los OMV son una gran oportunidad para acelerar el despliegue de servicios de movilidad y creemos que nosotros podemos aportar nuevas posibilidades. Al final y al cabo, las aplicaciones a las que accedemos desde los dispositivos móviles, residen en redes fijas. Por ello, la convergencia es un hecho en sí mismo que estoy seguro que se materializará en no mucho tiempo. Pero tiene que ser una vocación de todos, del operador móvil, de los que intentamos llegar a acuerdos con ellos aportando propuestas de valor y del regulador. Y creo que acabará siendo así.

Sin embargo, la oposición de los propios operadores móviles a la figura del OMV ralentiza todo el proceso.
- Si yo fuera un operador móvil intentaría asegurar el desarrollo de mi negocio y la fidelidad de la base de clientes, que es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan y donde los OMV les podr&

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