Costes a la baja
Por otra parte, el coste asociado al sistema optoelectrónico
necesario para manipular las señales y su proceso de conversión de señal eléctrica a óptica,
y viceversa, se ha visto reducido gracias a los recientemente desarrollados VCSEL (Vertical
Cavity Surface Emitting Lasers), unos dispositivos emisores de luz que emiten radiación desde
la superficie del silicio, en lugar de desde las capas activas como ocurre en los diodos
fotoemisores convencionales. Como la luz que emite el VCSEL viaja en una sola dirección (una
característica propia del láser de semiconductor o diodo láser), el nivel de acoplamiento a la
fibra mejora considerablemente con respecto a los tradicionales LED (Light Emitting Diodes).
Los VCSEL son más fáciles de fabricar y de calibrar que
sus homólogos diodos láser, tienen un ancho de banda de modulación muy elevado y una mejor capacidad
para acoplarse a la fibra que los LED: el impacto de los VCSEL se debe a la fiabilidad, simplicidad y
bajo coste que introducen, unido a la elevada potencia óptica de salida y elevada velocidad de los
láseres.
Además, el segmento electrónico del transceiver óptico se pude
integrar en el segmento electrónico del sistema (una tarjeta de interfaz de red o o un hub, por ejemplo),
lo que también permite reducir costes. Esta centralización de la parte electrónica permite también ejercer
un mayor control sobre la red. Es importante señalar, asimismo, que la fibra óptica no necesita sofisticados
sistemas de codificación como ocurre con el cobre, lo cual simplifica el desarrollo del segmento electrónico.
La nueva norma V.5.2 está considerada como un importante elemento impulsor
de la fibra óptica en el bucle local, ya que permite reducir el coste de los componentes electrópticos en el extremo
conmutador del enlace. V 5.2 constituye una de las normas de interfaz entre el conmutador y la red de acceso. La
concentración de líneas ópticas y digitales que aporta V5.2 en el bucle local permite reducir el número de interfaces
de abonado, con lo cual se consigue una importante reducción de costes para el operador.
Esta, digamos, reconciliación de la fibra óptica con las consideraciones de
carácter económico, unida a la creciente demanda de ancho de banda que generan los nuevos servicios (como, por ejemplo,
la telemedicina o el proyecto Internet 2, por citar sólo algunos), hace prever un importante aumento del mercado de FITL
(Fiber Into The Loop) o fibra óptica en el bucle local. Según una firma de consultoría norteamericana especializada en fibra
óptica, la demanda de sistemas FITL para el mercado residencial va a despegar en los próximos dos años. Para el año 2000 se
prevé la instalación de un millón de Kilómetros de fibra óptica en la configuración de FTTC (Fiber To The Curb) y FTTH
(Fiber To The Home) para dar servicio a un millón de hogares.
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