¿Dónde están los ASP?

Cambios, barreras y oportunidades

La llegada de los proveedores de servicios de aplicaciones o ASP hace unos pocos años fue acogida por expertos y analistas con grandes alharacas. No en vano, en ese momento el concepto del “software como servicio” había saltado con fuerza al mercado como la nueva gallina de los huevos de oro. Industria, consultores y medios económicos y especializados asumieron la idea con la convicción de que sería rápidamente aceptada por los clientes, que caerían rendidos ante la evidencia de que eso era justo lo que siempre habían estado esperando. Las expectativas eran tales que, en 1999, en plena efervescencia, Dataquest llegó a pronosticar para este tipo de proveedores de servicios un volumen de ingresos de 22.000 millones de dólares en 2003. Pero pronto se vio que las cosas no eran tan fáciles como parecían: hoy todos los estudios de mercado manejan cifras incluso cinco veces inferiores.
El sector de las TIC, una vez más, tuvo que rectificar sobre la marcha. El incipiente mercado ASP, especialmente el de Estados Unidos, donde había surgido el concepto, atravesó duros momentos económicos y muchas firmas tuvieron que echar el cierre . Lo que se prometía como una revolución atraviesa ahora una cura de humildad y readaptación, en pleno proceso de evolución. Los ASP no han dejado de tener sentido, sólo que actualmente tienen otro, ante la llegada de una nueva oleada de proveedores y la entrada en el negocio de las firmas tradicionales de software como Microsoft y Oracle.
¿Qué sucedió? Aberdeen Group lo tiene claro. Los ASP aparecieron durante el boom de las .com –explica la consultora–, cuando el capital era fácil de conseguir y los planes de negocio consistían en poco más que en el ya conocido –y falaz– lema “constrúyelo y ellos vendrán”. Pero la demanda no llegó, al menos tan rápido y en el volumen que se esperaba, y muchos ASP se extinguieron por su falta de foco. “La mayoría de los ASP pretendían ofrecer todo a todos. Pero en estos días no se puede lanzar un modelo al mercado a ver si funciona. Hay que tener foco”.
Lentamente pero sin pausa, los ASP –los nuevos y los supervivientes del desastre– comienzan ahora a abrirse camino. Con un volumen de negocio mundial de entre 750 y 2.000 millones de euros, este mercado se enfrenta a una segunda oleada en medio de muchos indicios de desembarcos.

Tras años de espera –y fracaso–, el nuevo modelo de ASP (Application Service Provider) está haciéndose atractivo para compañías de lo más variopinto, desde consultoras, integradores, operadoras y fabricantes de software y sus socios a firmas de outsourcing, housing y hosting. Son muchos los que tienen o están preparando su propio ASP, ya sea como compañía independiente o como una nueva línea de negocio.
El modelo ASP aparece como una potente alternativa frente al modelo clásico de venta de licencias. Quizás sea una muestra más del tirón que va teniendo en el sector de la informática el concepto de pago por uso y el del software como servicio. “Cada vez más, las empresas tienden a enfocarse en su negocio central y, por tanto, a externalizar. A medida que esa cultura vaya avanzando, las metodologías en ASP lo harán también en paralelo”, asegura Alberto Lorente, director de Alianzas de NTT/Verio Spain
Para parte del sector, los movimientos de algunos de los grandes dan pistas del interés que despierta este negocio. La reciente adquisición de la danesa Navision por Microsoft, valorada en 1.500 millones de euros, parece ser una muestra. Navision es un proveedor líder en soluciones integradas de gestión para pequeñas y medianas empresas con cuya compra Microsoft aumentará su cobertura geográfica en Europa, plantando cara a la alemana SAP en su propio terreno. Con anterioridad, el año pasado Microsoft había adquirido Great Plains, el rival estadounidense de Navision, por 1.200 millones de euros.
Esta segunda oleada está llegando justo después de la criba que ya se ha producido en el mercado. Muchos lo intentaron, y muchos cayeron. En plena euforia de 1999 nadie imaginaba que llegaría a formar parte del pelotón de las bajas. “El tiempo lo que demuestra es que no hay que tener prisa, sino buscar modelos sólidos y serios”, opina José Ángel Argibay, responsable del negocio ASP y venta indirecta de SAP España.
A toro pasado, las defunciones se achacan a la carencia de planes de negocio o a la falta de respaldo financiero. Uno de los primeros en caer fue Red Gorilla, que, lanzado en 1999 y cerrado en octubre de 2000, se dedicaba a aplicaciones de planificación y de gestión de proyectos. Un par de meses después hacía lo propio HotOffice.com, creado en 1995 para ofrecer servicios de ofimática, colaboración y planificación; sus activos fueron adquiridos en septiembre de 2001 por Thruport Technologies. Agillion, dedicada a aplicaciones de CRM en modo ASP, surgió en 1998 y cerró en marzo de 2001. Y si julio de ese año fue un mal mes por la desaparición de Pandesic, la aventura de e-commerce que Intel y SAP lanzaron en 1997, agosto fue peor, con las suspensiones de pagos de dos veteranos: Breakaway Solutions, nacido en 1992 para ofrecer aplicaciones de e-business, y FutureLink, lanzado en 1995 en el segmento de las aplicaciones ERP y CRM.
Todavía durante este mismo año han visto la bancarrota más ASP. En enero de 2002 caía USinternetworking, que llegó a ser líder del mercado estadounidense durante 2000. Y lo mismo le sucedió a Applicast, que ofrecía servicios de hospedaje para aplicaciones de SAP y Siebel. La compañía había sido adquirida a finales de 2000 por otro ASP, Agilera, propiedad de NTT/Verio.

¿Sobra la A?
Después de estos desastres hay quienes reniegan de la propia palabra ASP y prefieren hablar de xSP en general. Algunos lo hacen para distinguir entre los diferentes actores que prestan distintos servicios dentro de la cadena de valor de un ASP.
Esté o no en cuestión el uso del propio término, lo cierto es que se sigue hablando de ASP, aunque no siempre todos los que utilizan las siglas se están refiriendo a lo mismo. Para una definición canónica se puede acudir a la asociación que representa a este mercado, ASP Industry Consortium (ASPIC), que, desde finales de 2001, se ha convertido en una sección de CompTIA (Computing Technology Industry Association). Como punto de partida, para ASPIC, un ASP es aquel proveedor que proporciona y gestiona aplicaciones, así como todas las infraestructuras de tecnología de información y los servicios de soporte necesarios, a usuarios cobrando un alquiler. Típicamente hospedan aplicaciones en un centro de datos remoto y las entregan a los usuarios vía Internet o mediante una red privada.
Esta definición básica de ASP no aporta demasiada claridad al mercado actual, donde operan numerosos tipos de compañías que se autodenominan como tal. Hay ASP de servicios plenos (FSP), proveedores de infraestructuras de aplicaciones (AIP), distribuidores de software independientes (ISV), proveedores de servicios de red (NSP)… Y si algunos ASP son dueños de sus propios centros de datos, otros subcontratan la gestión del sistema a través de un centro de datos de un tercero. Mientras algunos ASP tienen los recursos internos para proporcionar todos los servicios necesarios para entregar las aplicaciones a los usuarios, otros ofrecen sólo algun

Contenido Patrocinado

Forma parte de nuestra comunidad

 

¿Te interesan nuestras conferencias?

 

 
Cobertura de nuestros encuentros
 
 
 
 
Lee aquí nuestra revista de canal

DealerWorld Digital