Convergencia de redes: ¿quién se acerca a quién?
Ya en 1982 existían productos en el mercado que intercomunicaban en TCP/IP, permitiendo la presentación de datos y aplicaciones (TCP), al mismo tiempo que hacían posible la interconexión entre equipos de distintos fabricantes. Estos datos podían ser tanto programas como contenidos. La uniformidad en la presentación y ejecución de aplicaciones –¡qué lejos estamos ya de los dialectos de Unix!– gracias a un estándar de facto como ha sido el entorno Windows nos ha hecho olvidar el antenombre de TCP que siempre acompañaba al IP. Se ha quedado arrinconado, olvidado y ¿viejo?
Voz sobre IP. Ahora, los fabricantes de elementos de redes han descubierto un tipo de dato que es transportable, cómo no, por IP: la voz. Voz sobre IP (VoIP), conjuro mágico de interés mundial: llamadas gratis, aprovechando la globalización de Internet, redes desplegadas, conectividad sin límites... Pero, ¿y los operadores de telecomunicaciones?, ¿y las infraestructuras?, ¿y las amortizaciones de las tremendas inversiones hechas a lo largo de los años para asegurar la calidad de los servicios de voz?
La revolución está siendo liderada por los fabricantes de elementos de redes LAN y WAN, de routers y de gatekeepers que nunca han considerado el coste añadido de la transmisión a través de sus medios. ¿Van a quedar obsoletos también los conceptos de minuto, de CDR, de ITU, de ISUP...? No, la convergencia de redes debe pasar desde el modelo convencional de telefonía, comprensible y cuantificable por los operadores, al modelo VoIP adaptado a los usos y costumbres del mercado. Si no, la tecnología se ralentizará. Los modelos de convergencia de redes deben dictarlos, desarrollarlos e implantarlos conjuntamente los operadores con los fabricantes de equipos de telecomunicaciones. O le quitaremos, como al TCP/IP, el nombre de “tele”.
Manuel Guadaño
Director General de Teles Iberia