Contra los elementos
Por lo que se refiere a la banda ancha, el vaticinio de Gartner se corrobora con los últimos datos aportados por ECTA (European Competitive Telecommunications Association), que reflejan una brusca ralentización en este segmento. La penetración por número de abonados tan sólo creció un 7% en el tercer trimestre de 2006, con 73 millones de líneas, frente al 23% del mismo periodo de 2005. Una tendencia que se está manifestando claramente en países como Dinamarca, Bélgica, Suecia, Austria e incluso España. Las estimaciones de Ovum sobre las entregas de puertos DSL durante el mismo periodo coinciden en reflejar la caída.
Antes de esperar cruzados de brazos la consolidación de esta evolución negativa en los próximos trimestres y años, como antes tantas veces, la industria y todos sus agentes deben apretar el acelerador hacia un nuevo entorno de desarrollo e innovación. Las soluciones avanzadas que se mostraron en Barcelona, desde HSDPA y HSUPA a WiMAX móvil, junto a los nuevos avances en fijo, abren un nuevo panorama de aplicaciones y servicios convergentes para el consumidor y la empresa que podrían generar nuevas y mejores expectativas. Y, lo más importante, podría acabar por hacer de la tecnología el sustento básico de la sociedad, de una vez por todas. La propuesta de flexibilización y optimización del espectro de radio propuesto por la comisaria de la Sociedad de la Información de la Comisión Europea, Viviane Reding, ayudaría en gran medida a fomentar la innovación y la demanda necesarias para inyectar muchos millones de euros, de empleos y de ofertas atractivas a este mercado. Es sólo un ejemplo, pero realmente positivo. Tratar de recuperar la caída de ingresos que imponen la simple protección de los consumidores y la maduración del mercado mediante subidas de precios artificiales y pactadas dejaría de tener sentido. Si es que hoy lo tiene.