Coexistencia pacífica entre redes GSM y UMTS
A pesar de todo ello, hay buenas noticias para todos los usuarios de teléfonos móviles, tanto comerciales como privados: las redes 2G/2,5G y 3G muy probablemente coexistirán durante bastante tiempo. Como sucede con cualquier nueva tecnología, llevará algún tiempo que las redes 3G acaben por imponerse: el traspaso masivo a la tercera generación ocurrirá a medida que lo requieran las aplicaciones más atractivas. Hemos experimentado este fenómeno con los ordenadores de sobremesa, donde los consumidores han mejorado hasta modelos 486 o Pentium cuando sus equipos 386, por poner un ejemplo, no soportaban ciertos juegos o programas de software.
A pesar de que muchos clientes de móviles están satisfechos con los teléfonos GSM de la actualidad, los usuarios comerciales están a la espera del mayor ancho de banda prometido por UMTS. Por lo tanto, las operadoras celulares deberán proporcionar tanto GSM como UMTS, y hallarán más eficiente y económico suministrar estos dos servicios sobre una única infraestructura de red. Obviamente, para suministrar redes tanto GSM como UMTS, las operadoras deben emplazar equipos que soporte ambas plataformas celulares.
En la actualidad, las operadoras de móviles se apoyan en circuitos centrales y redes de acceso, pero las aplicaciones 3G requerirán IP de mayor ancho de banda o transmisiones ATM. Los creadores y fabricantes de equipos de acceso de telecomunicaciones cumplirán un papel importante en la integración de redes móviles, tanto heredadas como 3G. Esto proporcionará una trayectoria de migración suave al UMTS de ancho de banda amplio a la vez que conservan GSM, basando todo ello en la misma infraestructura. La convivencia de ambas redes mantiene bajos los costes operativos y de mantenimiento, lo que lleva a un gasto reducido en nuevo equipo. De esta manera el ahorro puede ser transferido de los proveedores a los clientes.
Gaby Junowicz, Gerente de Desarrollo Comercial de RAD Data Communications