Ciencia y Tecnología regula por fin el mercado OMV
Los futuros operadores móviles virtuales (OMV), algunos de los cuáles llevan ya un año esperando la disponibilidad de una normativa que les permita conocer cuáles serán las condiciones de actuación en este mercado, por fin cuentan con un marco más definido sobre el cual desarrollar sus estrategias y planes de negocio.
Es muy posible que, a la salida de este número, ya se haya publicado en el BOE la orden ministerial que regula el mercado de los OMV, de la que cabe destacar la sutileza de haber logrado conjugar un elevado grado de flexibilidad con unos límites firmes y claros. Aparte de a los 26 operadores que por el momento han manifestado su interés en convertirse en operadores móviles virtuales –prestadores de servicios al cliente final utilizando la red de otro operador– esta orden afectará positivamente a la estrategia de Xfera, que tras haberse visto forzada a congelar sus operaciones por la imposibilidad de prestar servicios (como le ha ocurrido también a Telefónica en el consorcio italiano IPSE 2000) tendrá al menos una alternativa a la que acogerse hasta la llegada de UMTS.
Según este documento, el proceso que han de seguir las empresas que quieran convertirse en OMV se inicia con la obtención de la CMT de una licencia A2, de nueva creación. Esta licencia las diferenciará de los revendedores de telefonía móvil dándoles derecho a una numeración propia y a interconectar sus infraestructuras con las de los operadores móviles con red. No obstante, este título no sólo otorga derechos, sino que también implica una serie de obligaciones de inversión en infraestructura de red, como son las plataformas de gestión de abonados o sistemas de transmisión y conmutación.
Intervenir sólo cuando sea inevitable. Una vez conseguida la licencia habilitante, habrán de negociar directamente con los operadores con infraestructuras. Este punto había sido objeto de fuertes críticas por parte de los potenciales OMV, quienes argumentaban que dejar la apertura de un mercado en manos precisamente de aquellos menos interesados en la entrada de competidores evidentemente no contribuiría a la entrada de nuevos proveedores ni al desarrollo de la oferta.
Pero el Ministerio no ha hecho oídos sordos a esta queja, marcando unos límites amplios para la negociación pero también rigurosos en caso de no alcanzarse un acuerdo entre las partes interesadas. Los operadores con licencia A2 podrán exigir al operador con red propia la conexión a la red y, de no conseguirla, la CMT podrá intervenir en el proceso, como también habrá de hacerlo en caso de que los precios marcados por los proveedores con infraestructura para su interconexión fueran excesivamente altos aplicando la normativa relativa a interconexión e itinerancia.
Es muy posible que, a la salida de este número, ya se haya publicado en el BOE la orden ministerial que regula el mercado de los OMV, de la que cabe destacar la sutileza de haber logrado conjugar un elevado grado de flexibilidad con unos límites firmes y claros. Aparte de a los 26 operadores que por el momento han manifestado su interés en convertirse en operadores móviles virtuales –prestadores de servicios al cliente final utilizando la red de otro operador– esta orden afectará positivamente a la estrategia de Xfera, que tras haberse visto forzada a congelar sus operaciones por la imposibilidad de prestar servicios (como le ha ocurrido también a Telefónica en el consorcio italiano IPSE 2000) tendrá al menos una alternativa a la que acogerse hasta la llegada de UMTS.
Según este documento, el proceso que han de seguir las empresas que quieran convertirse en OMV se inicia con la obtención de la CMT de una licencia A2, de nueva creación. Esta licencia las diferenciará de los revendedores de telefonía móvil dándoles derecho a una numeración propia y a interconectar sus infraestructuras con las de los operadores móviles con red. No obstante, este título no sólo otorga derechos, sino que también implica una serie de obligaciones de inversión en infraestructura de red, como son las plataformas de gestión de abonados o sistemas de transmisión y conmutación.
Intervenir sólo cuando sea inevitable. Una vez conseguida la licencia habilitante, habrán de negociar directamente con los operadores con infraestructuras. Este punto había sido objeto de fuertes críticas por parte de los potenciales OMV, quienes argumentaban que dejar la apertura de un mercado en manos precisamente de aquellos menos interesados en la entrada de competidores evidentemente no contribuiría a la entrada de nuevos proveedores ni al desarrollo de la oferta.
Pero el Ministerio no ha hecho oídos sordos a esta queja, marcando unos límites amplios para la negociación pero también rigurosos en caso de no alcanzarse un acuerdo entre las partes interesadas. Los operadores con licencia A2 podrán exigir al operador con red propia la conexión a la red y, de no conseguirla, la CMT podrá intervenir en el proceso, como también habrá de hacerlo en caso de que los precios marcados por los proveedores con infraestructura para su interconexión fueran excesivamente altos aplicando la normativa relativa a interconexión e itinerancia.
