ATM

Una promesa que se concreta

Muchos usuarios esperan con ansiedad la llegada de la tecnología de transferencia asíncrona o ATM, pero ésta sigue planteando algunos problemas: precios elevados, falta de estándares y capacidades de función de red insuficientes.

Cuando llegaron al mercado los primeros productos hace cuatro años, algunos expertos afirmaron que ATM (Asynchronous Transfer Mode) necesitaba aún mejorar un poco. Y lo cierto es que muchos siguen pensando lo mismo. Precios altos, falta de estándares, problemas de interfuncionalidad y la ausencia de funciones de gestión de red siguen afectando a esta tecnología de redes tan joven y tan esperada, mucho después de que los primeros adaptadores hayan salido de la línea de producción. Esto significa que la promesa de que ATM iba a permitir un proceso en red de tipo universal sigue siendo justamente eso: una promesa.

La firma de consultoría Global Growth Strategies, por ejemplo, defiende que ATM no ha madurado aún lo suficiente, por lo que no recomendaría una solución ATM de tipo global. No son muchos los expertos que se arriesguen a predecir cuándo se harán realidad las redes ATM de carácter global.

En este sentido, la consultora Forrester Research consultó a 50 empresas norteamericanas y constató que 37 están interesadas en ATM, pero no será hasta el año 1998 que un 60% de los usuarios en esas compañías tengan acceso a ATM.

¿Quién lo está utilizando?

De todas formas, ATM no es simplemente la tecnología del mañana. Empresas, la Administración Pública y las universidades están comprobando que ATM es vital para soportar aplicaciones de gran ancho de banda y muy específicas, que demolerían cualquier otro tipo de red. Entre sus aplicaciones típicas está el video, el tratamiento de imágenes y el proceso de alto rendimiento. Generalmente, se trata de entornos de trabajo en grupo o groupware relativamente pequeños que presentan algún requerimiento de anchura de banda muy por encima y mucho más allá de la capacidad de la mayoría de las tecnologías de proceso en red tradicionales.

Aunque su papel actual es limitado, ATM ha conservado su posición como panacea de red para tráfico de extremo-a-extremo, ya que promete soportar las aplicaciones multimedia del siglo XXI que están comenzando a aparecer.

ATM funciona tomando todo tipo de tráfico de red -datos, voz, video y señales de televisión- y fraccionándolo en celdas o paquetes de 53 bytes. El tráfico puede viajar a través de redes privadas o públicas dirigidas por switches, los cuales pueden enviar ese tráfico a lo largo de varias rutas físicas, una capacidad que aumenta a su vez las capacidades de transferencia. Sin embargo, el enlace aparece como una conexión punto-a-punto dedicada, que para el usuario final se conoce como un circuito virtual. Este carácter conmutado significa que los usuarios no tienen que pagar por líneas dedicadas que muchas veces permanecen inactivas, sino que está disponible ancho de banda bajo demanda. Además, el paquete de longitud fija permite a los vendedores crear switches muy rápidos, y el pequeño tamaño de paquete garantiza que los frames de voz y video puedan ser insertados en la corriente con suficiente rapidez para una transmisión en tiempo real.

Un problema de madurez

Para que el sector pueda alcanzar estos objetivos, deberá resolverse un conjunto de cuestiones relativas a la madurez. Un problema de enormes proporciones es el de la interfuncionalidad o interoperabilidad deficiente entre los switches ATM de los diversos vendedores. Los estándares ATM requieren un control del flujo, que impide la congestión en la red limitando la cantidad de tráfico que va a un determinado switch. Sin embargo, un vendedor puede decidir controlar el flujo descartando celdas cuando una línea está sobrecargada, mientras que otro puede decidir el buffering de esas celdas, y un tercero optar por reenviar un mensaje a la fuente del tráfico para pedirle que reduzca la velocidad. Como consecuencia, el control del flujo no funciona correctamente entre los diversos productos, la red se atasca, y se produce una catástrofe al reducirse a cero el throughput o rendimiento global.

Los vendedores ATM actuales y futuros han reconocido el problema del control de flujo y han prometido trabajar sobre la interfuncionalidad a través del ATM Forum, que es un potente grupo de intercambios comerciales.

Entretanto, los usuarios disponen de dos opciones para manejar redes ATM multivendor. Mediante el almacenamiento temporal o buffering se obtiene la elasticidad necesaria en la red, y la infrautilización garantiza que no se pierdan celdas.

Otro problema es el de la emulación LAN. Aunque The ATM Forum ha definido un estándar sobre cómo pueden funcionar las aplicaciones a través de redes ATM y redes tradicionales, dicho estándar se encuentra aún en fase de revisión, y quienes han adquirido productos no aptos para un upgrading al estándar se encuentran en una mala situación. Para evitar esto, hay que comprobar las compras en cuanto a su utilidad futura, verificando que podrán ser objeto de un upgrade. En caso contrario, conviene esperar a nuevos productos que cumplan con los nuevos estándares.

Naturalmente, el precio es también una cuestión a considerar. Aunque los costes han descendido durante los cuatro últimos años, siguen siendo comparativamente alto. ATM es por lo menos dos veces más caro que Switched Ethernet, que es popular por su capacidad de obtener más ancho de banda de las redes Ethernet tradicionales. Otros costes son los de las ampliaciones de estaciones de trabajo para manejar ATM y formar al personal en las peculiaridades de la nueva tecnología.

El precio elevado significa que los directores de informática pueden esperar justificar el coste de una inversión ATM en base a objetivos o fines comerciales específicos.

Aunque ATM existe principalmente por ahora sólo en pequeñas islas, muchos usuarios están pensando en una implementación más amplia en los próximos uno o dos años.

Por ejemplo, se prevé que ATM se convertirá cada vez más en una tecnología backbone en los próximos años. Además, deberá crecer en popularidad cuando los vendedores de productos de larga distancia cumplan con los anuncios de ofrecer servicios ATM para enlaces T3 y T1.

Para prepararse para el futuro, los usuarios pueden comenzar por realizar el upgrade de la infraestructura física de su red. Entretanto, pueden también sentirse satisfechos por las ganancias y avances ya conseguidos. Los defensores de ATM dicen que es un buen momento para que los usuarios consideren la posibilidad de implementarlo y evaluar los switches, pero deben ser realistas respecto a las limitaciones actuales.

Escasez ATM

Dado el contexto casi frenético que rodea al ATM (Asynchronous Transfer Mode), no es sorprendente que los directores de red se muestren deseosos de conseguir algunos elementos para ver por sí mismos lo que puede hacer esta tecnología por sus empresas. Sin embargo, no es fácil obtener estos equipos. A pesar de la publicidad y las demostraciones en ferias y convenciones, están disponibles menos productos utilizables que los que podría pensar un observador casual, y la escasez es particularmente notable en cuanto al hardware y el software necesarios para los entornos corporativos y de empresa.

Elegir una velocidad

La división más importante en ATM es entre las variedades de 155 Mbits/seg y 25 Mbits/seg La primera es la tecnología de alta velocidad preferida y utiliza conexiones de fibra óptica para transmitir tráfico desde estaciones de trabajo y servidores de alta potencia a switches, actuando también como medio de transporte switch-a-switch. También existe un estándar ATM de 100 Mbits/seg, llamado Taxi, pero el interés por esta variedad es mucho menor que por la variedad de 155 Mbits/seg. La tecnología de 25 Mbits/seg,

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