Alojar la confianza

Muchas de las empresas que utilizan la Red han llegado a la conclusión de que vivir de Internet no es lo mismo que vivir en Internet. Por ejemplo, hace unas semanas el director de informática de un conocido grupo editorial me explicó las ventajas técnicas y económicas que han conseguido desde que, hace dos años, contrataron los servicios de una compañía dedicada al alojamiento en Internet. Curtido en mil batallas, el director de informática de la editorial supo explicar a la dirección de su empresa que su negocio no estaba en la instalación, gestión y mantenimiento de la infraestructura necesaria para publicar en la Red sus periódicos y revistas. Como este grupo editorial tenía firmados acuerdos ventajosos con los fabricantes de los programas que más utilizaban, las licencias y el soporte para sus bases de datos y su motor de aplicaciones han corrido de su cuenta durante estos dos años, pero del resto se ha ocupado su socio tecnológico.
La historia se vuelve más interesante cuando me explica que, con este modelo de outsourcing, han ahorrado más de doscientos millones de las antiguas pesetas en gastos de compra y mantenimiento de equipos y redes. ¿Le parece una opción atractiva? Quizá, siempre que encuentre esa empresa en la que confiar su presencia en Internet. Y no es tan sencillo. Verbigracia, durante el pasado mes de julio dos conocidas empresas de telecomunicaciones sufrieron sendos percances en sus centros de datos. En el primer caso hubo un apagón generalizado en el centro de datos, de esos que hielan la sangre en pleno verano. En el segundo, con el aire acondicionado averiado, fue preciso apagar las máquinas de los clientes para evitar una catástrofe mayor. ¿Esto significa que no se puede confiar a esas empresas nuestra presencia en la Red?

Menos pero mejores
Créame, a los bancos les interesa todo lo relacionado con la confianza y la seguridad. Cuando roban una sucursal no sólo se llevan dinero; por el butrón se escapa el miedo de los clientes a depositar sus euros en manos ajenas, aunque sea la caja de ahorros de su tierra. A pesar de los abundantes atracos que sufren las entidades financieras, casi todo el mundo cree que sus ahorros están mucho más seguros en un banco que debajo del colchón de látex. Algo parecido sucede con las empresas que dan alojamiento, del tipo que sea, en Internet. La seguridad y la confianza también son piezas clave en su negocio, y dedican buena parte de su esfuerzo a mejorar en esos dos aspectos. Por tanto, los centros de datos son el mejor lugar para instalar y mantener un servicio en Internet: ¡han sido diseñados para ello!
Si una empresa busca a quién confiar su presencia en la Red, no debe fijarse en demasía en los tropiezos puntuales del alojador, sino en las otras empresas que estén alojadas allí, con qué servicios y durante cuanto tiempo. La confianza no se puede comprar, y un alojador que consigue nuevos clientes, manteniendo a los antiguos, será un candidato a tener muy en cuenta. Y, por suerte o por desgracia, la crisis ha despejado el panorama de las empresas que ofrecen un alojamiento serio en España. Sin ir más lejos, Tíscali anunciaba a principios de agosto el cese de sus negocios en nuestro país. Quedan, pues, pocas empresas alojadoras, pero deben ser las mejores. Algunas, incluso, son de plena confianza: busque la suya.

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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