Almacenamiento: de factor secundario a prioridad estratégica

Buscando la rentabilidad

Aunque difícil de calcular debido al carácter subjetivo de muchos de sus parámetros, el retorno de la inversión y el coste total de propiedad suponen criterios cada vez más importante para los responsables de TI. La información crece sin fronteras y gestionar el asombroso aumento del volumen de datos digitales supone un importante reto, más en tiempos de ralentización económica. El almacenamiento en red puede resultar la solución.

Los métodos tradicionales de gestionar el almacenamiento en entornos de sistemas abiertos llevan largo tiempo intentando despejar el camino para los actuales modelos de negocio. La mayoría de las empresas requieren disponibilidad 24x7 de las aplicaciones críticas que generan sus ingresos. También es fundamental la continuidad; cada vez se considera más intolerable la caída de una aplicación, ni siquiera durante el tiempo que hasta hace poco se reservaba a su mantenimiento. A la vista de los acontecimientos del pasado 11 de septiembre, el garantizar la supervivencia y la continuidad de los datos a través de sistemas de recuperación ante desastres ha cobrado si cabe una mayor importancia. Esta situación, unida al extraordinario crecimiento de la información, supera con mucho las capacidades de las actuales infraestructuras TI de almacenamiento y de sus modelos de gestión.
Así, los departamentos de TI se encuentran en medio de una verdadera crisis: han de tratar con la siempre creciente demanda de almacenamiento, pero, dada la situación económica, con el mismo o menos dinero y personal de siempre. A estos departamentos se les pide que sean capaces de realizar tareas hercúleas diariamente bajo la presión ejercida por la conciencia de que la siguiente ola de crecimiento está justo a la vuelta de la esquina.
Por ello, deben plantearse el mejor modo de invertir en redes de almacenamiento de forma que puedan gestionar, asumir y hacer que estén siempre disponibles los volúmenes crecientes de datos corporativos, la sangre vital de los negocios, pero con una clara estimación de cuál será el retorno de esa inversión (ROI –Return Over Investment).

Dividendos por venir
Medidas tales como el TCO (TCO-Total Cost of Ownership) y el retorno de la inversión son hoy requerimientos estándar en todas las estrategias de almacenamiento. De hecho, los resultados de un reciente estudio de Enterprise Management Associates, copatrocinado por IDG, muestra que la medida predominantemente usada para seguir las expectativas de las soluciones de almacenamiento en red es TCO. Las empresas demandan que la solución en su totalidad –almacenamiento, infraestructura de almacenamiento y gestión– aporten un valor significativo a sus entornos.
El valor predominante del almacenamiento en red, como es visto hoy por los profesionales TI, es la consolidación de los datos para incrementar la disponibilidad y fiabilidad, así como la mejora de las funciones de recuperación y backup.
Pero existen muchos otros factores a tener en cuenta, como es la disponibilidad de la información y la continuidad del negocio. En cualquier empresa donde las aplicaciones de negocio adquieren una dimensión online, como es el comercio electrónico, la interrupción de los sistemas, por ejemplo para realizar tareas de mantenimiento y back up, puede representar la pérdida de enormes cantidades de ingresos. Por ello, si las empresas sólo perciben el almacenamiento como un centro de costes, ciertamente perderán importantes oportunidades de generación de negocio.
Tradicionalmente, ROI ha significado “ahorro de costes”, calculados como ahorro total y/o retorno dividido por el coste total. Para su cálculo, el primer paso es determinar cuánto está gastando la organización en almacenamiento y cuántos de los sistemas dedicados a él son realmente utilizados.
Justificar gastos en almacenamiento a través del análisis del ROI puede ser muy subjetivo, pero siempre ayudará a los administradores de tecnologías de la información a conseguir un trato más favorable de los responsables de sus presupuestos, como también a hacer un uso más eficiente de los recursos de que disponen. Adoptando nuevas arquitecturas de almacenamiento tales como SAN (Storage Area Networks), NAS (Network-Attached Storage) o SRM (Storage Resource Management) puede proporcionar un retorno de la inversión a gran escala.
El networking de almacenamiento es visto cada vez más como una manera de robustecer la efectividad en costes TI obteniendo al mismo tiempo ventajas competitivas. Por eso, el movimiento hacia SAN y NAS ya ha comenzado, y lo ha hecho con una gran potencia: Gartner Group predice que la mayor parte del almacenamiento de servidor será externo y en red en 2005. Existen además evidencias que demuestran que el despliegue del networking de almacenamiento, ya sea SAN o NAS, puede robustecer el ROI de una compañía recortando diversos costes clave asociados al almacenamiento, especialmente al personal dedicado y la gestión de este recurso.
En un reciente estudio realizado entre ejecutivos TI, la consultora Enterprise Storage Groupencontró que para aquellos que han implementado una SAN, el volumen medio de almacenamiento que estiman podría gestionar su personal es 3,7 veces mayor que el que ellos estaría en condiciones de tratar con un entorno de almacenamiento distribuido directamente conectado (DAS).
Otros sugieren que, aparte de recortar los costes de gestión de almacenamiento, las organizaciones podrían mejorar significativamente sus operaciones de negocio recurriendo a arquitecturas NAS o SAN. En la era de Internet, en la que las reglas de networking y la disponibilidad de los datos es crucial, mejorar la capacidad de tratamiento de transacciones e-business, datos de relaciones con el cliente (CRM), o sistemas de automatización de la cadena de suministro (SCM) y otros tipos de datos de misión crítica puede suponer un aumento de la eficiencia traducible en una mucho mayor rentabilidad del negocio. Entre otras cosas contribuye a acelerar el tiempo de llegada al mercado de nuevos productos, un servicio de clientes con más respuesta y volúmenes de transacciones mucho mayores.

La gestión, un factor crítico
De cualquier modo, la gestión efectiva del almacenamiento en red de la empresa será condición imprescindible para obtener el mayor valor de la inversión. Los procesos de negocio se vuelven progresivamente más sensibles a los fallos TI, precisamente porque dependen en mayor medida de estas infraestructuras. Un estudio realizado en 2000 por Meta Group fija el coste medio de las caídas –en todos los sectores del negocio– en alrededor de un millón de dólares por hora. La gestión proactiva del almacenamiento podría evitar muchos de estos fallos. La monitorización de la utilización de la capacidad de disco, sus temperaturas y otras métricas podrían haber notificado a los administradores de los potenciales desastres, permitiéndoles reaccionar antes de que se produjeran o causaran la interrupción de los servicios.
El papel de la gestión efectiva del almacenamiento tiene pues un reflejo significativo en el coste total de propiedad del almacenamiento. Además de reducir las caídas prediciendo los fallos, la gestión de almacenamiento contribuye a ahorrar costes en términos de reducir requerimientos de labor.
Muchos fabricantes están vendiendo las ventajas de la escalabilidad de sus productos asegurando que las capacidades pueden crecer

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