Algunos fracasos inolvidables

En el mundo de las redes, los errores nunca son pequeños. Puede que se olviden rápidamente enterrados por el ruido mediático que levantan las novedades de éxito, pero nunca son pequeños.

No es extraño que algunos nuevos fenómenos y desarrollos consiguan despertar el interés de los medios especializados y levantar enormes expectativas. Luego, el tiempo se les va echando encima sin que lo que en un primer momento nos pareció “su enorme potencial” acabe cumpliéndose, y van pasando poco a poco al cuerto trastero del olvido. Repasando las soluciones, proyectos y tecnologías de los que COMUNICACIONES WORLD ha ido dando cuenta desde hace 15 años, se puede hacer una larga –y triste– lista de intentos fallidos. Aquí recogemos siete. No es agradable hablar de fracasos, pero en algo ayudará a moderar los entusiasmos cuando nos asaltan las novedades.

Las puntocom
- Pocas veces en la historia un fenómeno consigue ser tan rápidamente idolatrado como despedido a patadas. Las alaracas iniciales pronto se convirtieron en desprecio. En 2000, 210 firmas puntocom cerraron sus puertas sólo en Estados Unidos, 121 sólo entre octubre y diciembre de ese año. Lo dice un estudio de Webmergers.com, que atestigua la muerte de este tipo de compañías. De ellas, un 75% ofrecían productos o servicios dirigidos al mercado de consumo, el 21% a las empresas y el resto a ambos segmentos de la demanda. Las firmas de comercio electrónico representaron más de la mitad de las iniciativas fracasadas, las de contenidos el 30%, y las de infraestrcuturas y servicios online el resto.
Por supuesto, aún son muchas las puntocom que sobrevivien, y algunas –pocas– incluso con éxito. Pero nunca antes un globo tan enorme se desinfló tan rápido. Hubo tanta arrogancia como desconocimiento del mercado, y el dinero acabó yéndose donde solía. Aquellos días en que el éxito se medía por visitas Web han pasado definitivamente. Sólo los ingresos y los beneficios vuelven a contar.

APPN
- Una lista de fracasos no estaría completa sin el antaño muy loado plan APPN de IBM. De hecho, todo el trabajo realizado por el grupo de networking de la compañía, en un sentido u otro, en los 80 y los 90 está ya en la tumba, está siendo abandonado o se encuentra en manos de Cisco.
Pocas tecnologías fueron acogidas con tanta expectativa como Advanced Peer-to-Peer Networking. Por muchos motivos: sus capacidades de networking peer-to-peer, sus características de clases de servicio (CoS)... Todo eso está hoy enterrado.
Y es que aquí IBM no dio ni una, haciendo el equipamiento APPN caro y complicado, sembrando cizaña en el sector. ¿Recuerdan que incluso estableció un plan de royalties para aquellos terceros interesados en potenciar la tecnología? En 1994, Rick McGee, de IBM, prometía “eliminar” a cuantos fabricantes fueran necesarios (leáse Cisco) antes de permitir que cualquier competidor se hiciera con el control de su segmento SNA de la red. Callado hubiera estado mejor.

ATM en el puesto de trabajo
- Como tantas soluciones en busca de un problema que en el mundo han sido, ATM a 25 Mbps hasta los puestos de trabajo murió incluso antes de nacer. Aunque fueron muchos los que apostaron por el suministro de todo ese ancho de banda a los usuarios de PC, jugó en su contra un precio que duplicaba al de Ethernet conmutado. No fue la única tecnología que Ethernet acabaría anulando (ahora vienen HSTR y FDDI).

Token-RinG de alta velocidad (HSTR)
- En la segunda mitad de los 90, Ethernet acorralaba definitivamente en las LAN a Token-Ring, que llevaba años sin actualizarse a velocidades superiores. High-Speed Token-Ring (HSTR) fue su último intento por sobrevivir, pero nunca llegó a nada. No es de extrañar. A finales de 1998, IBM –el padre de Token-Ring– le dio la espalda. Madge y Olicom –firmas fuertemente vinculadas a esta tecnología– lo hicieron muy poco después.

FDDI
- Hace ya muchos años, esta revista tuvo la oportunidad de saber por un portavoz de Digital que la compañía lanzaría productos FDDI muy pronto. Nos sentimos privilegiados por conocer los primeros en España tal noticia. Ahora, al recordarlo, sonreímos con nostalgia. La gran mayoría de los últimos chips FDDI fueron lanzados en enero de 2000. La idea de disponer de una LAN a 100 Mbps sobre fibra que proponía esta tecnología pronto se vio arrinconada por el éxito de Fast y Gigabit Ethernet.

DME
- “Ambiciosa iniciativa de estándares de gestión”. Así era calificado por muchos Distributed Management Enviroment (DME), desarrollado por Open Software Foundation (OSF). Desde los primeros 90 fue muriendo lentamente. ¿Ambiciosa? Seguro. ¿Realista? En absoluto. La experiencia podría haber servido de escarmiento, pero quizá dentro de cinco años tengamos que decir lo mismo de WBEM (Web-Based Enterprise Management). Esperemos que no.

OSI
- Y la soberbia humana una vez más fue castigada con la multiplicidad de lenguas. Si hay un fracaso por excelencia en el sector, es el de OSI (Open Systems Interconnection). Siguiendo su modelo de referencia de siete niveles –casi lo único que hoy queda con vida–, OSI garantizaría la interoperatividad universal y perfecta estandarizando aboslutamente todas las actividades del networking. Bajo su reinado, TCP/IP y SNMP serían sólo recuerdos. Así nos lo creíamos muchos y así lo escribimos. Recordarlo hoy nos sonroja.

DCE
- ¿Puede haber algo mejor que disponer de soluciones de directorio, seguridad, llamadas de procedimiento remoto y otros servicios cliente/servidor diseñadas para correr redes heterogéneas? No, desde luego. Y ese era el gran atractivo de DCE (Distributed Computing Enviroment), que llegó a tener cierta aceptación entre los usuarios. Pero, como ha dicho un analista, acabó convirtiéndose en un conjunto de plataformas propietarias con una herencia común. Apenas nada más.

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