A vueltas con el ADSL

En las últimas semanas, están creciendo las críticas contra Telefónica por el mal funcionamiento de las líneas ADSL en España. Algunos se preguntan qué está pasando realmente. Desde hace días, muchas de las conexiones de acceso a Internet de alta velocidad a través de los distintos proveedores o portales irremediablemente se caen una y otra vez. Es difícil hacer una estadística sobre la cantidad de fallos que está habiendo, pero algunas asociaciones de usuarios ya está realizando algún tipo de análisis para determinar si se trata de un problema anecdótico o, por el contrario, es de enorme envergadura, lo que podría dar lugar a una nueva batalla entre Telefónica y el resto de empresas.
Curiosamente, los fallos ocurren en todo tipo de conexiones, no solamente las de los rivales de Telefónica. También varios usuarios de ADSL de Terra, la filial de Internet de Telefónica, han detectado todo tipo de problemas en sus conexiones. A falta de estadísticas que determinen cuántos de los 950.000 usuarios que existen en España están teniendo problemas de conexión, sólo cabría especular con las razones de por qué se están cayendo las líneas. En cualquier caso, más que especulaciones, de todos es conocido el recorte de gastos que está llevando a cabo Telefónica en los últimos meses. Un recorte de costes que se está traduciendo en mínimas inversiones en red, lo que incide en su deterioro.
Telefónica, en los años ochenta, empezó a hacer un esfuerzo importantísimo en inversiones para aumentar la calidad de sus servicios, hasta llegar, a mediados de los años noventa, casi al cien por cien de calidad. En la segunda mitad de los años noventa, hechos como las llamadas fallidas o la saturación de líneas en momentos pico de uso, como Nochevieja, habían pasado a la historia. ¿Acaso estamos volviendo varias décadas atrás?
El operador ha reducido al mínimo sus inversiones este año, tanto materiales como inmateriales. Es una decisión guiada por el más estricto criterio financiero. Un criterio que desde luego no entiende de calidades de red ni de ingeniería.
Algunas asociaciones de usuarios online o de defensa de los consumidores, en especial aquellas más virulentas, se disponen a estudiar todo tipo de medidas contra Telefónica por el hecho del deterioro de ADSL. A medida que crece el número de internautas, ese deterioro se nota más. Si en algún momento esas asociaciones vuelven a la carga, con denuncias de todo tipo ante organismos como la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, en España se volvería a producir una situación como la que se vivió hace años. Todos recuerdan cómo los internautas hicieron de sus críticas a Telefónica y las tarifas de la compañía el estandarte de su lucha para reclamar tarifas planas para Internet y precios baratos de acceso a la Red. El problema es que Telefónica tuvo que asumir todo el peso de las críticas, cuando en realidad también eran otros operadores los que no querían precios baratos.

Calma chicha en Auna. Luis Alberto Salazar Simpson, presidente de Auna, explicó hace unos días que el accionariado de este holding de telecomunicaciones estaba muy tranquilo. En la presentación de la nueva imagen de la compañía vino a decir que los socios estaban comprometidos con el proyecto. Sin embargo, sus palabras representaron una de cal y otra de arena. Salazar Simpson, un mago de los discursos en público, explicó que "por lo que él sabía", en clara referencia a Endesa, no había intención de vender parte de Auna. El problema es que, añadió, eso era así al menos este año.
Las palabras de Salazar Simpson no solamente dejan abierta la posibilidad de que Endesa se plantee desinvertir del proyecto de Auna el próximo año. Según algunas fuentes, ya prepara la venta de al menos el 50% de su participación en el holding, que se eleva a casi un 30%. Las palabras del presidente del Grupo, por otro lado, dejaban también abierta la posibilidad de que Fenosa compre o venda cuando quiera parte de su participación, del mismo modo que puede hacerlo el banco Santander Central Hispano. No es previsible que hasta el próximo año se produzcan movimientos accionariales en Auna, con excepción de los flecos que quedan pendientes, como por ejemplo la entrada de Caixa Cantalunya a cambio de su participación en Amena. Lo más previsible es que a comienzos del próximo año el capital de Auna de un vuelco total. Es en 2004 cuando vencen las opciones de compra que tienen los socios sobre el 10% de Auna que está aparcado en ING. Y es en 2004 cuando vencen los derechos de tanteo que tiene Telecom Italia sobre el capital de Amena
Demasiadas cosas juntas para que no pase nada. Una de las salidas que se baraja es la colocación en bolsa del holding, o al menos de una parte de él, como podría ser Amena. Para 2004, indudablemente Auna será mucho más atractiva que en estos momentos y las aguas financieras en los mercados de capitales estarán más calmadas. En ese año, el Grupo será sólido y, además, mucho más grande de lo que es hoy. Para entonces ya se habrá fusionado con ONO, el segundo operador de cable en España.

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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