WorldCom y Sprint deciden suspender su alianza
Cuando todo hacía suponer que la fusión entre WorldCom y Sprint – segunda y tercera compañías telefónicas de Estados Unidos- llegaría a buen término, inesperadamente ambas han decidido renunciar a sus planes debido a la oposición del gobierno de Estados Unidos y la UE.
El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, había recomendado a la Comisión Europea bloquear la fusión de Sprint con WorldCom, por considerar que gran parte de Internet quedaría en manos de un solo operador. Esta adquisición por intercambio de acciones estaba valorada en 115.000 millones de dólares (20,2 billones de pesetas).
Una decisión inesperada. Aunque el presidente de WorldCom, Bernard Ebbers, se mostraba propenso a renunciar a sus intenciones si había de enfrentarse con la justicia, la decisión no deja de resultar sorprendente. WorldCom había preferido adelantarse a posibles obstáculos ofreciéndose a renunciar a las actividades de Internet y telefonía de larga distancia de Sprint. Con la separación de la red de fibra óptica de alta calidad que soporta el tráfico de telefonía de larga distancia y las transmisiones de Internet, WorldCom estaba segura de satisfacer a todos.
La cesión potencial de las actividades filiales de Sprint dejaba a WorldCom con activos de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares (entre 0,88 y 1,76 billones de pesetas) en este sector, con los que todavía podría comprar Sprint PCS y su red estadounidense de telefonía móvil, objetivo inicial del grupo con la fusión.