Telefónica, ¿pérdidas o ganancias?
Cosas de la globalización imperfecta. Si Telefónica anunciaba en España, destacando por encima de prácticamente todos los ex monopolios europeos, unos beneficios de 2.106 millones de euros en su último ejercicio fiscal, el pasado 1 de julio el operador presentaba unas pérdidas de 7.182 millones de euros a las autoridades bursátiles de Estados Unidos. Las diferentes normativas contables vigentes en cada país respecto de la depreciación de activos tienen la culpa.
Al cotizar en Nueva York, Telefónica se ha visto obligada a hacer algo que ya habían realizado otros operadores europeos: amortizar cuanto antes el fondo de comercio de los activos adquiridos durante el boom de las telecos, tal como obligan las normas contables estadounidenses. Y no parece que la Bolsa de Nueva York haya recibido mal la noticia; de hecho, la cotización de la multinacional española subió un 2,28%, hasta alcanzar 26,45 dólares, tal como informan los medios económicos.
Algunos expertos recomiendan al Gobierno español que, ahora que también en nuestro país se está revisando la legislación mercantil a la vista de los últimos escándalos que, principalmente en Estados Unidos, están protagonizando cada vez más gigantes económicos, se estudie también la modificación de la contabilidad de los activos. Estos expertos creen que los accionistas deberían tener una visión más real de la situación financiera de las empresas, y para ello nada mejor que los activos figuren al precio real que en cada momento marque el mercado.
