Nortel, en apuros, un mes después de anunciar una profunda rrestructuración de la compañía

Nortel ha contratado a abogados para considerar si buscar amparo en la ley de protección de bancarrota, a pesar de que la empresa dice que todavía no ha tomado ninguna decisión sobre este tema. En cambio sí que va a seguir con la reestructuración y el plan de reducción de gastos anunciado el mes pasado.

"El 10 de noviembre anunciamos un plan agresivo de reducir gastos en hasta 400 millones de dólares con un nivel mínimo de gastos en efectivo. Los objetivos que anunciamos entonces no han cambiado", han comunicado fuentes de Nortel en respuesta a una noticia publicada por el Wall Street Journal en la que se afirmaba que la empresa buscaba el consejo legal para estudiar la posibilidad de buscar amparo en la ley de protección de bancarrota.

En esa información, se cita a un portavoz de Nortel cuando se niega que la pronunciación sobre este tema sea algo inminente no así que la compañía se esté asesorando en la materia.

Fuentes de la compañía aseguran que "Nortel es un compañero viable para el largo plazo. Nuestras deudas no vencen hasta 2011, y conservamos y reforzamos nuestra posición. Además, estamos centrados en la ejecución de un cambio significativo en nuestra forma de operar y en nuestros costes en un intento por reflejar el ambiente económico que vivimos. Nuestro compromiso es dejar una organización cuyo leitmotiv sea la innovación, al ofrecer a nuestros clientes valor en el largo plazo".

El comunicado oficial de Nortel recoge que hace dos semanas, Standards y Poor’s, que hace un listado con calificaciones crediticias para las empresas, establecía que "Nortel debería ser capaz de mantener los niveles adecuados de liquidez en los próximos 12-18 meses".

Sin embargo, la empresa ha visto cómo su beneficio caía de forma significativa durante el año pasado. De hecho, en el tercer trimestre la compañía ha registrado una pérdida neta de 3,4 millones de dólares y una caída del 14% en los ingresos. Además, el valor actual de la empresa en el mercado, que alcanzó su punto máximo en el año 2000 con 250.000 millones de dólares, es ahora cerca del 0,1 % de esta cifra, situándose en los 275 millones de dólares.

El plan articulado el mes pasado contemplaba la venta de la unidad de metro Ethernet y otras instalaciones, así como el cese de 1.300 empleados, entre los que se incluían algunos directivos como el director de tecnología, John Roese; el director de marketing, Lauren Flaherty; el presidente de la división de servicios, Dietmar Wendt; y el vicepresidente ejecutivo ventas, Bill Nelson.

No obstante, las medidas anunciadas podrían no tener un efecto inmediato en las maltrechas cuentas de la compañía ya que, por ejemplo, la venta del metro la división de Ethernet podría ser parada por los mercados de crédito que, actualmente en una situación también complicada, podrían impedir la financiación de compradores interesados.

Con este panorama, la empresa ha revisado a la baja sus previsiones de ingreso para este año  pasando de un crecimiento que oscilaría entre el 2% y el 4% a un decrecimiento del 4 %.

La empresa de Toronto ha estado tratando de conseguir ayuda del gobierno canadiense pero la legislatura del país se ha cerrado hasta enero, recoge  Wall Street.



Contenido Patrocinado

Forma parte de nuestra comunidad

 

¿Te interesan nuestras conferencias?

 

 
Cobertura de nuestros encuentros
 
 
 
 
Lee aquí nuestra revista de canal

DealerWorld Digital