Los sistemas de aplicación de tarifas para GPRS en Europa diferirán según el operador

Los operadores europeos de redes de comunicaciones se esfuerzan por definir un marco de referencia para el establecimiento de tarifas en los servicios GPRS (General Packet Radio Services), que se supone estarán ampliamente disponibles a lo largo de este año.

El servicio, que promete ser mucho más rápido que las conexiones inalámbricas para la transmisión de datos proporcionadas por el actual GSM, ya ha sido introducido en algunos países europeos. Pero, aunque todos coinciden en estas preocupaciones, cada operador, sin embargo, parece estar intentando idear estrategias de precios y objetivos de mercado específicas para sus respectivos servicios.

“Tenemos que identificar el precio básico y el valor por kilobyte”, ha declarado Patrizia Alfiero, directora de estrategia de precios de Telecom Italia Mobile SpA (TIM), en el marco de la conferencia Competitive Telecoms Pricing celebrada en Portugal.

TIM lanzó su servicio GPRS para empresas el pasado lunes con un precio del paquete básico, 60 MB de datos transmitidos, de 30 euros mensuales. Esta suscripción tiene que combinarse con un paquete de telefonía móvil tradicional.

La compañía checa Eurotel, participada por AT&T, introdujo un servicio GPRS hace tres meses. En este caso, el proveedor sí aplica sus tarifas por kilobytes transmitidos. La descarga de una página Web puede salir por aproximadamente 1,5 euros.

En Austria, Mobilkom, con 2,8 millones de usuarios, reivindica su carácter pionero a nivel mundial en la introducción de GPRS. La compañía lanzó su servicio en el pasado mes de agosto y no ha comercializado ofertas basadas en volumen de datos por razones de tipo práctico. “Elegimos seguir un modelo de facturación basado en el tiempo, similar al utilizado en los circuitos conmutados, una aproximación simple y transparente al usuario”, explica Patrick Krückeberg, responsable de desarrollo de producto de Mobilkom. “Además, los terminales GPRS disponibles en el mercado no facilitan al usuario información sobre el volumen de datos comunicados. Pero los minutos de datos cuestan entre un tercio y la mitad que los minutos de voz”.

De hecho, algunos critican el establecimiento de precios por unidades de datos. “El concepto de megabyte implica que el usuario tiene que conocer el volumen del fichero”, argumenta Giulio Flore, director de investigación de la consultora británica Chorleywood Consulting.

Cellcom Israel espera tener sus primeros clientes GPRS a mediados de este año pero todavía no ha decidido cuál será su sistema de tarifas. “Estamos buscando una estructura simple, quizá una tarifa plana”, asegura su director de marketing, Eitan Weizman.

El representante de TIM subrayó los peligros de esta alternativa, la preferida por los usuarios empresariales. En su opinión, existe un alto riesgo de fraude en el establecimiento de precios sin límite horario ni por volumen ya que este modelo subestima el coste del kilobyte y podría resultar a la larga demasiado caro para el usuario.

GPRS, frecuentemente considerada como un paso intermedio hacia la tercera generación de móviles, soporta transmisión de datos a hasta 115 Kbps. Algunos operadores, como TIM y la holandesa KPN Mobile, dirigen su estrategia a usuarios empresariales, mientras que otros, como Mobilkom lo hace a lo que se conoce como “early adopters”. “Los gestores de TI de grandes corporaciones probarán el producto durante aproximadamente seis meses, antes de comprarlo”, explica Krückeberg. “Los early adopters pueden ser tanto usuarios residenciales como clientes SOHO”.

Dejando de lado la incertidumbre en cuanto al sistema de fijación de tarifas, algo en lo que todos los interesados coinciden es en que GPRS ofrecerá una oportunidad para probar los diversos modelos de negocio posteriormente aplicables en los escenarios de tercera generación.

En cualquier caso, la diversidad de sistemas de aplicación de precios por los diferentes operadores dificultará la itinerancia y la facturación recíproca de los operadores cuando sea necesaria la interconexión de sus infraestructuras. Los expertos no esperan que la itinerancia sea posible antes de finales de año.

La situación en Japón es bastante más homogénea. Los operadores de esta zona han estado suministrando servicios de datos basados en la conmutación de paquetes apoyándose en el estándar local PDC (Personal Digital Communications) desde hace más de un año y aplicando de forma generalizada un sistema de precios basado en paquetes. En el popular servicio de Internet móvil I-mode de NTT DoCoMo, cada paquete de 128 bytes cuesta aproximadamente 0,0025 dólares. Por lo tanto, 200 KB de datos, el equivalente a 1.563 paquetes, salen por unos 3,90 dólares.


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