Los Laboratorios Bell revolucionan la velocidad de la tecnología inalámbrica

Los Laboratorios Bell han descubierto una tecnología que permite incrementar de 10 a 20 veces la velocidad de las transmisiones inalámbricas. Con el nuevo sistema, que está todavía en pruebas, se incrementa la capacidad de una banda de frecuencia de forma proporcional al número de antenas, de modo que las redes pueden soportar más usuarios o servicios que exigen la transmisión de volúmenes de datos más grandes.

Lucent Technologies ha anunciado que los científicos de los Laboratorios Bell, su grupo de investigación y desarrollo, han diseñado una tecnología de transmisión que multiplicará por 10 o 20 veces la capacidad actual de 10 Kbps de las conexiones inalámbricas. La tecnología BLAST (Bell Labs Layered Space-Time) podría permitir que la tecnología inalámbrica compita con las capacidades de las redes de cable, al proporcionar un funcionamiento más rápido y más efectivo respecto a su coste.

Hasta ahora se había pensado que las transmisiones inalámbricas debían ocupar una frecuencia separada o la interferencia sería demasiado grande para permitir una comunicación suficientemente clara. En este sentido, los investigadores de los Laboratorios Bell han descubierto que es posible mantener diversas transmisiones que ocupen la misma banda de frecuencia. Con la tecnología BLAST, las transmisiones individuales son enviadas a través de las propias antenas de transmisión, para ser recibidas por múltiples antenas y separadas con un procesador de señal que corrige las posibles interferencias. De este modo, se incrementa la capacidad de una banda de frecuencia de forma proporcional al número de antenas.

No obstante, hay sólo un cierto número de canales de señal disponibles y, si la frecuencia va demasiado rápida o demasiado lenta, la señal se pierde. Según el director de Investigación inalámbrica de los Laboratorios Bell, Rich Howard, "BLAST permite sacar el máximo rendimiento a las señales disponibles, ya que las reutiliza tantas veces como es posible, de igual modo a como ocurre con los canales de televisión". De esta forma, las redes inalámbricas pueden soportar más usuarios o servicios que exigen la transmisión de volúmenes de datos más grandes, tales como navegar por la Red o enviar imágenes y faxes.

El prototipo BLAST ha utilizado ocho antenas transmisoras y 12 receptoras en sus pruebas iniciales, que revelaron que sus capacidad era por lo menos 10 veces superior a las capacidades de los sistemas inalámbricos actuales. Además, los Laboratorios Bell piensan realizar pruebas en entornos abiertos la próxima semana para observar si los datos obtenidos se repiten.

La nueva tecnología puede ser utilizada en las empresas para crear una red de área local que transmita datos entre los usuarios y también se podría emplear para suministrar servicios telefónicos en áreas rurales y remotas, entre otra serie de aplicaciones. Aunque BLAST todavía no facilita comunicaciones inalámbricas móviles debido a los múltiples transmisores que son requeridos para enviar y recibir señales, sí podría ser utilizada para ello en el futuro. Según Rich Howard, por el momento no existe una demanda lo suficientemente amplia en el mercado de dispositivos móviles, pero pronto la situación cambiará y se potenciará su desarrollo. Para el director de Investigación Inalámbrica de los Laboratorios Bell, "en cinco o seis años las comunicaciones inalámbricas se emplearán en la mitad de las redes de todo el mundo". A corto plazo, Lucent podría incorporar la tecnología BLAST en sus productos inalámbricos.



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