La UE pide que no se implementen las NGN nacionales unilateralmente

Coordinar las políticas de despliegue de la próxima generación de redes de banda ancha con el resto de países europeos resulta imprescindible para conseguir los ambiciosos objetivos de los países, y de la UE, según ha argumentado la comisaria europea Viviane Reding en una conferencia celebrada en Bruselas.

“Para sacar el máximo partido el mercado único de la UE y para impedir que las diferencias entre las iniciativas nacionales sigan ritmos distintos y terminen resultando en una falta de armonía, se necesita una orientación a nivel europeo. Europa no puede seguir políticas equivocadas respecto a sus telecomunicaciones e ICT; es demasiado lo que está en juego”, continuaba Reding.

Por el avance de la economía y en beneficio del usuario

Unas velocidades de conexión de banda ancha más elevadas permitirían que contenidos como la música y el vídeo pudieran cargarse y descargarse en tiempos menores. También favorecerían las innovaciones a nivel de software, lo que tendría como resultado un mayor abanico de posibilidades de elección para los usuarios de aplicaciones online. Además, los políticos defienden que una banda ancha de mayor velocidad constituye una herramienta vital para la creación de puestos de trabajo y para impulsar sus economías.

En este contexto, los esfuerzos unilaterales de mejorar sus infraestructuras nacionales, como es en el caso de Reino Unido, responden en realidad a la frustración de estos países ante el estancamiento de las leyes de actualización de las telecomunicaciones en la IE.

De hecho, recientemente el Parlamento Europeo ha vetado un paquete de medidas de reforma que incluían leyes destinadas a ayudar a actualizar la infraestructura de telecomunicaciones de Europa. Por eso, Reding subrayó también ayer la necesidad de aprobar el nuevo paquete de regulación para seguir avanzando, entre otros aspectos, en la renovación y mejora de las infraestructuras.