Jazztel competirá con Telefónica y Retevisión como operador global

Con delegaciones en Madrid y Barcelona y capital mayoritariamente español, Jazztel cuenta en la actualidad con licencia para la prestación de servicios de telefonía a grupos cerrados de usuarios, pero nace con la clara vocación de convertirse en un operador global de telecomunicaciones una vez se haya producido la completa apertura del mercado.

Según Martin Varsavsky, propietario del 65 por ciento del accionariado de la nueva empresa y fundador de la multinacional de servicios de call-back Viatel, la nueva operadora, que, al menos en principio, limitará su objetivo a pymes y profesionales, prevé hacerse con el 0,8 por ciento del total del mercado nacional desde diciembre de 1998, momento de la liberalización completa de la telefonía fija, hasta el año 2002.

“En una primera valoración puede parecer que este objetivo de participación no expresa una actitud demasiado ambiciosa, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de un mercado de enormes dimensiones en el que hay espacio para un gran número de empresas. En concreto, según nuestros cálculos, una participación del 0,8 por ciento supondrá para Jazztel un volumen de negocios que puede oscilar entre 6.000 y 8.000 millones de pesetas”, puntualiza Varsavsky.

Jazztel identifica la clave para el logro de este objetivo, además de en proporcionar un producto y una atención personalizada al cliente, en ofrecer sus servicios a un coste significativamente menor que el del resto de sus competidores. Para ello, la empresa instala en los locales del cliente un sistema de software telefónico basado en tecnología propia y denominado Inteligente Cal Roture que permite la tarificación por segundo de la llamada con el consiguiente ahorro para el usuario. Según datos aportados por la compañía, éste puede alcanzar en llamadas internacionales entre un 41 y un 55 por ciento frente a la oferta de Telefónica y entre un 35 y un 50 por ciento respecto a las tarifas de Retevisión. El coste de las llamadas nacionales, categoría bajo la que se incluyen tanto las interprovinciales y como las realizadas de terminales fijos a móviles, se verá reducido en hasta un 30 por ciento.

La nueva empresa, que operará únicamente en nuestro país, comienza su andadura con un capital de 200 millones de pesetas que serán ampliados a 1.000 millones el próximo mes de diciembre e invertirá 12.500 millones de pesetas a lo largo de los tres próximos años. En un principio, su actividad se desarrollará en Madrid y Barcelona, aunque progresivamente irá ampliando su área de actuación al resto de las ciudades españolas.

Por lo que a infraestructura se refiere, según Varsavsky, se apoyará en un primer momento fundamentalmente en la red de Telefónica, para progresivamente ir instalando sus propios recursos. En este sentido es necesario constatar que Jazztel contará con el apoyo de Viatel, operadora mundial que está ya desarrollando una red de fibra para comunicar todas las ciudades europeas, incluidas Madrid y Barcelona. Pero, en cualquier caso, en opinión de Varsavsky, la importancia de disponer de una infraestructura propia es un factor que tiende a perder peso en el logro del éxito por parte de los nuevos operadores a favor de cuestiones como la atención al cliente, el desarrollo de una oferta capaz de adaptarse a sus necesidades particulares y el marketing



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