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Europa enumera las amenazas de RFID a la privacidad

El equipo asesor en RFID creado por el Parlamento Europeo concluye en su estudio que la población no es consciente de lo que denomina "amenazas considerables" de la tecnología de identificación por radiofrecuencia a la seguridad de la información personal.

El informe, titulado “RFID y la gestión de identidades en la vida diaria”, cita diversas implementaciones de RFID a gran escala en toda Europa como ejemplo de la creciente presencia de esta tecnología en el continente, y examina los actuales y potenciales problemas de cada una de ellas. Estos proyectos constatan, además, que RFID ha salido del campo de la logística, al que básicamente se circunscribía hasta ahora, para abrirse a entornos de masas como las tarjetas para el transporte público, el pasaporte biomético, sistemas de micropago, tokens de identidad, tarjetas de fidelidad, etc.  

Los autores del texto han determinado que “los usuarios generalmente perciben RFID como una mera llave o cartera electrónica”, pero realmente puede “registrar movimientos, gastos, productividad, preferencias, hábitos, etc.”, que permitirían a las empresas hacer propuestas a los usuarios de acuerdo a su identidad o incluso controlarles. También se apunta el valor de las etiquetas de radiofrecuencia a la hora de recortar gastos empresariales y de mejorar la fidelidad del cliente, pero existe asimismo la posibilidad de que las compañías, gobiernos y autoridades puedan abusar de los datos RFID.

En otro de sus apartados, el análisis critica el mandato de la propia Comisión Europea de que todos los pasaportes de la UE incluyan un chip RFID con una foto digital del titular y advierte de que, en algún momento, la Comisión podría mandar añadir un perfil de ADN, huellas dactilares o escáner del iris. Asimismo, avisa de los miedos a que la información biométrica almacenada en los pasaportes sea manejada en una base de datos susceptible de un uso inadecuado. Los expertos del grupo de trabajo advierten de que al asignarse en toda Europa, los pasaportes con chips RFID podrían ver crecer su oposición política.  

Finalmente, el estudio apunta diversos modos de utilizar RFID sin amenazar la privacidad personal. “Los usuarios deben ser conscientes de que RFID puede ser más que una simple cartera electrónica y de que dejan su impronta digital en entornos RFID”. Como parte del esfuerzo educacional, sugieren que se adopten acuerdos de licenciamiento cortos y fáciles de entender por los usuarios finales, quienes deberían conocer cómo se implementan los sistemas RFID y decidir cuántos datos privados son necesarios para el sistema particular de una compañía. Asimismo, es responsabilidad de los gobiernos decidir si los datos captados mediante sistemas RFID pueden ser extraídos y utilizados en investigaciones.


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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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