El gobierno estadounidense podría bloquear la fusión de MCI con Sprint
Según Scott Cleland, prestigioso analista de Legg Mason Precursor Group, el Departamento de Justicia de Estados Unidos está preparando una petición de interdicto contra la fusión entre MCI WorldCom y Sprint.
En caso de que la petición prosperara las compañías implicadas tendrían derecho a un juicio pero Cleland apunta que pocas fusiones retrasadas por este procedimiento llegan finalmente a buen término.
En su informe, Cleland cita en repetidas ocasiones lo que denomina "fracaso" en la venta en 1998 de la anterior troncal Internet de MCI a Cable & Wireless, clave para obtener el sello de aprobación gubernamental de la fusión entre MCI y WorldCom.
La actual MCI WorldCom no ha dudado en manifestar su disposición en este caso de deshacerse del negocio Internet de Sprint, pero Clelant asegura que el Departamento de Justicia no cree que esta posibilidad pudiera producirse en breve. En una dura valoración, el analista afirma que para el Departamento de Justicia resulta embarazoso el hecho de que el traspaso de parte del negocio de MCI a Cable & Wireless no se llevara a cabo como hubiera sido deseable y ante todo desean evitar que se repita una situación similar.
El pasado año, por ejemplo, Cable & Wireless demandó a MCI WorldCom acusándola, entre otras acciones ilícitas, de haberles facilitado registros de cliente Internet turbios. Los propios clientes de Cable & Wireless se quejaron de la debilidad de las transmisitones. Recientemente ambas compañías han cerrado el caso con un acuerdo que supondrá el desembolso por MCI WorldCom de 200 millones de dólares.
Aunque MCI WorldCom no admite haber actuado de forma ilícita, Clelant señala que las características del acuerdo sugieren de forma clara que las acusaciones de Cable & Wireless respecto al daño competitivo padecido eran justas.
Existen otras razones para el bloqueo de la fusión ahora en juego como es, por ejemplo, el que la combinación de MCI WorldCom y Sprint no sólo incrementa la concentración en el mercado de voz de larga distancia sino también al de Frame Relay y ATM.
Claland advierte que, en cualquier caso, la decisión final del gobierno podría suponer incluso demorarse por un período de varios meses y aventura que en caso de no ser comprada por el actual candidato, Sprint probablemente sería adquirida por otro; quizá BellSouth o Deutsche Telekom.
En su informe, Cleland cita en repetidas ocasiones lo que denomina "fracaso" en la venta en 1998 de la anterior troncal Internet de MCI a Cable & Wireless, clave para obtener el sello de aprobación gubernamental de la fusión entre MCI y WorldCom.
La actual MCI WorldCom no ha dudado en manifestar su disposición en este caso de deshacerse del negocio Internet de Sprint, pero Clelant asegura que el Departamento de Justicia no cree que esta posibilidad pudiera producirse en breve. En una dura valoración, el analista afirma que para el Departamento de Justicia resulta embarazoso el hecho de que el traspaso de parte del negocio de MCI a Cable & Wireless no se llevara a cabo como hubiera sido deseable y ante todo desean evitar que se repita una situación similar.
El pasado año, por ejemplo, Cable & Wireless demandó a MCI WorldCom acusándola, entre otras acciones ilícitas, de haberles facilitado registros de cliente Internet turbios. Los propios clientes de Cable & Wireless se quejaron de la debilidad de las transmisitones. Recientemente ambas compañías han cerrado el caso con un acuerdo que supondrá el desembolso por MCI WorldCom de 200 millones de dólares.
Aunque MCI WorldCom no admite haber actuado de forma ilícita, Clelant señala que las características del acuerdo sugieren de forma clara que las acusaciones de Cable & Wireless respecto al daño competitivo padecido eran justas.
Existen otras razones para el bloqueo de la fusión ahora en juego como es, por ejemplo, el que la combinación de MCI WorldCom y Sprint no sólo incrementa la concentración en el mercado de voz de larga distancia sino también al de Frame Relay y ATM.
Claland advierte que, en cualquier caso, la decisión final del gobierno podría suponer incluso demorarse por un período de varios meses y aventura que en caso de no ser comprada por el actual candidato, Sprint probablemente sería adquirida por otro; quizá BellSouth o Deutsche Telekom.
