Deutsche Telekom aprueba su fusión con Telecom Italia

Tras diversos cruces de comunicados e incógnitas acerca de las posibles reacciones de sus respectivos accionistas, gobiernos, socios y organismos reguladores, Deutsche Telekom ha aprobado su fusión con Telecom Italia, valorada en 82.000 millones de dólares. La nueva compañía será propiedad de DT en un 56 por ciento, y de Telecom Italia en el 44 por ciento restante.

En una rueda de prensa conjunta ofrecida por los presidentes de ambos operadores ayer en Londres, comunicaron su fusión, que quedará sujeta a la aprobación de los organismos reguladores y de sus accionistas. Los de Telecom Italia recibirán una acción de la nueva compañía por cada tres acciones ordinarias que posean, mientras que los de DT cambiarán una acción del operador alemán por otra del nuevo gigante de las telecomunicaciones europeo.

La nueva compañía, cuyo nombre aún no ha sido decidido –aunque no incorporará las palabras Deutsche ni Italia, y tampoco escribirá Telecom con “k”—tendrá una capitalización de mercado de 163.000 millones de euros (173.000 millones de dólares) y unos ingresos combinados de 62.300 millones de dólares (teniendo en cuenta sus resultados de 1997). Contará con una cartera de 100 millones de clientes en todo el mundo y acaparará 72 millones de líneas residenciales, que representan el 24 por ciento de la población europea.

Con dos sedes centrales, ubicadas en Bonn y Roma, será presidida por los CEO de los dos operadores, Ron Sommer y Franco Bernabe, que actuarán como co-CEO. Las actividades de los dos operadores serán combinadas en una fusión “de iguales”, como pretendía Telecom Italia. En concreto, integrará las operaciones de telefonía móvil de T-Mobil y Telecom Italia Mobile, así como sus actividades relacionadas con Internet, que totalizan 109 millones de clientes –más de un quinto de los usuarios de Internet europeos--. Franco Bernabé fijó Europa del Este y Estados Unidos como objetivos de expansión primordiales para la compañía fusionada. Las participación de DT en Sprint podría jugar aquí una importante baza.
El Ministerio de Economía alemán, en un movimiento por calmar los temores de Telecom Italia respecto a una posible reacción de veto, ha comunicado su intención de dar su consentimiento a la fusión, y de reducir y deshacerse de acciones en el operador tradicional alemán. También ha prometido no interferir con la estrategia de negocio y estructura organizativa de la nueva compañía.

Según los detalles desvelados por los máximos responsables de Telecom Italia y Deutsche Telekom, la compañía fusionada será dirigida por un consejo de administración integrado por veinte miembros, diez de los cuales serán elegidos por los accionistas, mientras que los restantes podrán ser seleccionados por los empleados y sindicatos de ambos operadores. Durante sus primeros cinco años de operaciones, cinco representantes de los accionistas de cada compañía serán designados por Telecom Italia, y otros cinco por Deutsche Telekom.

La operación se completará en el cuarto trimestre de este año si recibe las aprobaciones correspondientes de los organismos reguladores de cada país, de los accionistas y de la Comisión Europea. Esta, por otra parte, emitió su aprobación a los planes frustrados de Olivetti para adquirir el operador italiano, un procedimiento legal que debía completar a pesar del giro que han tomado los acontecimientos.

Reacciones y críticas. Aunque el presidente de Deutsche Telekom ha rehusado admitir que sus relaciones con France Telecom y Global One puedan verse afectadas por su fusión con el operador italiano, los expertos consideran que el futuro del consorcio cada vez es más incierto. De hecho, France Telecom emitió un comunicado censurando la operación, que considera “una clara violación de los proyectos conjuntos de France Telecom y Deutsche Telekom”. El operador francés afirmó que “iniciaría las acciones adecuadas para proteger sus derechos y los intereses de sus accionistas”. Las acciones de France Telecom sufrieron una caída en la bolsa parisina tras conocerse los rumores de la posible fusión, ya que convierte en una incógnita el posible papel que France Telecom jugará en Global One tras la misma.

Por otra parte, los analistas del mercado creen que la nueva compañía deberá acometer una profunda reorganización para liberarse del exceso de burocracia y ajustar su plantilla.


TE PUEDE INTERESAR...

Contenido Patrocinado

Otros especiales

Revistas Digitales

DealerWorld Digital

 



Registro:

Eventos: