(Comentario) ¿Cómo afectará la crisis a las telecomunicaciones europeas?

IDC ha evaluado las posibles consecuencias que la actual crisis que domina el sector de telecomunicaciones tendrá en nuestro continente.


"¿Crisis?, ¿qué crisis?", bromeaban irónicos muchos responsables de las principales marcas del sector cuando esta balada triste que hoy mece la industria de las TIC comenzaba en Estados Unidos, no hace un año todavía. Aún no había llegado lo peor y quedaba margen para tirar balones fuera. Al fin y al cabo, la patética situación que estaban viviendo las .com desde principios de 2000 "se veía venir": el reajuste necesario, la autocorrección imprescindible para que el "círculo virtuoso" siguiera girando sin lastres. Luego los malos resultados, los anuncios de reestructuraciones y despidos y el desaliento fueron alcanzando al resto del sector. La demanda interna de Estados Unidos caía en picado, las previsiones por primera vez fallaban por abajo, en vez de por arriba como durante los últimos años de altos crecimientos sostenidos, los inversores retrocedían asustados, la Bolsa pedía Prozac a gritos y en Europa todos nos poníamos las barbas a remojar. Aquí, además, tan dependientes de allí en buena parte de esta industria, el caos UMTS comenzaba a pasar factura y el mercado de móviles 2G a saturarse. Cuando Cisco, bajando del Olimpo, tuvo que reconocer que algo estaba fallando también en su casa y se curaba en salud con más de 8.000 despidos, se dispararon todas las alarmas: el sector había cruzado la delgada línea roja. "¿Crisis?, ¿qué crisis?"

Ya sabemos las causas de la crisis y la cierta recuperación que ha supuesto el último trimestre en Estados Unidos, pero también que la economía en Europa empieza a flojear; especialmente el sector de las TIC. Es hora de sopesar, con una cierta lógica, cómo se verá afectado el mercado de telecomunicaciones de nuestro continente. IDC lo ha hecho y lo seguirá haciendo periódicamente, revisando los supuestos en función de las nuevas variables que vayan apareciendo. Aquí ofrecemos el flash que la firma consultora ofrecía hace un par de meses sobre tres segmentos del mercado: telecomunicaciones fijas, comunicaciones móviles e Internet.
En general, dice IDC que Europa no está siendo inmune a la crisis de Estados Unidos, paralela al bajo perfil que sigue mostrando la japonesa, como lo demuestran la reducción de inversiones y los despidos que se están produciendo ya. La confianza de los inversores en el sector ha bajado significativamente, impactando enormemente la capitalización bursátil de muchas compañías europeas. Como consecuencia, firmas fuertes con estrategias razonables parecen débiles, mientras que otras con estrategias débiles se esconden en la crisis económica global para ocultar su fracaso.
Para IDC, sin embargo, la unión económica europea está limitando el impacto de la mala racha, dando al continente más independencia. Además, como –a diferencia de lo que ocurre en los móviles- en muchos segmentos de las telecomunicaciones fijas nos encontramos por detrás de Estados Unidos, la crisis en este país da a nuestro continente la oportunidad de recortar distancias.
La consultora se hace eco del optimismo de la mayoría de los analistas, que están convencidos de que la ¿recesión? de Estados Unidos no tendrá un gran impacto negativo en los mercados europeos de telecomunicaciones. También avisa, sin embargo, que la actual situación de competencia y liberalización añade incertidumbre sobre el verdadero efecto que tendrá la crisis en el sector, muy reducido en la que vivimos en los primeros 90 cuando los monopolios y los servicios de voz convencionales dominaban el mercado.

TELECOMUNICACIONES FIJAS

Telefonía. La crisis económica no afectará muy negativamente al mercado europeo de telefonía. El crecimiento de los ingresos por llamadas de larga distancia ha venido reduciéndose desde la liberalización de los mercados, y eso probablemente no cambiará. En general, el mercado de empresas podría beneficiarse de la situación, a medida que se empiecen a recortar los gastos en viajes y se vayan imponiendo las reuniones por videoconferencia.

Servicios de datos gestionados. Los operadores ya están lanzando amplios servicios de redes privadas virtuales (VPN) basados en IP. Y su demanda puede aumentar si las grandes y medianas compañías que actualmente utilizan líneas alquiladas y redes de datos gestionadas cobran conciencia de que estos servicios VPN IP pueden ayudarles a ahorrar dinero. Sin embargo, los ingresos del segmento pymes podrían verse adversamente afectados si la crisis se traduce para ellos en una verdadera dificultad para financiarse. Esto perjudicaría a los operadores cuyas estrategias giran fundamentalmente alrededor de este tipo de empresas.

-Servicios de banda ancha. Ya antes de la crisis, el mercado de banda ancha no estaba creciendo tan rápido como se esperaba. Parece lógico pensar, por tanto, que los nuevos operadores que ofrecen este tipo de servicios como principal negocio se vean particularmente afectados. Los operadores DSL y de accesos inalámbricos fijos, como LMDS, son especialmente vulnerables. Los primeros porque dependen de las redes de acceso de los operadores dominantes; los segundos porque han de construir sus redes partiendo de cero. En general, la actual situación actuará en contra de la consolidación a gran escala de los servicios de banda ancha.

-Servicios de venta de capacidad. Ya han comenzado a aparecer las primeras víctimas en el mercado mayorista, como iaxis y Aduronet. El riesgo es doble: estos nuevos operadores de operadores suelen tener sólo unos pocos clientes, de los que procede la mayor parte de sus ingresos, al tiempo que dependen enormemente de la financiación externa. Asimismo, los operadores de venta de capacidad muy centrados en el segmento de las empresas de la nueva economía pueden ver reducida su base de clientes, según vayan desapareciendo de la escena ISP y compañías con una e delante o un .com detrás.

-Telefonía IP. Hasta ahora, el principal fin de la mayor parte de las implementaciones de telefonía IP que se han realizado en Europa ha sido el ahorro de costes en larga distancia. Por ello, parece improbable que el cambio de rumbo de la economía afecte a este negocio. Sin embargo, sí podrían verse afectadas en alguna medida las adopciones más amplias de la telefonía IP en los entornos de negocio. Así, aunque es lógico pensar que las empresas muestren interés por beneficiarse de los ahorres de costes y valor añadido que aporta la convergencia de redes, también puede suceder que aumente el temor a invertir en unas tecnologías al fin y al cabo poco probadas en detrimento de los servicios de voz y datos convencionales. Los fabricantes de soluciones VoIP deberán saber manejar ambos factores con un marketing realmente efectivo.

COMUNICACIONES MOVILES
UMTS y GPRS. Los nuevos servicios GPRS que están empezando a lanzarse en Europa sólo deberían verse afectados ligeramente por la crisis. Y, pese a que la apertura de servicios UMTS se ha pospuesto, estos retrasos se deben fundamentalmente a la falta de equipamiento y legislación disponibles. Sin embargo, IDC ha modificado a la baja los ingresos potenciales y el número de abonados, así como algunas de las estimaciones referentes a los servicios más avanzados, puesto que serán los primeros en sufrir el impacto de la actual situación económica. Con todo, si aumenta la crisis en el cont

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