BT España apuesta por las soluciones de continuidad de negocio
La operadora británica busca convertirse en uno de los principales suministradores de este tipo de servicios en nuestro país con la apertura de dos nuevos centros de protección de datos y continuidad de negocio, que han supuesto una inversión de 6 millones de euros.
BT España tiene la intención de potenciar su papel como proveedor de soluciones de recuperación y continuidad de negocio, con el obejtivo de que este mercado suponga un 5% de su facturación en un periodo de cinco años. Para ello, el operador ha invertido en el último ejercicio más de seis millones y medio de euros para adquirir las infraestructuras y expertos que le permitan ofrecer este tipo de servicios de forma competitiva.
La inversión ha ido dirigida, primordialmente, a la creación de dos centros de continuidad de negocio, uno en Madrid, inaugurado en junio de 2005, y otro en Barcelona, abierto en septiembre y que se suman al centro de protección de datos que BT tenía ya en la capital. En estos seis meses, diez clientes, integrados en los sectores de finanzas, seguros, industria y comercio, han decidido contar con los servicios de la operadora para proteger sus bases de datos.
Los servicios ofrecidos por BT abarcan desde la copia y almacenamiento de cintas de backup y la realización de copias remotas de datos hasta la completa réplica de centros de proceso de datos y puestos de trabajo. También elabora planes de contingencia integrales para evitar las paradas de servicio en caso de desastre, ofreciendo, de forma complementaria, servicios de consultoría y análisis de vulnerabilidades.
Estos centros de continuidad de negocio tienen un potencial de clientes superior a los 50 usuarios, están equipados con plataformas Unix, Aix, Solaris e Intel, y cuentan con conectividad con los principales operadores de comunicaciones y a través de fibra redundante.
El mercado de las soluciones de continuidad de negocio crece a un ritmo de un 30% anual, impulsado por factores como la normativa vigente –que exige el mantenimiento de datos que antes se podía eliminar–, un mayor conocimiento de los perjuicios económicos que generan las pérdidas de datos y el mayor nivel de exigencia de los clientes de las propias compañías.
